Un articulo de: @luismanper
Empezaba el Real Madrid la pasada temporada en el pasado mes de agosto con la esperanza de que se abría una nueva etapa tras un decepcionante año sin títulos que desembocó en el despido de Ancelotti y en la apuesta por el regreso al club que le formó de Rafa Benítez, con la incertidumbre propia de los comienzos de una era y con las dudas que generaba confiar la suerte de un proyecto a un entrenador cuya trayectoria ya estaba en curva descendente, empezó la Liga de nuestro equipo la cual voy a recordar en este artículo-balance.
Estrenamos la temporada volviendo al Molinón ante un Sporting de Gijón que volvía a la Liga BBVA tras varias temporadas en la Liga Adelante y en la primera jornada comenzamos a darnos cuenta que esta Liga quedaría muy lejos de ser un camino de rosas, porque no fuimos capaces de marcar un gol al equipo asturiano y vimos las primeras decisiones arbitrales polémicas de esta temporada con un penalti a favor no pitado y un gol fantasma del Sporting no concedido, por lo que perdimos los primeros puntos de la temporada empatando a 0 ya en la jornada 1. En las siguientes jornadas el equipo reaccionó y endosó sendas goleadas por 5-0 al Betis y 0-6 al Espanyol, para después ganar sudando sangre al Granada en el Bernabéu con un gol injustamente anulado a los nazaríes y después llegaría la victoria por 1-2 en San Mamés en uno de los escasos partidos en campos difíciles que el Real Madrid ganó en la primera vuelta, pero volvieron los síntomas alarmantes cuando el equipo dio una lección de incapacidad de anotar un gol en el Bernabéu contra el Málaga y cuando parece que el balón entró el árbitro no concedió el gol fantasma de Isco así que otros 2 puntos menos…
En la siguiente jornada visitábamos el Calderón dónde nos adelantamos con gol de Benzema quien remató un estupendo pase de Carvajal, después empezó el recital de Sergio Ramos en el que nos enseñó todo lo que un defensa no debe hacer y tras una pérdida de balón absurda que acabó en un mano a mano ante Keylor Navas en el que el propio Ramos intentó corregir su fallo cometiendo un penalti tan claro como rídiculo, el cual para su fortuna el portero costarricense consiguió detener a Griezzmann, pero la mala suerte no iba a acabar ahí y Carvajal iba a caer lesionado poco antes del descanso lo que unido a la larga baja de Danilo, obligó a Benítez a sacar a Arbeloa quien demostró que ya no está para estos trotes de partidos de exigencia máxima y fue desbordado una y otra vez por Carrasco, quien en una de sus incursiones acabó poniendo un pase al corazón del área pequeña que quedó muerto y fue empujado por Vietto para empatar el partido… y gracias porque Keylor evitó la victoria colchonera sacando una mano prodigiosa ante un trallazo desde fuera del área de Jackson Martínez.
Llegó a continuación el primer parón de selecciones y en él cayeron lesionados varios jugadores, por lo que el número de bajas para esas alturas de la temporada empezaba a ser preocupante ya que coincidieron las lesiones de varias semanas de jugadores como Benzema, James o Danilo, y las recurrentes recaídas de Bale y de Sergio Ramos que tenía el hombro maltrecho desde el primer partido de Champions, por lo que el equipo empezaba a notar esas ausencias durante los partidos. Sin embargo, en Liga los rivales eran fáciles y el Real Madrid conseguía mantener la tendencia ganando al Levante (donde volvió a recaer Bale), al Celta por 1-3 en Balaídos en un partido jugado sin apenas descanso entre el partido de Champions que jugó esa semana y finalmente la victoria en el Bernabéu ante Las Palmas, en el partido donde debutó Kiko Casilla debido a que las lesiones habían llegado hasta la portería y Keylor también se vio obligado a pasar por la enfermería.
Y a partir de entonces empezó el descalabro que marcó el punto de inflexión de la temporada, en primer lugar cuando desperdiciamos un gol de ventaja obtenido en el Sánchez Pizjuán gracias a una preciosa chilena de Sergio Ramos, que después tuvo que dejar el campo porque al caer se volvió a hacer daño en el hombro del que no acababa de recuperarse, pero entonces el equipo se despeñó por el precipicio hasta el punto de que el Sevilla nos remontó hasta ganarnos 3-2 en un partido poco afortunado de Kiko Casilla en el que el portero catalán pudo hacer mucho más en los goles sevillistas y en el que reapareció James tras una larguísima lesión para maquillar el resultado.
Pero lo peor estaba por llegar y tras el segundo parón de selecciones de la temporada llegó el Clásico del Bernabeú, en el que Benítez se traicionó a sí mismo sacando el once de jugones que la prensa le reclamaba sin Casemiro y con un mediocampo formado por Kroos, Modric y James, de la humillación que llegó después en forma de 0-4 mejor no doy detalles porque todos los madridistas recordamos amargamente la incomparecencia de nuestros jugadores el día que Neymar, Luis Suárez e Iniesta dieron una exhibición en nuestro campo mientras Messi observaba desde el banquillo como no le había hecho falta forzar la reaparición de su lesión para que el Barça arrasara al Real Madrid en su propio campo, la expulsión de Isco por un patadón tremendo a un rival fruto de la impotencia fue la culminación del esperpento de aquel Clásico que dejó sentenciado el futuro de Benítez en nuestro club.
Esa humillación dejó al Real Madrid tambaleándose como demuestra el hecho de que en el siguiente partido de Champions, el equipo se adelantara 0-4 y acabara pidiendo la hora porque nos habían marcado 3 goles en los últimos 15 minutos. En Liga sacamos adelante los siguientes compromisos venciendo 0-2 en Éibar y esa semana llegó el ridículo de Cherishev, en el que el jugador ruso fue alineado en Copa contra el Cádiz sin que ningún miembro del club cayera en la cuenta de que si jugaba el ruso el club sería sancionado por alineación indebida ya que había cumplido ciclo de amonestaciones en su último partido de la anterior Copa, ni el Villarreal avisó cuando el jugador regresó de su cesión ni la RFEF lo notificó personalmente al club ni nadie del extenso departamento administrativo del club se percató de que el jugador estaba sancionado, concatenación de circunstancias que desembocó en la eliminación copera del club.
En la siguiente jornada goleamos al Getafe en el Bernabéu por 4-0, pero al primer compromiso difícil todo se torció de nuevo y la visita al Madrigal se tradujo en una nueva derrota especialmente dolorosa porque el Real Madrid no existió en todo el primer tiempo y sólo reaccionó en los segundos 45 minutos cuando ya perdíamos 1-0 y fue imposible remontar dando los jugadores una imagen patética que tan cara nos ha salido. Los 2 últimos partidos del 2015 los saldamos con 2 goleadas en el Bernabéu, la primera se la endosamos al Rayo de Jémez por 10-2 en un partido en el cual el equipo vallecano se quedó con 9 jugadores en el minuto 30 de la primera parte y el último partido del año en el que vencimos 3-0 a la Real Sociedad.
El 2016 empezó tan mal como acabó 2015 y la visita a Mestalla iba a ser el último partido de Benítez como técnico del Real Madrid y es que en este partido y otros como el de Málaga es la muestra perfecta de los 2 factores que nos han ocasionado perder esta Liga, los errores arbitrales en contra y la dejadez de unos jugadores que tiraban partidos que tenían ganados. Empezamos ganando y al filo del descanso llegaría la jugada clave del partido cuando Bale se internó en el área y fue derribado claramente sin que el árbitro quisiera señalar penalti, en el siguiente contraataque el Valencia pilló en bragas a nuestra defensa por enésima vez y Pepe tuvo que arrollar al atacante para que no fusilara a Keylor, ese penalti si se señaló y Parejo no le tembló el pulso para batir al portero tico, como si le había ocurrido la temporada anterior en el Camp Nou cuando tiró a las manos de Bravo un penalti que habría dado emoción a la Liga pasada. Pero el esperpento de partido no iba a acabar ahí, y después de quedarnos con 10 justamente debido a la expulsión de Kovacic por una dura entrada con los pies por delante, Bale consiguió un golazo de cabeza que puso el 1-2 en el marcador y a continuación, Ramos y Pepe tiraron el partido, quedándose impasibles mientras los delanteros valencianistas se pasaban el balón de cabeza en el área hasta que Alcácer acabó batiendo a Keylor para establecer el 2-2 definitivo.
Días después Benítez era despedido y Zidane fue ascendido al primer equipo, cuando cogió al equipo Zizou se quedó horrorizado viendo el deplorable estado físico de muchos jugadores, por lo que aprovechando que el equipo estaba eliminado de Copa tuvo que hacer una mini-pretemporada para poner a punto a jugadores como Isco, James y Danilo que estaban lejísimos de su mejor nivel. Sus primeros partidos se saldaron con sendas goleadas al Depor y al Sporting, pero en la primera salida llegaría el primer revés de Zidane como entrenador cuando el equipo no fue capaz de ganar al Betis que se adelantó con el gol de su vida de Cejudo y sólo pudieron empatar el gol inicial bético, la semana siguiente el equipo volvió a golear en el Bernabéu esta vez al Espanyol y en la siguiente salida del Bernabéu, el Real Madrid volvió a sudar la gota gorda para ganar fuera esta vez al Granada, otro estadio donde el Real Madrid empezó ganando, se relajó dando el partido por ganado, le empataron al comienzo de la segunda parte obstrucción del árbitro incluida que provocó la pérdida del balón de Modric que desembocó en el empate del Granada y tuvo que enmendar el propio jugador croata con impresionante trallazo desde fuera del área que entró por toda la escuadra para colocar el 1-2 en el marcador.
La Champions estaba a punto de volver y el equipo seguía ganando en casa sin problemas y dando una imagen bochornosa cada vez que jugaba fuera, así pasó en el partido previo a la eliminatoria de octavos contra la Roma se saldó con una goleada por 4-2 al Athletic de Bilbao en el Bernabéu y en la visita a Málaga donde se volvió a ver resumidos en un solo partido las 2 causas que le han costado al Real Madrid no ganar esta Liga, los errores arbitrales y la indignante dejadez de los jugadores. En ese partido de la Rosaleda, el Real Madrid se adelantó con un gol en fuera de juego de Cristiano Ronaldo, después el árbitro se comió un penalti al portugués y pitó otro penalti minutos más tarde que CR7 estrelló en el cuerpo de Kameni desperdiciando la ocasión de sentenciar el partido, a partir de ese momento al equipo no se le vio y regaló al Málaga más de una hora de partido que provocó que los malagueños igualaran el partido y el Real Madrid se dejara muchas opciones de ganar esta Liga.
La semana siguiente había derbi en el Bernabéu y volvimos a hacer el ridículo ante el Atlético de Madrid, el equipo hizo una primera parte aceptable aunque sin apenas ocasiones pero una vez más la empanada defensiva era notable como demostró el gol que marcó Griezmann al comienzo del segundo tiempo en el que el Atleti llegó en una contra al área de Keylor sin que ningún jugador madridista se acercara siquiera a molestar por lo que el francés acabó batiendo a Keylor sin oposición alguna, después el equipo intentó reaccionar a contrarreloj y tampoco fue capaz y como no podía ser de otra manera, el árbitro tampoco ayudó tragándose un claro penalti de Gabi sobre Danilo. En la rueda de prensa posterior al partido, Zidane daba la Liga por perdida al quedarnos ya a 10 puntos del Barça.
Quien nos iba a decir a Zidane y a los madridistas en ese momento, que desde entonces hasta el final de Liga el Real Madrid iba a contar sus partidos por victorias, ya que a pesar de los triunfos en el campo del Levante por 1-3 el día en el que Borja Mayoral marcó su primer gol como jugador de la primera plantilla y la posterior goleada por 7-1 ante el Celta, pero después llegaría la enésima salida dónde el equipo dio una imagen lamentable, esta vez fue ante Las Palmas dónde el equipo se adelantó en el marcador, volvió a dormirse ofreciendo un fútbol penoso sin apenas acercarse al área rival, por lo que le empataron en la segunda parte tras un error garrafal de Kovacic que entregó el balón en nuestro campo a un jugador canario que venía en carrera y esa jugada acabó en el gol que ponía el 1-1 en el marcador, el propio Casemiro tuvo que intervenir en el descuento para marcar un gol de cabeza y decantar el partido a nuestro favor cuando peor pintaban las cosas.
El siguiente encuentro se saldó con otra goleada en el Bernabéu por 4-0 al Sevilla, y después de otro parón de selecciones llegó el Clásico del Camp Nou, en el que vimos una primera parte muy igualada en la que Sergio Ramos se jugó la expulsión varias veces y una segunda parte loca en la que se adelantó el Barça con un gol de córner de Piqué, que situaba en ese momento al Real Madrid a 13 puntos del equipo catalán, pero el equipo reaccionó a tiempo y remontó el partido con un gol acrobático de Benzema, un gol anulado a Bale que aún hoy nos preguntamos que vería el árbitro ilegal para invalidar ese gol y el tanto final de Cristiano Ronaldo que colocó el 1-2 en el marcador y permitió una pequeña revancha ante el Barça.
A partir de entonces, empezó la debacle del conjunto culé con sus derrotas ante la Real Sociedad y ante el Valencia y la Liga se igualó hasta límites insospechados porque el Atleti igualó a puntos y el Real Madrid se quedó a un punto del Barça, pero el conjunto catalán reaccionó y aguantó la presión que le metió el Real Madrid con todas sus victorias, primero goleando al Éibar, luego al Getafe en el Coliseum, después al Villarreal y finalmente con 2 meritorios triunfos fuera de casa primero ante el Rayo dónde hubo que remontar un 2-0 inicial por la enésima caraja defensiva y una semana más tarde en Anoeta dónde un solitario testarazo de Bale permitió al Real Madrid seguir presionando hasta el último día, finalmente el equipo venció al Valencia por 3-2 en el último partido de la temporada en el Bernabéu que sirvió como despedida de Arbeloa y finalmente el partido de Riazor dónde el Real Madrid fue campeón durante los minutos que pasaron entre el gol inicial de Cristiano y el gol de Luis Suárez, que empezó su hak-trick y que acabaría dando la Liga al Barça.
En definitiva, el Real Madrid ha perdido esta Liga por una suma de circunstancias en las que las más importantes fueron la inadmisible dejadez de los jugadores que le llevaron a regalar muchos partidos en la primera vuelta y los errores arbitrales que impidieron a nuestro equipo sumar algún punto más y al Barça algún punto menos, pero a mí esa excusa no me vale cuando teníamos en la mano varios partidos que los jugadores regalaron de manera indignante y que hoy echamos de menos, porque de haberlos ganado nos habrían dado el campeonato. Esperemos aprender para el año que viene, que las Ligas hay que lucharlas desde el principio y no intentar arreglar en 3 meses lo que no se ha hecho en 6 o intentar hacer en 12 jornadas lo que no se ha hecho en 26.