Un articulo de: @ErZuru2000
Con la venia.
Estaba yo el domingo anochecido del 29 de abril trasteando por el twitter cuando acaeció que el Barcelona acababa de ganar la liga matemáticamente. No me enteré por consultar cualquier página de esas que te informan de resultados on line, no. Me enteré porque de repente en mi TL empezaron a asomar mensajes de felicitación. Muchos de ellos, madridistas.
Vaya por delante que, por mi parte, se merecen todo el respeto del mundo a pesar de mi incomprensión hacia el acto de agradecimiento. Pasados unos pocos minutos advertí y avisé (modestamente) sobre el auténtico calado del sujeto al que se felicitaba. Alguien (siento no recordar su nick) me dijo que deberíamos tirar de señorío y no hacer como ellos.
Y henos aquí de nuevo, con el manido tema del señorío. Concepto que utilizan, como arma arrojadiza, todos los enemigos del Madrid. Y siempre de la misma manera: ¡El Madrid de D. Santiago Bernabéu, ese sí que era señorial!. Dicha afirmación admirativa puede tener su fundamento en, al menos, dos tipos de mentalidades. Una, la de alguien profundamente desinformado y que habla o escribe de oídas. La otra, la de un miserable mentiroso. No son incompatibles.
Cualquiera que se haya tomado la molestia de leer algo en Google sobre D. Santiago, sabe que éste dejaba a Mourinho (en su época de entrenador del Madrid) en un educado y adorable infante. Y también saben cuál era el señorío que se gastaba el Madrid de D. Santiago. Nada de pasillos y de culos en pompa, nada encajar humillaciones y poner la otra mejilla. El señorío consistía, básicamente, en poner el club al servicio de quién lo necesitase de verdad. Incluyendo a rivales. Ni más ni menos. El señorío no se presume, se ejerce. El señorío se guarda para las ocasiones señaladas y para los rivales. Nunca para el enemigo.
¿Felicitarían ustedes, por su cumpleaños, a alguien que no para de insultarles? No, ¿Verdad? Pues eso. ¿Felicitarían ustedes a alguien que, durante décadas y lustros, no ha dejado de echarles mierda sobre su historia, su imagen y su prestigio bien ganado? ¿A qué no?.
El sujeto a felicitar ha hecho eso y algunas cosas más. Este sujeto no es un simple club de fútbol, ¡Ojalá lo fuera! Es algo mucho más siniestro y poderoso. En realidad es una amalgama de intereses políticos, deportivos y mediáticos, porque ellos así lo han querido desde siempre. ¿Qué supone felicitar a esta gente? Pues ahí va un detalle:
Supone felicitar al lazo amarillo de los dizque presos políticos. Ya sé que hay muchos aficionados culés que no están de acuerdo, pero que consienten lanarmente con su silencio. Son culpables por inacción o cobardía. Incapaces de renunciar son gentes más preocupadas por un simple equipo de fútbol que de su nación.
Supone felicitar a muchos de los que maltrataron y humillaron a nuestra policía y guardia civil no hace mucho. Piensen en ellos y si son capaces de desvincular un asunto como este de lo que ocurre habitualmente en el Nou Camp, o son ustedes unos privilegiados o son algo que me reprimiré de escribir.
Supone felicitar al tipo más cínico nunca jamás visto: Pepe Hucha (aka Pep), quien, por si no recuerdan, en ciertas semifinales de Champions vino al Santiago Bernabéu a insultar al presidente del Madrid, al club y a su entrenador. La misma histérica victimista que acuñó lo de Central Lechera. El mismo macarra con ínfulas, incapaz de reconocer ni un solo mérito del rival. Ya sea con el césped como justificación, el árbitro o el carácter atlético del rival. El mismo que hace unos meses calificó a España de estado represor. Sí, a ése también le están felicitando.
Supone felicitar al jefe del Bein, el comunista/troskista multimillonario que (supuestamente) organizó el butifarrendum del 1-O. Ese que, en su sectaria plataforma, pone extrañas repeticiones de jugadas o no las pone, seleccionadas sin ninguna maldad ni sectarismo. Ese que odia a su nación, también es felicitado. El primo hermano de Gargamel.
Supone felicitar a un montón de gente que se levanta por las mañanas con la palabra facha en la boca. Facha, ladrón, vago o borracho. Elijan la que menos les guste. Dedicadas a todos ustedes y a mí.
Supone felicitar a la mafia federativa (más viva que nunca). Supone felicitar a Carapandereta Arminio y, por extensión, a Del Burgos Bengoetxea por expulsar a Ronaldo, a Hdez bis por anular goles a Bale o expulsar a Ramos, a Fdez Borbalán y a VictorianoTeQueremos Lahoz. Me permito incluir en este párrafo a insignes ejpertos albitrales como Pichirrín Iturralde o Mr Rabillo de Oliver. Si alguien es feliz en estos momentos, sin duda, es este par. Han hecho lo posible y lo imposible. Incluso se han prestado voluntariamente a quedar como dos perfectos gilipollas. O tal vez no se hayan prestado y sean así de verdad.
Supone felicitar a Juanma Castañuelas, a Paquito Picaflor González o Policarpo Trincón, por aquel penalti de Benatia. Sí amigos/as, aquello del escándalo mundial para siglos venideros. Y, ¡Cómo no!, supone felicitar a Lololama por tantas y tantas cosas. Recuerden como cerraba el puño de alegría en aquel gol que el Barça le marcó al Madrid. Imagínense lo que sentiría el domingo anochecido. Este no podía faltar.
Supone felicitar a Manu NoHayAntimadridistas Carreño. Y a toda su redacción de La Ser. Esa que está al borde el ERE. Y por partida doble a Castañuelas&Manu por ese programa de la Cuatro que está al borde del precipicio y que tan atinadamente produce, edita y manufactura Gangoso Pulido, a quien sería extensible la felicitación.
Supone felicitar a Santi Kalimotxo Segurola. El mismo que un día publicó un artículo describiéndonos a los madrileños como cromañones dispuestos a la caza del vasco/catalán. El que la tomó con el pobre Ribery hace pocos días…o con Bale va para seis años. El tipo más soberbio, engolado, vanidoso y sectario que ustedes se hayan podido echar a la cara.
Supone felicitar a ese trío que nos amenizaba las retransmisiones del Movistar. Pelopincho Martínez, Doña Croqueta Robinson o Mikildini. Cada cual con su ristra de insultos y menosprecios a jugadores y afición.
Supone felicitar al diario de la Hernia, el que nunca miente, o al diario de la Ouija, el que nunca manipula información. De los panfletos Sport o Mundo Deportivo, ni hablamos. No me cabe ninguna duda de que sus directores están henchidos de gozo por la nueva liga a pesar de que, muy probablemente, las cifras de ventas del lunes no justifiquen su felicidad.
Supone felicitar al Fredi Supercroqueta Relaño. El de las Champions vergonzantes o ganadas de aquella manera. Y supone felicitar a Trincón Roncero. Los éxitos del Barça son éxitos del As, ergo son garbanzos que Trincón Roncero arrima a su perola.
Supone felicitar a todos esos que en cada partido en el Camp Nou (construido gracias a Franco) se lían a exigir aquello de la independencia en el minuto 17 y 14 segundos. Un día de estos el buen Dios les concederá su deseo y nos vamos a reír una jartá.
Supone felicitar a las numerosas franquicias culéindependentistas distribuidas por toda España. Quien los entienda que los compre. El quinquicholismo, el cristobalismo, el flanguillenismo, el misterchipismo, el valdanismo/cappismo/torresismo/dalesandrismo y argentinismo vendeburras en general.
Supone felicitar a personajes tan groseramente desagradables como el aludido De Soria o a aquel con voz de Farinelli que ideó lo de las copas manshás de sangre. O gente como el Kin Dumenek o la Carmen Barceló.
La lista de felicitandos a título individual es interminable: Manolete, Pipi, Pérez de Broncas, Tontons, Mikildini, Bobby, Pulido, Caraprepucio Gallego, Minilama, ex Sanchís, ex Helguera, ex Martín Vázquez, Niño de MamáMiró, Rubén Uría, Peperramón de la Morena, PájaroLoco Rivero, John Whisky Carlin y un larguíiiiisiiiimo etcétera, ¡ah!, y todo lo anterior sin contar con los triperos que escriben o parlotean en los medios propios del régimen culénacionalista y que viven de adoctrinar a mentes débiles y/o enfermas para, por ejemplo, llevarles del hocico a pedir la dimisión de Tebas por un (rarísimo por escaso) mal arbitraje… que ya tiene cojones el asunto.
Supone felicitar al negociado político del asunto. A los PdeCat, a los Esquerros, a los Moraos anexos a la cuestión, a los de la CUP o a la Colau&Fernandoesteso, esa que da nombres de calles a tipos que desean que a los españoles nos exploten los cojones. Me vienen a la cabeza los nombres de Romeva (aquel que protestó en el parlamento europeo por el pisotón de Pepe a la manita de Messi) o Arturo Mas y su cara de felicidad mientras las hordas insultaban al Rey de España en aquella infame final celebrada en el campo construido gracias a Franco.
Supone felicitar a un enorme ejército de editorialistas, dizque intelectuales, presentadores, tertulianenses y manipuladores que habitan y viven en medios nos específicamente deportivos. Gentuza que habla y no para de gente como usted y como yo (con independencia de nuestra ideología) como si fuéramos ladrones, vagos, borrachos o apestosos camareros. Parásitos que nos odian pero que viven de nuestros impuestos y de lo que les compramos.
Ay, ay, ay… también supone felicitar a uno que seguro que a muchos les ha pasado desapercibido… y no debería… supone felicitar de primera mano a Gerardo Piqué. El mismo que insultó a Arbeloa, le faltó al respeto a Cristiano y habla de hilos y tejemanejes de palcos. A ése, le están felicitando en primera persona. A ése, llegado el caso, los jugadores del Madrid a los que ha insultado, le harían el pasillo de campeón. Sí, sí, a ése.
Como ustedes comprenderán a estas alturas del asunto hablar de señorío está de más. Llegado el caso, sería más propio hablar de hacer el gilipollas o el imbécil. Si me apuran, después del estúpido argumento del mundial de clubes, yo hablaría hasta de traición. Rendir pleitesía a esta caterva de engendros (todos los recordados y algunos más) después del hecho citado anteriormente no te lo mejoraría ni el más felón de todos los felones.
Tal vez a muchos les parezca que exagero. Allá ustedes. Hace tiempo que pienso que lo que ocurre en este ámbito tiene muy poco que ver con la simpleza y la transparencia de una sencilla competición deportiva como es la Premier o la Bundesliga. Si fuera así, yo no tendría nada en contra de que mi equipo favorito le hiciera uno o veinte pasillos de campeón al Barcelona. Han tenido un ejemplo este fin de semana con la despedida de Ferguson y Mourinho para Wenger. Eso aquí es imposible porque aquí no hay rivales, hay enemigos. Es una guerra con armas de emponzoñar, enmierdar, difamar y mentir. Y nosotros somos los buenos. Somos más, pero estamos solos y, además, no tenemos ni partidos políticos ni medios de comunicación ni un régimen que nos permita financiación extra… ya sea una dictadura medieval o un régimen autónomico corrupto hasta las alcantarillas.
No me cabe ninguna duda de que el Madrid hubiera hecho el pasillo de campeón al Barcelona si éste se lo hubiera hecho al Madrid por lo del Mundial de Clubes. Sí de mí dependiera yo no se lo haría jamás o, en todo caso, me lo pensaría previo pago de solicitud formal de perdón por los años y años y años de mierda, insultos y mentiras. Pero fueron ellos los primeros que se negaron y lo fueron porque el complejo atávico de inferioridad que arrastran no lo curarían ni veinte preadolescentes superhormonados y clonados que pudieran fabricarse.
Esto empezó hace mucho tiempo y ahora es peor por las cuestiones que todos ustedes ya conocen. Y seguirá así. Y barrunto que así será hasta que se vayan o les echemos. Guste o no guste. Nos odian porque han hecho del Madrid la España que dizque les oprime. Se han fabricado un enemigo que no existe pero que les viene de perlas para justificar sus frustraciones. Una práctica de manual de las repúblicas bananeras. Ellos, y solo ellos, han enmierdado el fútbol en España. Con sus periodistas, políticos y federativos. Corruptos y mafiosos que les tapan las vergüenzas y las prácticas, confesables e inconfesables.
Dicho lo cual, ¿Felicitarles?…sí, claro, pero por los cojones.
Faena espectacular…
Hasta en las comas.
Amigo, eras, eres y serás una magnífica pluma, un madridista de los de verdad y con una gran visión general de la realidad.
Épico artículo. Gracias por escribirlo.
Querido Erzuru, solo puede decirse más alto.