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¡CAMPEONES DE LA EUROLIGA! Si ganar al Partizán en cuartos se presumía dificilísimo de antemano y más aún tras el 0-2 inicial, conseguir eliminar al equipo serbio fue histórico, pero no menos complicada iba a ser nuestra andanza en la Final Four de Kaunas enfrentándonos a nuestro máximo rival en semis y un posible cruce en la final contra un Olympiacos casi intratable.
Se cumplió el guión y los griegos llegaron a la última cita eliminando al Mónaco, y el clásico se presentaba a flor de piel. Pero de la mano de un más que nunca coloso Walter Edy Tavares y una dirección maravillosa de un Chacho, que siguió con la fiesta que empezó contra Partizán, nos llevamos el mejor y más importante clásico de la temporada (orgásmico). Pero faltaba lo mejor, la guinda del pastel en forma de una canasta marca de la casa de nuestro capitán Sergio Llul en los segundos finales de la final para traer la undécima Copa de Europa a nuestras vitrinas.
