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Una crónica de: @luismanper
Llegaba este partido entre sobresaltos en forma de bajas de última como la de Bellingham, que no acaba de encontrarse bien tras la luxación de hombro que se hizo contra el Rayo Vallecano, y por otro lado, entre homenajes como el que el Bernabéu, tributó a José Martínez “Pirri”, mito del Real Madrid ye-yé y recién elegido presidente de honor del club por la Asamblea celebrada el sábado por la mañana, en sustitución de otro mito del Real Madrid ye-yé, como fue Amancio Amario Varela, fallecido en febrero.
En este partido contra el Valencia, el equipo se presentaba con numerosas bajas como las de los porteros, pues a la larga baja de Courtois se unieron los problemas musculares que sufrió Kepa en el calentamiento del partido de Champions contra el Sporting de Braga, las de los centrales con Militao de baja desde agosto y Rudiger cumpliendo ciclo de amarillas, en el mediocampo Tchoaumeni es baja hasta diciembre por la fractura del metatarsiano que se produjo en el Clásico y Ceballos apenas ha jugado esta temporada por sus recurrentes lesiones musculares y finalmente Arda Guler se ha vuelto a lesionar, cuando estaba a punto de reaparecer, por lo que su lesión de cuádriceps le tendrá otro mes alejado de los terrenos de juego. Por todo ello, Ancelotti tuvo que tirar del Castilla para completar la convocatoria y formó un once titular con Lunin en portería, Carvajal y Mendy en los laterales, con Alaba y Nacho como centrales, Camavinga en el eje del equipo flanqueado por Kroos, con Brahim y Valverde en las bandas y Rodrygo y Vinicius en la delantera, en un cambio de esquema que se aproximaba más al 4-4-2 que al 4-3-3 que ha usado el italiano en lo que va de temporada.
Imagen: realmadrid.com
Y el cambio de esquema no le pudo salir mejor al bueno de Carletto, porque apenas nos habíamos sentado para ver el partido cuando un pase de escuadra y cartabón de Kroos, lo controló Carvajal en una esquina de la frontal del área dejándola botando y enganchando un zambombazo que entró pegado a la cepa del poste y nos dejó a todos estupefactos viendo como el lateral de Leganés había adelantado al Real Madrid, rubricando su extraordinario inicio de temporada. A continuación, comenzó un precioso partido de ida y vuelta en el que el Valencia intentó reaccionar por medio de Hugo Duro que tuvo dos ocasiones clarísimas, que obligaron a Lunin a exhibirse primero sacando con el pie un disparo a bocajarro de nuestro canterano desde el corazón del área pequeña y luego haciéndose grande en un mano a mano, que acabó con Hugo Duro tirando al muñeco y Lunin atrapando la pelota para dejar claro que es un portero como la copa de un pino y que no se va a ir del Real Madrid sin demostrarlo, mientras tanto a Kroos le había dado tiempo a estrellar una falta en la cruceta como el que no quiere la cosa y Vinicius desbordaba constantemente a la defensa valencianista, estando a punto de marcar en una jugada en la que llegó a la línea de fondo, retrocedió regateando defensas dentro del área hasta que pudo chutar y su tiro no entró porque rozó levemente en las piernas de Paulista, cuando ya parecía gol cantado.
Pero al filo del descanso, Vini ya no perdonó más y marcó el 2-0 con un remate con el pecho a centro de Rodrygo, que iba demasiado alto para rematarlo con el pie y demasiado bajo para cabecearlo, por lo que Vinicius se sacó de la chistera este remate con el pecho orientado lejos del alcance de Mamarsdashvili que quedará en la memoria de los aficionados del fútbol. Hay que reseñar que el portero georgiano, había tenido problemas musculares en la primera mitad que le limitaron bastante durante el partido como se demostró cuando comenzó la segunda parte y encajó dos goles en menos de 5 minutos, primero repitió Vinicius con un disparo seco desde fuera del área que entró por el primer palo, y luego fue el propio cancerbero ché quien puso en bandeja el 4-0 a Rodrygo, en una mala entrega a su compañero, que el delantero brasileño interceptó y aprovechó para batir sin contemplaciones al portero valencianista.
Imagen: realmadrid.com
Por todo ello, cuando nos dimos cuenta íbamos 4-0 cuando no habíamos llegado aún a la hora de partido, momento que el Real Madrid aprovechó para bajar el pistón, cambiar a Valverde que se había llevado un doloroso golpe en la cadera por parte de un rodillazo involuntario de Mamarsdashvili al final de la primera parte para dar entrada a Modric, y quien mejor que el mito croata para llevar el partido a un ritmo mucho más lento posibilitando tanto un remate de cabeza del propio Hugo Duro que afortunadamente no empalmó de lleno marchándose fuera como un centro de Brahim que pegó en la mano de Mosquera, interpretando Sánchez Martínez y su compañero de VAR, que no era un mano punible, si debió ser sancionada o no, lo dejó a juicio de la crónica arbitral del gran Nilo Campo. Hay que destacar que hoy Brahim ha estado menos deslumbrante que el miércoles, pero quizá se explique porque el malagueño se ha volcado en ayudar a Mendy en tareas defensivas, lo cual limitó bastante su aportación en ataque.
Poco después Ancelotti comenzó el carrusel de cambios saliendo Lucas Vázquez y Fran García por Mendy y Brahim respectivamente, volviendo Lucas Vázquez al extremo derecho en el que jugaba al principio de su estancia en el Real Madrid, sin embargo pocos minutos después Carvajal (que minutos antes había estado a punto de marcar su segundo gol del partido en un tiro con poco ángulo que sacó con el pie Mamarsdashvili) dejó su sitio al canterano Nico Paz, que tras haber debutado en Champions el miércoles pasado Ancelotti también le dio ayer sus primeros minutos en Liga, devolviendo a su vez a Lucas Vázquez al lateral y quedando la delantera para Rodrygo y Joselu, que había sustituido a Vinicius, quien se llevó una atronadora ovación del Bernabéu, en un partido en el que se le notó ultramotivado, teniendo en mente quizá lo que pasó en mayo en Mestalla y que probablemente tenga su segunda parte en el partido de vuelta.
Imagen: realmadrid.com
Y a pesar de que el partido había muerto hacía rato, aún dio tiempo a ver dos goles más, pues primero Rodrygo redondeó la manita con un regate en el área y un remate raso fuera del alcance del portero ché, para finalmente Hugo Duro desquitarse de todas las ocasiones que falló en la primera mitad que pudieron dar picante al partido, marcando el gol del honor en un disparo seco a la base del poste que esta vez no pudo sacar Lunin, a pesar de rozarla y que acabó con el delantero lesionado por un golpe en el hombro al caer, demostrando que el Valencia ayer no podía celebrar ni los goles.
Por lo que el partido acabó con ese 5-1, que nos hace ir al parón con buen sabor de boca, a pesar de no ser líderes, debido al momento pletórico que vive el Girona, cuando después del parón el equipo catalán reciba al Athletic de Bilbao y visite al Barça, comprobaremos si esa magnífica racha ha sido flor de un día o hay que empezar a considerarlo un verdadero rival por el título de Liga, de momento llevamos un tercio de campeonato y solo ha empatado un partido y perdido el duelo directo con nosotros, teniendo mejores números que equipos grandes como Barça y Atleti, que juegan esta tarde ante Alavés y Villarreal para mantenerse en la pelea. Por su parte, el Real Madrid después del parón visitará Granada y recibirá al Nápoles en Champions y al Cádiz en Liga, en una serie de partidos en el que es necesario que recuperemos cuanto antes a tanto jugador lesionado, víctima de este salvaje calendario que tan poco mira por la salud de los jugadores y tanto por los bolsillos de los dirigentes futbolísticos.
