Un articulo de: @luismanper
Esta pasada semana hemos conocido oficialmente la retirada del fútbol en activo de Raúl González Blanco y tal dia como ayer un 29 de Octubre de 1994 se cumplierón 20 años de su debut en el Real Madrid. Raúl es el último mito reciente del madridismo, al que muchos idolatramos desde niños por su garra, pundonor, carácter, oportunismo y ese don que tenía para aparecer siempre en los momentos decisivos en el sitio indicado, lo cual le llevó a batir todos los récords goleadores de la historia del club, que nadie ha podido batir hasta que llegó un hombre de otra galaxia como es Cristiano Ronaldo. A continuación, voy a repasar brevemente toda su trayectoria en el Real Madrid para entender mejor la figura de un referente del madridismo, quien también tuvo sus sombras.
El 27 de junio de 1977 nació en Madrid don Raúl González Blanco, desde muy pequeño tuvo claro que sería futbolista y a los pocos años ingresó en la cantera del Atlético de Madrid, donde en 1992 llegó a ser el máximo goleador de sus categorías inferiores, pero en uno de esos prontos inexplicables que tenía Jesús Gil, el antiguo alcalde de Marbella decidió prescindir de toda la cantera del Atlético de Madrid, por lo que los canteranos que quisieron seguir jugando al fútbol tuvieron que buscarse la vida y ahí estuvo el Real Madrid al acecho para contratar a Raúl para su cantera.
Apenas 2 años tardó Raúl en derribar la puerta simbólica que decía Camacho que todo canterano debe derribar para llegar al primer equipo, pues a finales de octubre de 1994 el entonces entrenador Jorge Valdano lo hizo debutar ante el Real Zaragoza en la Romareda y ya impresionó a propios y extraños ese chaval que volvió completamente locos a los defensores maños y cuya actuación no pudo ser rubricada con un gol porque Raúl falló un gol a puerta de vacía, después de hacer lo más difícil y regatearse a un porterazo de la época como Andoni Cedrún. Pero apenas tardaría una semana en llegar su primer gol con el Real Madrid que anotó precisamente ante el equipo que le había formado como futbolista, y es que ese trallazo que Raúl clavó en la escuadra del Atlético de Madrid ya hacía indicar el nivel de ese canterano que acababa de debutar.
Se confirmaron los mejores presagios y esa Liga del año 1994-1995 se ganó sobradamente, y empezaron a despuntar una serie de canteranos que posteriormente darían muchas alegrías a la afición merengue caso de Guti, Álvaro Benito, Velasco, Alberto Rivera y alguno más que acabaron formando parte de la plantilla que ganó la Séptima, pero ninguno dio el rendimiento extraordinario que dio Raúl González. Sin embargo, la siguiente temporada fue convulsa pues el Real Madrid empezó muy mal y después de perder en el Bernabéu contra el Rayo, Valdano fue destituido y tras el primer paso interino de Del Bosque como entrenador del Real Madrid, Arsenio Iglesias tomó las riendas del equipo pero acabó la temporada sin pena ni gloria, ya que el equipo no ganó nada y el Atleti se llevó su Doblete de Liga y Copa, además Raúl tuvo el primer episodio polémico de su carrera cuando recriminó que le cambiaran al dúo técnico formado por Iglesias y García Remón, poco después éstos fueron destituidos.
El siguiente año llegó Capello y formó un bloque muy sólido que consiguió ganar la Liga sin excesivas complicaciones, pero el italiano solo aguantó un año en Madrid y dejó el bloque formado para que el año siguiente Heynckes culminara el trabajo y consiguiera ganar la Séptima Copa de Europa del Real Madrid 32 años después con ese inolvidable gol de Mijatovic en la final de Amsterdam y aquella mítica portería caída en la semifinal contra el Borussia Dortmund, pero el entrenador alemán no se vio con fuerzas para continuar al frente del equipo (días antes de la final Heynckes había confesado al entonces presidente Lorenzo Sanz que no podía con la plantilla), por lo que llegó Guus Hiddink quien ganó la Intercontinental con uno de los goles más míticos y recordados de Raúl, el del famoso aguanís ante el Vasco de Gama, que significó la primera Intercontinental ganada por el Real Madrid desde 1960.
Pero poco después el entrenador holandés también se rendiría y una serie de malos resultados acabarían con su destitución y la posterior llegada de John Benjamin Toshack, pero el míster galés apenas duró un año dirigiendo al equipo debido a sus malas relaciones con algunos pesos pesados de la plantilla. Resulta alarmante la cantidad de entrenadores que pasaron en aquellos años por el banquillo del Bernabéu y que acabaron claudicando ante una plantilla intoxicada por jugadores como Hierro o Raúl que ya empezaban a creerse por encima del escudo. Hay que destacar que en esa temporada llegó el gol más mítico de la carrera de Raúl, quien en un Clásico jugado contra el Barça culminó un magnífico pase de Savio Bortolini con una de sus habituales cucharas con las que acabó perforando las redes blaugranas para a continuación mandar callar a todo el Camp Nou, en una de las imágenes del madridismo que quedarán para la historia.
A Toshack lo sustituyó Vicente del Bosque a mediados de la temporada 1999-2000, la cual desembocó en la consecución de la Octava Copa de Europa en París, con una de las actuaciones más recordadas de Raúl, cuando marcó un doblete en Old Trafford, especialmente grabado quedó en nuestra memoria el gol que culmina aquella majestuosa jugada de Redondo, que regateó al rival con un taconazo sublime, después llegaría la soberbia semifinal de Anelka ante el Bayern y el posterior aplastamiento al Valencia en la final por 3-0 con goles de Morientes, Mcmanaman con una preciosa tijera y Raúl con otro gol inolvidable en el que recorrió más de mediocampo para acabar regateándose a su excompañero y amigo Santi Cañizares para cerrar la final, poco después Florentino Pérez ganó las elecciones a Lorenzo Sanz, a quien ganar 2 Champions en 3 años no le fue suficiente para mantener su cargo debido a la penosa gestión económica que tenía al club al borde la ruina económica.
Empezó la época de los galácticos con la llegada desde Barcelona de Luis Figo y en la temporada 2000-2001 el Real Madrid perdió de manera ridícula la final de la Intercontinental pero se proclamó campeón de Liga sin problemas, sin embargo en Champions perdió la semifinal contra el Bayern debido a aquella cantada de Casillas ante un disparo lejano de Elber. Esa fue la mejor temporada de Raúl quien marcando 25 goles, ganó el Pichichi y la Balón de Plata, pues aunque se merecía el Balón de Oro inexplicablemente se lo acabaron concediendo a Owen, quien poco después sería su compañero y se vería relegado por el madrileño, a pesar de que el inglés tuvo en la temporada que jugó mejor promedio goleador que Raúl.
El siguiente verano llegó Zidane y en esa temporada el equipo ganó su Novena Champions con aquella mágica volea de Zizou bajando del cielo un balón de Roberto Carlos, quien también regaló la asistencia del primer gol a nuestro protagonista quien con toda la pillería del mundo empalmó al primer toque un saque de banda imponente del brasileño, esa final sería también la consagración de Casillas que había sido suplente gran parte de la temporada, pero que entró en la segunda parte de la final debido a la lesión de César y paró 3 balones prodigiosos en el descuento que le catapultaron definitivamente a la titularidad indiscutible.
Ese verano llegó Ronaldo Nazario el 31 de agosto a las 23:45, poco después de que el equipo conquistara su primera Supercopa de Europa ante el Feyenoord, esa celebración estuvo llena de tensión porque ya se intuía la llegada del crack brasileño y Raúl y Hierro reprocharon a Florentino que esa contratación dejaba sin sitio a Morientes, una vez más los capitanes se creían con potestad para mandar más que el presidente. Esa temporada el Real Madrid se proclamó campeón de Liga pero fue eliminado en semifinales de Champions contra la Juve, la celebración de la Liga fue bastante bochornosa porque los jugadores liderados por Hierro y Raúl llegaron a amenazar con negarse a dar la vuelta de honor, tanta tensión acabó en la salida del club de Hierro y del Bosque, y con el ascenso de Raúl como primer capitán quien por segunda vez en su carrera había terminado la Liga como pichichi, esta vez con 24 goles.
En ese verano llegó Beckham y se fichó a Camacho como primer entrenador quien duró 3 meses, posteriormente cogió el equipo García Remón hasta diciembre, cuando llegó Vanderlei Luxemburgo, el Real Madrid acabó aquella temporada en blanco, y además llegaría la lesión de Raúl que le marcó para el resto de su carrera pues cuando se recuperó de esa rotura del ligamento cruzado los promedios goleadores de nuestro protagonista cayeron en picado.
La siguiente temporada también terminó en blanco y a mitad de temporada, Luxemburgo fue destituido para apostar por el entonces entrenador del filial, Juan Ramón López Caro. Ese año dimitió Florentino en febrero después de una sonrojante derrota en Mallorca, donde pudimos ver a los suplentes comiendo pipas en el banquillo con aquella hiriente autocrítica del presidente cuando reconoció “haber maleducado a los galácticos”, lo que le había llevado a esa frenética sucesión de entrenadores en tan poco tiempo, porque los jugadores habían ido cargándose a todos los entrenadores por los que su directiva había ido apostando.
Ramón Calderón ganó las elecciones y trajo a Fabio Capello quien pidió el fichaje de Sneijder, Robben y Van Nistelrooy, quien fue pichichi de aquella Liga con 26 goles, además se fichó en invierno a Marcelo y a Higuaín, lo que provocó la salida en invierno de Ronaldo Nazario, el magnífico entrenador italiano a pesar de tener un equipo muy inferior al Barça (que había ganado su Segunda Champions un año antes) consiguió ganar la Liga más emocionante, empatando a 76 puntos con el Barça, por lo que se recurrió al golaverage para decidir el campeón, todo ello con 2 últimas jornadas de infarto y gracias a que Raúl Tamudo le quitó 2 puntos al Barça en la penúltima jornada. Beckham dejó el Real Madrid ese verano y Zidane se retiró, por lo que todos los galácticos dejaron el equipo y solo sobrevivieron Raúl y Roberto Carlos, y el lateral brasileño abandonó el club el verano siguiente, pues vio claro que se fichó a Marcelo para sentarle. Ese mismo verano llegó Van der Vaart, aun más competencia para Raúl.
Mientras tanto Calderón no mantuvo su confianza en el entrenador italiano y apostó por Schuster, quien venía lanzado de hacer un temporadón con el Getafe hasta llevarlo a la primera Final de Copa de su historia, el alemán consiguió ganar la Liga con mucha distancia con el Barça, que por entonces se descomponía hasta acabar en la tabla tercero por detrás del Villarreal, fue el año que los culés nos hicieron el pasillo, cuando vinieron al Bernabéu una vez que ya nos habíamos proclamado Campeones de Liga.
Sin embargo, la siguiente temporada las cosas se volvieron a torcer y después de un comienzo de temporada tenso y tras una sospechosa comida entre Juande Ramos y Raúl y el agente que ambos compartían (Ginés Carvajal), Schuster fue destituido y se hizo cargo del equipo el entrenador manchego, esa temporada fue desastrosa porque en Copa nos eliminó el Real Unión de Irún, en Champions nos eliminó el Liverpool de Rafa Benítez con una manita patética, y en Liga el Barça nos humilló con aquel 2-6 que nos endosó en el Bernabéu, para acabar con las esperanzas de ganar la Liga, lo que hizo inútil el esfuerzo del equipo que había cuajado una vuelta entera sin perder ningún partido.
Mientras tanto, Raúl se arrastraba por los campos con unos índices goleadores paupérrimos dejando sin sitio a otros delanteros como Higuaín y el holandés Huntelaar, quien había sido fichado en invierno junto a Lass Diarra y que no pudo ser inscrito en Champions debido a la norma de la UEFA que solo permitía inscribir en Champions a un único jugador que esa temporada ya hubiese jugado competición europea con otro equipo, y el elegido fue Lass. Además, en enero de ese año se desató el escándalo de la Asamblea amañada por Ramón Calderón, lo que le obligó a dimitir y a ceder el cargo a Vicente Boluda, quien dimitiría 2 meses después para dejar el cargo de manera interina a Gómez Montejano, quien fue el presidente del club hasta que se celebraron las elecciones a la presidencia del club a las cuáles sólo concurrió Florentino, y entonces no había Estatutos con condiciones imposibles como se justifica ahora la ausencia de rivales a la presidencia del club.
Florentino fichó a Pellegrini por consejo de Valdano y además ese verano realizó una inversión millonaria en fichajes trayendo a Cristiano Ronaldo por 96 millones (que hoy en día sigue siendo el fichaje más caro de la historia del fútbol) a Benzemá, a Kaká, a Xabi Alonso y a Arbeloa y vendiendo a Sneijder, Robben y Van Nistelrooy, no obstante la apuesta por el entrenador chileno se falló estrepitosamente porque esa temporada fue un absoluto fracaso, siendo eliminados en Copa en una eliminatoria infame contra el Alcorcón, por el Lyon en los octavos de Champions que ya se habían convertido en una barrera psicológica tras 6 años cayendo en la misma ronda y tras una Liga que apenas competimos al Barça en la que Raúl solo anotó 7 goles, el último gol que Raúl marcó en su carrera en el Real Madrid lo ejecutó en la Romareda, el mismo campo donde debutó allá por octubre de 1994, al final de aquella temporada 2 figuras del madridismo con más de 15 años en el club como Raúl y Guti dejaron el equipo, Guti con destino Turquía y Raúl con destino Alemania.
El atacante madrileño cerraba el círculo de una carrera extraordinaria en sus primeras temporadas, pero bastante mejorable en sus últimos años en los que jugaba más por decreto que por mérito y tenía más influencia de la que debería en las decisiones ejecutadas por el club. Si Raúl se hubiera apartado del equipo 3 o 4 temporadas antes como hicieron otros jugadores míticos de nuestro club como Zidane o Roberto Carlos se le recordaría mucho más por sus excepcionales cifras goleadoras que cuajó en sus primeros años que por los raquíticos números de sus últimos años.
El verano que llegó Mourinho Raúl dejó el club, para irse al Schalke 04, donde ganó 1 Copa y una Supercopa de Alemania y llevó a un equipo pequeño como ese a las semifinales de Champions, en esas 2 temporadas el Real Madrid pagó parte de su salario, exactamente igual que en el caso Casillas, quien por fin ha salido del Real Madrid después de jugar 3 o 4 temporadas fuera de forma, y es que el portero de Móstoles estuvo con Raúl más de 10 años y le dio tiempo a aprender cómo funcionan los vestuarios de puertas para dentro, para querer mandar más que el presidente. La gran diferencia entre ambos capitanes es que Raúl jamás nos vendió al Barça pero el resto de influencias tóxicas y de amiguismos con la prensa para imponer titulares y suplentes y para poner y quitar entrenadores, son muy parecidas entre nuestros 2 últimos capitanes. Posteriormente Raúl ha estado jugando 2 años en Qatar y este año en el Cosmos de la NASL norteamericana (la equivalente a nuestra Segunda División).
En definitiva, se retira un mito que hasta hace poco era el máximo goleador de la historia del Real Madrid pero que por no saber irse a tiempo, ha hecho que los madridistas recordemos sus sombras igual que sus momentos épicos, cuando ello se podría haber evitado de no haber interpuesto sus intereses personales por encima de los del club, alargando su estancia en el equipo mucho más de lo deseable, como muchos otros han hecho después. Quizá en el futuro Raúl vuelva a trabajar como directivo o entrenador en el club que tanta gloria dio y donde tantos títulos ganó, porque es innegable que su palmarés en el Real Madrid con 3 Champions, 6 Ligas, 1 Supercopa de Europa y 2 intercontinentales, unido a 2 Pichichis de la Liga Española y 1 Balón de Plata y 323 goles marcados en 741 partidos serán muy difíciles de igualar.