Doble jornada en Euroliga de nuevo y dos victorias al zurrón. En Munich partido controlado, aunque el Bayern no cejaba en su empeño y nos costaba romper el partido. Inclusive en el último cuarto llegaron a ponerse a cuatro puntos. Amago de espejismo porque, pisotón al acelerador del Madrid y superparcial rapidísimo para irnos a 21 de ventaja en dos minutos. Dos días después en casa recibimos a Valencia que nos llevó a otra prórroga. Victoria sufrida aunque en la prórroga fuimos muy superiores.
Con todo esto y lo que veníamos acumulando pues, dos bajas más por lesión (Tavares y Llull) así que fuimos a Murcia con lo puesto y acabó mal la semana. Cuarta derrota de la temporada, partido con muchos detalles que, ciertamente si Murcia no nos lo gana pues jamás nos ganarían. Y a punto estuvimos de arreglar en el tercer cuarto un inicio malísimo con una primera parte desastrosa llena de fallos contínuos, pérdidas de balón (exageradas en ese apartado hasta las 20 en total), pobre porcentaje en el lanzamiento triple, mal planteamiento, etc… Pero el último y definitivo fue casi un calco de los dos primeros e incluso podría decirse que peor. Analizamos el partido también poniendo un ojito en la labor arbitral que tuvo su miga, pero que no es excusa. Tampoco un cansancio acumulado de varias semanas exigentes y esta fue otra más. En fin, caprichos del destino, un día después de esta derrota la diosa fortuna ha decidido que en el sorteo de Copa del Rey, dentro de un mes, precisamente nuestro rival en cuartos sea precisamente Murcia así que, que se vayan preparando.