Una cronica de: @luismanper
Llegaba el Castilla al partido de hoy sabiendo que todo el trabajo de la temporada se lo iba a jugar en 90 minutos, que iban a marcar si el equipo seguía con opciones de ascender en las eliminatorias finales de ascenso o si el Castilla se vería condenado a seguir otro año más en Segunda B, como finalmente ha ocurrido a causa de un play-off penoso en el que sólo ha marcado 2 goles que resultaron intrascendentes mientras que ha encajado casi una decena, con esas cifras es imposible tener aspiraciones de ascenso.
Sacó Ramis (que también sale muy tocado y cuestionado de este fracaso de play-off) un once formado por Carlos Abad en portería, Álvaro Tejero en el lateral derecho y Reguilón en el izquierdo con Lienhart y Álex Salto de centrales, (éste último pudo jugar porque el Comité de Competición le retiró la injustísima roja que recibió el domingo pasado en Lleida), el mediocampo lo formaron Enzo Zidane y Marcos Llorente con Febas por delante, Álvaro Jiménez y Mayoral en las bandas y Mariano de delantero centro nato, por lo que dejó en el banquillo a Odegaard y al mejor lateral derecho de la plantilla como es Fran Rodríguez.
Los primeros minutos fueron dominados por el Castilla, a pesar de que vimos el primer fallo defensivo de la defensa castillista que nos pudo costar carísimo pues el mano a mano del delantero catalán ante Carlos Abad se fue fuera por los pelos, pero el protagonista del partido del Castilla era Álvaro Jiménez que estuvo muy incisivo y un Mariano muy activo que tuvo las primeras ocasiones del Castilla pero que no fue capaz de transformarlas y que obligaron al portero del Lleida a dar lo mejor de sí, poco después los centrales leridanos le ajustaron el marcaje y a partir de entonces el magnífico delantero hispanodominicano estuvo siempre muy rodeado, lo que unido a la desconexión absoluta de Borja Mayoral y a los problemas físicos de Febas que hoy jugó forzado provocó un dominio insulso del Castilla que le permitía tener la posesión pero sin apenas crear peligro en el área del Lleida.
Pero otra empanada defensiva permitió a otro delantero del Lleida plantarse de nuevo en uno contra uno ante Carlos Abad y llegó la jugada polémica del partido, pues el jugador catalán intenta regatear a nuestro portero con un control orientado que se le va lejísimos y cuando ve que no puede llegar busca el cuerpo de Carlos Abad, que como no puede esfumarse choca contra el delantero y éste cae dentro del área. El árbitro señaló penalti y expulsión de nuestro portero en una decisión para mí exagerada, ya que el mal control del delantero desbarata la ocasión clara de gol que justificaría la expulsión del portero. El caso es que el Castilla se quedó con 10 porque Alfonso Herrero tuvo que entrar en lugar de Febas y el portero toledano hizo una estatua “made in Oblak” en el penalti por lo que el marcador se ponía 0-1 con un hombre menos.
A partir de ese momento el Castilla se borró del mapa y en el resto del primer tiempo no se le volvió a ver en ataque porque el gol rival le dejó K.O; teníamos la esperanza de que el segundo período cambiara las tornas pero los segundos 45 minutos empezaron aún peor ya que otra falta que no era pitada en un extremo del mediocampo, acabó con un delantero del Lleida entrando como Pedro por su casa hasta el área pequeña de Alfonso Herrero sin la oposición de ningún defensa castillista, el delantero tiró de veteranía y picó el balón por encima del portero toledano con una vaselina que éste rozó pero que no pudo evitar que acabara entrando.
A partir de entonces, el Castilla fue un cadáver viviente y ni siquiera le reanimaron las sustituciones de Enzo Zidane por Odegaard ni de Christian Cedrés en lugar de Reguilón en la que Ramis dejó al equipo con 3 defensas en otro de sus numerosos errores de planteamiento en el día de hoy, porque casualmente los 2 goles del Lleida en la segunda mitad llegan por la banda izquierda que el entrenador del Castilla había decidido dejar sin lateral. Y es que el Castilla estaba tan groggy que no iba a tardar en recibir el 0-3 en otra internada hasta la cocina de un delantero del Lleida a quien nadie estorbó y que acabó batiendo a Herrero por el palo largo para sentenciar el partido y certificar el fracaso del Castilla en este play-off, que ha tirado por tierra el trabajo de toda una temporada.
Por lo tanto, el Castilla ha terminado hoy su temporada de la peor manera ya que a pesar de conseguir el liderato del grupo en la Liga Regular, no ha tenido ninguna opción ni ante el UCAM Murcia ni ante el Lleida, pues aunque equipos tienen menos calidad que el Castilla, le han aplastado en eso que se denomina “el otro fútbol” sin miedo a meter la pierna y con alguna ayuda arbitral que les facilitó el camino en forma de expulsiones injustas en 3 de los 4 partidos disputados, pero cuando marcas 2 goles en 4 partidos y recibes casi 10 tantos cuando te crearon poquísimas ocasiones durante los encuentros sólo queda hacer autocrítica tanto a nivel de jugadores como de entrenador, porque en estos partidos de play-off solamente han rendido a su nivel Marcos Llorente y Mariano, que deben ser los únicos jugadores que la próxima temporada formen parte del primer equipo.