CRÓNICA | ✍ MAL DE ALTURA: REAL MADRID 1 – 1 ATLÉTICO DE MADRID

Una crónica de: @luismanper

Este empacho de derbis capitalinos que hemos tenido en los últimos 20 días, acabó de la manera más insospechada con el Atleti marcando de cabeza en el minuto 93 casi 10 años después, y para colmo empatando el partido un jugador con sangre madridista por los cuatro costados, criado en Valdebebas hasta que Zidane tuvo que elegir entre él y Valverde para su mediocampo (eternamente agradecidos a Zizou) y el Atleti estuvo rápido para pagar 40 millones por su traspaso.

Y es que este fue un derbi que se presentó muy raro, tanto por lo ambiental jugándose a las 21 de la noche de un domingo con un Bernabéu techado que sirvió a los indios para quejarse preventivamente, hasta el momento de la temporada con los derbis de Supercopa y Copa del Rey todavía muy recientes, y el Atleti quejándose durante toda la semana del poco descanso que tendrá entre este partido y su semifinal copera del miércoles contra el Athletic de Bilbao. Aunque sí alguien tenía motivos para quejarse de poco tiempo de recuperación entre partido y partido ese era el Real Madrid, pues quien sabe si un día o dos más habrían permitido a Rudiger recuperarse a tiempo del golpe sufrido el pasado jueves en Getafe, lo que unido a la quinta amarilla de Tchoaumeni en el descuento de ese partido provocó que el Real Madrid se presentara al derbi de ayer con la defensa en cuadro y por si fuera poco sobresalto, Vinicius tuvo que retirarse del calentamiento por molestias en las cervicales, Joselu calentó a tope lo cual tenía su lógica para suplir esa falta de centímetros que íbamos a sufrir sin Tchoaumeni ni Rudiger pero Ancelotti dio el enésimo volantazo y sacó a Brahim sin calentamiento previo.

Imagen: realmadrid.com

Este sudoku en el que se había convertido el once acabó con Lunin en portería, Lucas Vázquez y Mendy en los laterales con Carvajal y Nacho como centrales, Camavinga en el eje del equipo flanqueado por Kroos y Valverde con Bellingham en el otro eje del rombo y Rodrygo y Brahim como delanteros. A pesar de no haber calentado, Brahim se erigió como protagonista del partido desde el inicio de partido y ayudado por un incisivo Lucas Vázquez trajo de cabeza a Rodrigo Riquelme, a quien Simeone había puesto de carrilero izquierdo en una defensa de cinco, que el Cholo no tardaría en cambiar para poner a Hermoso de lateral en una defensa 4 con Rodrigo Riquelme de interior derecho por delante de Marcos Llorente.

Pero ese cambio táctico ya lo hizo el Cholo por detrás en el marcador, pues tras un disparo a la media vuelta de Morata en los primeros minutos que rechazó Lunin, el Real Madrid se hizo con el control absoluto del partido que culminó a los 20 minutos Brahim aprovechando una internada de Lucas Vázquez en el área que derivó en un barullo en el que Koke acabó entregando el balón al malagueño para plantarse en el área pequeña y batir a Oblak con un sutil disparo con el exterior y a pesar del 1-0 el Atleti no creaba más peligro que balones aéreos continuos que empezaban a convertirse en un suplicio hasta el punto que Lunin tuvo que despejar a bocajarro un remate de Witsel, enmendando su error por quedarse a media salida y el córner posterior lo remató Savic en el área pequeña y no empató de milagro.

Imagen: realmadrid.com

A partir de ese momento, el Real Madrid intentó bajar el ritmo del encuentro pero adolecía de claridad en los últimos metros como demostró Lucas Vázquez cuando se vio solo en el área y acabó disparando al lateral de la red cuando Rodrygo ya se relamía para empujarla, mientras tanto Sánchez Martínez había empezado su show amonestando en apenas dos minutos a Saúl y Mario Hermoso, por lo que cuando a la vuelta del descanso tuvo que anular un gol a Savic en un córner parecidísimo al que en la primera parte se fue fuera por milímetros, porque Saúl estaba en fuera de juego cuando estorbó a Lunin hasta el punto que no le dejó salir de la portería, el árbitro murciano decidió que ya no podía pitar nada más a favor del Real Madrid por claro que fuera, como demostró mandando al limbo tres penaltis, dos de ellos los sufrió Bellingham, quien primero fue derribado dentro del área por un Savic que se desentendió del balón y fue a chocar con él descaradamente en las narices del árbitro y luego fue placado por Marcos Llorente a la salida de un córner impidiéndole rematar, y antes de todo eso Lucas Vázquez había sido trabado en el área por Saúl en una zancadilla que tampoco se atrevió a sancionar intuyendo quizá que si pitaba penalti tenía que expulsarlo, y en todas estas acciones a cada cual más clara… el VAR ni está ni se le espera.

Por si el árbitro no hubiera hecho suficiente para dejar el partido abierto ni los jugadores ni el cuerpo técnico contribuyeron a sentenciarlo, pues primero Rodrygo desaprovechó un contragolpe que se convirtió en un cuatro contra dos lanzando su disparo al cuerpo de Oblak y luego fue Brahim, quien estuvo a punto de salir por la puerta grande tras una preciosa jugada en la que dejó sin cadera a Mario Hermoso y tras recortar a Witsel su disparo se fue lamiendo el poste, sin embargo Ancelotti decidió que ese detalle de calidad exquisito iba a ser lo último que el malagueño iba a mostrar en el partido y a continuación lo sustituyó para dar entrada a Joselu, al igual que haría minutos después con Rodrygo para sacar a Modric así como a Ceballos en lugar de Bellingham, enseguida nos dimos cuenta que esta vez Carletto se había equivocado con los cambios, ya que el Atleti se echó arriba en el tramo final del partido y estuvo a punto de empatar por medio de un taconazo de Griezmann que pudo despejar Lunin a duras penas, y cuando parecía que el partido acabaría con una victoria apretadísima un balón peinado por Memphis al corazón del área, empañó el buen partido de Carvajal y Nacho como centrales de emergencia, ya que uno dudó si despejaría el otro y el otro confió en que despejaría el uno y en esa indecisión llegó Marcos Llorente como un camión para poner el empate en un cabezazo a la escuadra ante el que nada pudo hacer Lunin.

Imagen: realmadrid.com

El empate nos dejó fríos a todos, ya que perdimos una ocasión perfecta para meter distancia en la Liga (de hecho el Barça nos ha recortado 2 puntos esta jornada quedándose a 8), solo queda confiar en que el próximo sábado seamos capaces de escaparnos definitivamente en Liga ganando al Girona y poniéndonos a 5 puntos de nuestro rival más cercano, pues un empate permitiría al Barça acercarse en caso de que ganen al Granada en casa y una victoria visitante nos arrebataría el liderato, y todo ello teniendo en cuenta que el miércoles siguiente vuelve la Champions en Alemania contra el Leipzig, esperemos que en esta semana recuperemos a varios jugadores que nos den el empaque que hoy nos ha faltado para cerrar el partido mucho antes y, de esa manera evitar jugárselo en el descuento a cara y cruz, porque esto es fútbol y ayer nos dimos cuenta que la moneda no siempre sale cara.