Una crónica de: Nilo Campo Santos
Antes de comentar nada sobre el arbitraje del R. Madrid – Leganés, llevado a cabo por el colegiado extremeño Gil Manzano, me tomo la licencia de escribir dos líneas sobre el R. Madrid. No se puede tolerar el pasotismo, la falta de respeto hacía unos colores, no se puede mancillar el escudo del REAL MADRID y convertirlo en el irreal Madrid. Comenzando por el entrenador, que es el primero que debe de notar el pasotismo de sus jugadores. Me niego a cerrar los ojos ante esta falta de profesionalidad. Se tiene que terminar eso de concentrarse el mismo día del encuentro, y con el beneplácito de la marioneta al frente de ellos. Hay un dato desgarrador: ocho faltas cometidas en toda una eliminatoria. Así es imposible eliminar a un equipo, por muy mediocre que sea. El Leganés, sólo necesitó ponerle ganas, para eliminar a esta pandilla de niñatos consentidos.
Gil Manzano puso las mismas ganas que los jugadores blancos. Se contagio de la desidia de los jugadores blancos, y se dedicó a pitar como si, en vez de un partido de Copa, estuviera arbitrando el partido de solteros contra casados, en las Fiestas del pueblo. No se puede tolerar los errores que cometió en un partido en el que todo se lo dieron echo.
Tres tarjetas amarillas mostró. La primera a Tito (28’) por juego peligroso, la segunda a Champagne (76’) por pérdida de tiempo y la tercera a Ramos (80’) por cortar una contra visitante.
Sus errores de bulto fueron:
Min. 27: La tarjeta amarilla mostrada a Tito por una obstrucción en el lateral del área a Isco, es muy rigorosa.
Min. 61: Theo entra en el área y recorta a Tito, que le hace falta. Theo, trastabillado se va y centra sin consecuencias. Ahí terminó la jugada. Fue un penalti claro no señalado gracias a la deportividad del lateral madridista que no se dejó caer.
Min. 74: La falta cometida por Lucas Vázquez entrando por detras, era merecedora de tarjeta amarilla. Tarjeta que le perdonó Gil Manzano.
Min. 76: Después de dos avisos, por fin la sacó la tarjeta amarilla al guardameta visitante, Champagne. Algo más disimulado, pero continuó perdiendo tiempo.
Min. 83: Su falta de tensión hizo que obstruyera a Theo, evitando un buen desmarque del lateral que se quedaba franco por la banda izquierda.
Min. 86: Naranjo controla el balón con el brazo, y con los jugadores medio parados por la evidencia de la infracción, Naranjo, al ver que no pita la mano termina proyectándose y tirando a puerta. Cerca estuvo de sorprender a Casilla.
Min. 90: El 4º árbitro muestra 3 minutos de prolongación. Otro signo evidente de cobardía del colegiado. Los tres minutos ya son los tipificados por los seis cambios efectuados, pero no descontó ni un segundo por las perdidas del portero visitante, incluidos dos avisos y la tarjeta, así como el aviso a Amrabat en su cambio.