Por: @DanielHeredero
EL FICHAJE DE KUBALA
Mucho se ha hablado en los mentideros culés del “favor” del régimen franquista hacia el Real Madrid en el fichaje de Di Stefano, en las tres anteriores entregas pudisteis conocer los hechos y los personajes que llevaron a Di Stefano al Real Madrid, casi todos ellos desmienten como no podía ser de otra manera la tesis culé.
Pero para para aclarar aún más lo lejos que están los hechos de las fábulas diseñadas en la Ciudad Condal, me voy a ir a unos pocos años antes del fichaje de Don Alfredo, concretamente me voy a centrar en el fichaje del que hasta la llegada de Alfredo era la gran estrella del Barça y de la liga española de los primeros 50, estoy hablando naturalmente de Ladislao Kubala.
El fichaje de Kubala por el Barça, es un ejemplo demoledor de cómo, lejos de los que aseguran o insinúan los culés, el régimen no hacía distingos entre los dos clubes y que además hizo esfuerzos destacadísimos e ímprobos para ayudar a los culés en su deseo de incorporar al húngaro a sus filas.
Veamos que nos cuenta Wikipedia sobre el jugador:
Nació el 10 de junio de 1927 en Budapest y la guerra le marcó su juventud condicionando su evolución como jugador. Para triunfar en el mundo del fútbol Kubala hubo de jugarse su vida y la de su familia para dejar atrás el telón de acero. Hombre de profundas convicciones religiosas este «barcelonés de Budapest», como le bautizó un periodista catalán, tenía fama de generoso y familiar. Debutó en Primera con el Ferencváros. Durante la guerra, emigró a Checoslovaquia y se enroló en las filas del Bratislava. Volvió a su país una vez firmado el alto el fuego para fichar por el Vasas de Budapest.
Después de disputar un partido en la capital húngara, se despidió de su madre sin confesarle que había decidido cruzar el telón de acero. Acompañado de otros cuatro compañeros de equipo y de varias personas más, cruzó la frontera austríaca en un camión con matrícula soviética. Tardó años en volver a ver su madre.
Una vez en Occidente, los problemas continuaron. La Federación húngara le acusó de delincuente y estafador y la FIFA le suspendió durante un año. Durante ese periodo, el jugador se enroló en la filas del ProPatria, el único equipo italiano que le dio garantías económicas. Kubala acabó en un campo de refugiados en Cinecittá, donde ya le acompañaba parte de su familia. Entre otros, se encontraba su cuñado, el entrenador Fernando Daucik, el cual fundaría el Hungaria, un equipo integrado por exiliados que recorrió media Europa e incluso Sudamérica y fue muy afamado por su gran juego dirigido y organizado en su totalidad por Fernando Daucik.
Kubala salvó su vida de manera milagrosa antes de llegar a España. Hay un momento clave en la vida del genial jugador. Tras huir de su Hungría natal, Kubala estuvo a un paso de fichar por el Torino. El club italiano vivía un momento dulce y estaba considerado como el mejor equipo de Europa. A pesar de las buenas perspectivas y de la delicada situación del jugador, lo cierto es que no llegó a un acuerdo con la entidad turinesa y el fichaje no se llevó a cabo. Poco después aquel histórico equipo realizó una triunfal gira por Portugal y Europa. De vuelta a Italia, el avión que trasladaba a la expedición sufrió un terrible accidente en Superga. Los equipos de rescate no encontraron supervivientes entre el pasaje. De haber fichado por el Torino, Kubala hubiera formado parte de la plantilla que realizó aquella gira fatídica.
En una de sus giras con el Hungaria, Kubala recaló en Barcelona para disputar un amistoso frente al RCD Español. José Samitier, director técnico del F.C. Barcelona, quedó prendado con las evoluciones de aquel maravilloso jugador de 23 años. El 15 de junio de 1950 firmó por el Barça.
Maticemos algunos detalles, las convicciones religiosas de Kubala debían ser sobrevenidas, porque lo cierto es que para fichar por el Barça tuvieron que bautizarle en Murcia, dado que en aquellos tiempos todo español tenía que ser católico, así que como paso previo a su nacionalización, se montó un espectáculo propagandístico alrededor de su conversión al catolicismo.
No es cierto que sobre el jugador pesara una sanción de la FIFA de un año, dicha sanción era hasta que se resolviera su situación con la Federación Húngara, que lo había denunciado, ese era el motivo y no otro de que no hubiera firmado por el Torino.
El Hungaria como dice en el último párrafo estaba en Barcelona porque el Real Madrid, que era el club que había traído a España a dicho equipo, había llegado a un acuerdo con el RCD Español para que jugara un amistoso allí.
De hecho el Real Madrid hace una oferta a Kubala antes de su viaje a Barcelona, pero allí Pepe Samitier, a la sazón director técnico del Barça, le convence de que acepte la oferta del Barça, para lo cual ficha también a su cuñado Daucik como entrenador. Hasta aquí todo correcto, Samitier se movió bien y le arrebato el fichaje al Real Madrid. A partir de aquí empieza el sainete…
No es la primera vez que hablo de Pepe Samitier, pero va siendo hora de que expliquemos que Samitier era amigo personal de Francisco Franco, con el que compartía afición por la caza y con el que había ido de montería en más de una ocasión.Samitier, al que Franco admiraba, tenía acceso directo al palacio de El Pardo, y allí se las arregló para utilizar sus influencias de tal manera que el régimen le concediera la nacionalidad española a Kubala, paso necesario, para que pudiera soslayarse la sanción de la UEFA, cambiando de nacionalidad y gracias a su condición de refugiado político, la Federación Húngara no tendría ya ninguna autoridad sobre el jugador.
El plan estaba bien diseñado, ya sólo faltaba que la maquinaria franquista se pusiera manos a la obra para ayudar de firme al FC Barcelona.Y aquí interviene otro viejo conocido nuestro del que también hablé en la última entrega, Don Armando Muñoz Calero, que en aquel año 1950 era presidente de la RFEF, quien aconsejado por El Pardo, decidió ponerse manos a la obra para conseguir el fichaje a cualquier precio. Previo bautizo en Águilas (Murcia) de Kubala, a quien apadrinó el propio Muñoz Calero en aquella ceremonia celebrada en la ciudad natal de Don Armando, se ocupó de conseguirle el status de refugiado político y posteriormente su nacionalización, y todo ello a pesar de que sobre el jugador recaía una sanción a perpetuidad por la denuncia de la Federación Húngara.
La situación de Kubala era bastante común en algunos jugadores de países del este que habían huido de aquellos, de manera que el propio Jules Rimet, entonces aun presidente de FIFA solicito de esos países y en particular de Hungría una explicación de la denuncia que no fuera por supuesto de carácter político, la respuesta fue vaga e inconsistente y el problema se fue difuminando.
El Barcelona firma un contrato de jugador aficionado (¡cobrando!) y lo incorpora a su disciplina. En estas, el 12 de octubre de 1950, Kubala debuta con el Barcelona en un partido amistoso, a pesar que lo tiene expresamente prohibido. El Real Madrid que ya estaba mosqueado por lo que consideraba una actuación desleal y que se saltaba a la torera el pacto de no agresión entre ambos clubes respecto del fichaje, eleva una protesta formal a la RFEF que responde así: “Tanto dicho señor como sus compañeros del Hungaria CF no pueden actuar en ningún club reglamentariamente afiliado a una Federación nacional inscrita en la FIFA, salvo que los interesados presenten el certificado de transferencia de su Federación de origen, la cual, por lo que respecta concretamente a estos jugadores, no la dará, por haber abandonado el club que poseía los derechos reglamentarios sobre ellos […] su participación en partidos amistosos no será posible tampoco, pues para tomar parte en los mismos ha de estar inscrito en el club que trate de alinearlo, y esta Real Federación Española de Fútbol, en cumplimiento de la advertencia que le ha sido hecha, no despachará ninguna solicitud que en tal sentido se le curse…” (como podéis observar algo parecido a lo que años después sucedió con Di Stefano).
La consecuencia de esta actuación del Barça, muestra a las claras el interés de la RFEF de no torpedear en absoluto su fichaje, sino todo lo contrario: le imponen al Barça una multa de ¡50 pesetas! Una cantidad irrisoria, tanto que vuelve a jugar otros tres amistosos más, contra el Zaragoza y dos contra el Eintrach de Frankfurt, todos ellos saldados con multas de 50 pesetas, sin incremento de la multa, ni consideración de la reiteración en la falta, la RFEF trabaja de firme para que el jugador juegue con el Barça a toda costa. Finalmente su nacionalización express allanó el camino y dos pagos uno de 12 millones de liras al Pro Patria italiano y otro de 300.000 pesetas al Vasas húngaro permitieron que la Federación Húngara finalmente emitiera el transfer internacional.
Tras todo este sainete, con bautizo incluido, queda una vez más en evidencia la ridícula acusación de que el Real Madrid fue el equipo del régimen, más al contrario, parece claro que el franquismo trabajó duramente para conseguir que Kubala jugara en el Barça.El presidente Montal era franquista, Pepe Samitier no era sólo franquista, sino amigo personal del dictador y Armando Muñoz Calero era franquista, todos ellos consiguieron que Kubala jugara en el Barça.
Y después de saber todo esto, todavía habrá alguno que me vuelva a mencionar el favoritismo del régimen… Tranquilos, hay más historias que seguiré desgranando sobre la gran mentira culé.