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El Madrid afronta un complicadísimo encuentro ante Unicaja con Felipe Reyes y Gustavo Ayón como únicos interiores de la plantilla tras las lesiones de Kuzmic y Randolph.
Madrid, 21 de Octubre de 2017 José María Cañas, losojosdeltigre.com
El Real Madrid conseguía el pasado jueve suna victoria de gran mérito ante CSKA de Moscú pero un coste altísimo la pérdida de Randolph para un mes y, lo que es peor, la de Kuzmic para toda la temporada. Si hubiéramos podido elegir derrota a cambio de no sufrir estas lesiones todos lo hubiéramos firmado pero el daño ya está hecho y ahora toca buscar soluciones en el mercado.
Sin embargo, hasta que se puedan encontrar esas soluciones habrá que intentar aguantar los envites con lo que hay que, por cierto, no es mucho. Y es que tras estas lesiones y la baja indefinida de Trey Thompkins por problemas familiares, el Madrid se ha quedado con tan solo 2 interiores en su plantilla: Gustavo Ayón y Felipe Reyes.
Esta situación va a ser especialmente grave esta semana ya que los blancos se van a enfrentar a uno de los equipos con mayor poderío del continente: un Unicaja de Málaga que pese a no contar con Dejan Musli por decisión técnica, tiene una batería interior compuesta por jugadores tan físicos y que tanto daño han hecho al Madrid ya en el pasado como Gio Shermadini o James Augustine o del potencial y fortaleza de Viny Okuo o Jeff Brooks.
Es por ello, por lo que tanto nayarita como cordobés necesitarán muchísima ayuda de sus compañeros a la hora de defender la zona propia o atacar la rival. Para ello, Pablo Laso ha dado de alta (por primera vez este año en Liga)a Jonas Maciulis que de momento entrará en las alineaciones para ayudar en el puesto de 4. Pero solo con la presencia de Maciulis no será suficiente así que las ayudas deberán ser continuaas si se quieren minimizar los daños que puedan provocar en la pintura los interiores de Unicaja.
No obstante, esta tarea, la de ayudar a Ayón y Reyes, no va a ser nada fácil. En ella no solo deberán colaborar compañeros y técnicos blancos sino también una afición madridista que deberá volver a crear una atmósfera parecida a la del pasado jueves ante CSKA para evitar que Plaza se lleve un buen resultado del Wizink Center.