Una crónica de: @elcarrildel2
El Real Madrid se ha impuesto (88-89) al Obradoiro, en el partido correspondiente a la Jornada 32 de la Temporada Regular de la Liga ACB, disputado en el Pabellón Multiusos Fontes do Sar, de Santiago de Compostela.
Faltaban dos décimas para el bocinazo final. Llull se jugó una de sus mandarinas que nos condenaba a la derrota, emborronando su buen partido. El defensor del balear recibió entonces una ayuda, que dejó solo a Abalde. Tuvo el gallego el acierto de acudir a por el balón, que agarró y metió en el aro local a falta de dos décimas de segundo par el bocinazo final. El tiro infame de Llull se convirtió en una asistencia, que permitió que la victoria viajara hasta Madrid.
Salió Obradoiro a revienta calderas, sabedores de que su puesto en la Liga ACB corre serio peligro. Parecía que no habían elegido el mejor día, ante un Madrid que se presentaba en el pabellón tras seis victorias seguidas y una buena imagen recuperada, a más de clasificado para la Final Four de Belgrado.
Fue baja Rudy, por un golpe en la muñeca, a más de los ya sabidos Alocén, Tompkins y Heurtel. Fue una tarde en la que brillaron más los ataques que las defensas. Eso permitió a los tiradores locales tener una tarde de muchos aciertos, nada menos que un 56% desde la línea de tres, con 14 canastas de 25 intentos.
Al minuto 10 nos fuimos con un 21-23, distancia que se mantendría en el descanso, 44-46. Destacaban por el Madrid Abalde y Llull. Por contra, Nigel WG nos ofrecía otro mal encuentro, tanto en la dirección como en la anotación.
Decía Laso a la vuelta de vestuarios que “Ellos han metido, debemos defender mejor. Ofensivamente hemos estado bien”.
Dispuso Randolph de cinco minutos en el segundo cuarto. Muy desacertado, por mucho que reclamase dos faltas personales, una de ellas estando en el aire, que desde luego lo parecieron. Lamentablemente, cada día parece este jugador más marginal en la rotación.
Tampoco anduvo fino Causeur, al que incluso se vio despistado y lento de reacción en alguna acción defensiva. Su valoración de -3 y sus cero puntos anotados dejan su aportación ayer bien clara en los 16 minutos que estuvo el galo en pista.
Todo lo contrario que un Poirier que parece haber recuperado ese estado de forma pletórico que lució cuando llegó a nuestras filas. Un auténtico titán en el rebote (ocho capturó ayer), y dando aire a un Tavares que parece acusar cansancio.
Al minuto 30, el marcador reflejaba un 63-62, con un parcial de 19-16. En el último acto, el rebote ofensivo de los gallegos nos hacía daño, mientras a ellos los daba segundas oportunidades. Scrubb tenía un buen día en la anotación.
Lograba el Madrid irse siete arriba (77-84) a falta de cuatro minutos para el final. Dio la impresión de que podíamos tener una cierta tranquilidad. Craso error. Dos triples consecutivos metían de nuevo a Obradoiro en el partido, que se ponía por delante con el tercero (86-84, a 1,42 del final).
Apareció entonces Deck. Dos robos consecutivos del argentino nos dieron mucho aire, y eso que desperdiciamos el primero con dos triples errados, por parte de Llull primero y Hanga después. El húngaro fallaría además un tiro libre con uno arriba a 26 segundos del final que daba posibilidad de victoria local, pues el marcador señalaba 86-87.
Llegaba el Madrid al último ataque de Obradoiro con solo dos faltas cometidas. A 10,6 segundos del final, tiempo muerto de Pablo Laso. Replicó al mismo Obradoiro con una jugada de pizarra que salió a la perfección. 88-87 a 6,6 segundos del minuto cuarenta. Abalde, como ya hemos comentado, resolvió prácticamente sobre la bocina.
Destacados: Llull (24 de valoración, 21 puntos, 6 asistencias), Poirier (23-11-8 rebotes), Yabusele (12-8), Hanga (10-13).
Tiros de Campo 22 de 36 (61%), Tiros de Tres 10 de 22 (46%), Tiros Libres 12 de 17 (71%), Asistencias 19-13, Rebotes ofensivos 17-21, Rebotes Defensivos 9-9, Tapones 2-5, Pérdidas 7-9, Robos 3-6, Faltas 17-18.
Buenos días a todos. HALA MADRID.