Un articulo de: @Puce_El
Si os soy sincero, me hubiese gustado que esta entrada sólo tuviera eso escrito….y nada más.
Y nada más, para invitaros a reflexionar el por qué somos, eres…. soy madridista. Una página en blanco que os invitara a perder vuestra mirada en ella y os invadieran los recuerdos de cuando erais pequeños, de cuando el único debate era tan sólo de fútbol….y nada más.
Para invitaros a volver a vuestros orígenes, donde empezó este sentimiento que se llama Real Madrid.
A los dos días de haber publicado mi anterior artículo en esta web, sentí un barullo a mi alrededor que empezó a sobrepasarme. No por el artículo, si no por que estando en Twitter leía tuit tras tuit de insultos, reproches, criticas….ruido. Un ruido que tiene que ver con el Real Madrid, pero que es y NO es el Real Madrid. Un todos contra todos que me acabó dejando un poso amargo. No es ese sentimiento puro y cercano que tenía hace no pocos años yo personalmente.
Casillistas, Mourinhistas, Arbeloistas, Jameristas, Florentinistas, AntitodoloanteriorISTAS… Todo se ha acabado reduciendo a eso….-Istas. ¿Pero, qué hay del -ISTA mas importante? ¿Qué hay del MadridISTA? Sólo lo consigo ver cuando hay partido en curso. Cuando comentamos todos juntos la jugada de turno, la falta, o gritamos “GOOOOOOL” dejándonos la garganta en una explosión de felicidad que solo despertamos en esas ocasiones y que no tiene igual. Algunos critican o criticamos ciertos aspectos del juego…. Pero lo hacemos desde una cercanía tan efímera, que cuando el partido no es el factor en común, todo se volatiliza de la misma manera que logramos ser un solo ser, una sola voz. ¿Que nos ha pasado?
Tengo la sensación de que nos centramos poco en esos sentimientos. No vemos al Madridista de al lado como alguien con quien compartes algo grande. Lo miramos preguntándonos ¿A quién apoyará? ¿Será come semillas? ¿De Iker? ¿De Mou? ¿En que nos hemos convertido? ¿Porque nos cuesta tanto aceptar que se pueden ver las cosas de otro modo?
Si, se que son muchas preguntas, pero no veo eso en otros equipos. No vale que me digáis que somos los más grandes y que por ello existen este tipo de cosas. No me vale.
Nos han apaleado tanto y tan fuerte los medios de comunicación y equipos rivales que han conseguido dividirnos, han quebrado lo más importante que tenemos o que teníamos; Nuestro amor por el Real Madrid, nuestra identidad como equipo y como club.
Y no, la culpa no la tiene Mou, ni Casillas. El enemigo está fuera y ha conseguido meterse dentro de nuestros sentimientos. Ha conseguido prostituir lo más sagrado que no es más que nuestro amor a ese escudo, contaminando cada acción, palabra o sentimiento a favor de unos intereses que nada tienen que ver con el deporte.
Se ha convertido todo en fuegos de artificio que nos están distrayendo de lo principal:
¿De qué color será la camiseta de turno, o que jugador vendrá o cuánto dinero más ganamos que los demás?
¿Mi jugador preferido es mejor que el preferido del otro?
¿Gana más dinero?
Todo ello ramificaciones que nos distancian y nos debilitan. El club es el primero en notar y en parte contribuir a esa debilidad. Nosotros somos consecuencia y ejemplo directo de ello.
Se ha perdido un poco ese ADN que nos hacía un equipo tan grande. Sí que es cierto, que somos el que más ingresa, el que más vende y del que más hablan los medios, pero…. ¿Donde está nuestra identidad?
Los más mayores seguro que echan la vista atrás y recuerdan varios equipos por diferentes cosas.
La quinta del buitre, el Madrid de los Laudrup, Amavisca o Zamorano.
El de la Séptima…. Octava…. Novena.
Pero… ¿Y a partir de ahí? A parte de por buenos jugadores ¿Qué mas teníamos?
Yo recuerdo ser muy enano y vibrar con la Quinta del Buitre porque era un equipo que jugaba bastante bien y encima peleaban como el que más. Ganaba o no títulos, pero los peleaban a muerte. Lógicamente hablo de mi caso. Mi memoria no alcanza mas allá salvo por lo que mi abuelo u otras personas me han contado o he podido leer o ver en videos. Pero, ¿Qué pensarán los que recuerden mucho más?
Mi abuelo cuando empezó a parecer del corazón, dejó de ver futbol porque le alteraba mucho. ¡El Real Madrid le dolía de verdad! Pero sí que gustaba de oírlo por aquella vieja radio a cuyo lado se sentaba los domingos mientras entrelazaba las manos y perdía su mirada en aquél viejo suelo de parqué. Recuerdo llamarle pocos minutos después de ganar la Séptima y llorar juntos por que el Real Madrid había vuelto a ser el Rey de Europa un año más después de tanto tiempo. Desde Luego, también lloramos con la Octava y la Novena. Es por lo único que le vi llorar a mi abuelo. Pero siempre estuvo muy orgulloso de su “Madrí” y de ser Madridista.
Os cuento esto porque ese hombre fue quien inculcó el amor por el Real Madrid en mi familia, porque me invitó a descubrir lo que era la grandeza, no arrugarse ante nada ni nadie, el no darse por vencido jamás, luchar por lo que querías conseguir y jamás saciarse de lo conseguido y buscar mas gestas.
Lo que él entendía y a mí me transmitió como Real Madrid, hoy, no lo veo.
Mi abuelo ya no está. Murió un año antes de ganar la Décima, pero él hacía ya un par de años que no veía ni escuchaba partidos por que ya no se sentía identificado con el equipo, aun que su madridismo era inquebrantable, él era incapaz de sentir aquella empatía que aceleraba sin remedio aquel corazón maltrecho…
“Son unos mercenarios y unos vagos” decía… “Les da igual todo. No hacen honor a ese escudo que visten”. “Sólo se preocupan por sus anuncios y sus marcas” Mientras puedan ganar más dinero, ¿Que mas da todo lo demás?”
Yo pensaba que mi abuelo quizá exageraba. Que se había vuelto gruñón como les pasa a muchos cuando superan los 80 años cumplidos. O que quizá, no se estaba adaptando a los nuevos tiempos del fútbol, pero yo no veía o no quería ver lo que el intentaba decirme; ahora si lo veo, sé a lo que se refería. ¡Por fin lo entiendo abuelo!.
No tenemos identidad como equipo. No hay nada que nos defina ni defina a los jugadores de esta época y me refiero a algo positivo que no sea en lo económico o mediático. En lo negativo basta con leeros a muchos e incluso a mi mismo en ocasiones. Veo un equipo que no muerde, que no disfruta y que carece de orgullo colectivo. Un equipo conformista, que sabe que su nomina no peligra y que no tendrá consecuencias si no meten la pierna.
Por supuesto, como en todos los lugares, hay excepciones dentro de esta plantilla que no voy a nombrar, pero todos sabemos quién está más por el equipo y quién por sus intereses. Eso nos hace muchísimo daño como club y se consiente sin peros, mirando hacia otro lado, por miedo a molestar el ego o los sentimientos de algún “peso pesado”. No pueden ser hombres para ganar millones y niños para aceptar la realidad. ¡O todo, o carretera!
Un equipo que se pasea por la mayoría de campos “a ver qué pasa” en lugar de aplastar sin piedad al rival, no es el Real Madrid. Nos faltan al respeto y se lo faltan a ellos mismos. Quizá ganemos o perdamos esos envites. Pero siendo sabedores de que se ha intentado todo y se ha puesto corazón en ello, las derrotas no duelen tanto y las victorias son más dulces.
El mayor ejemplo de que esto lleva años ocurriendo es el público habitual del Bernabéu, que lejos de animar y apoyar a los suyos, se ha vuelto apático y criticón. “¿Si no corren, porque voy a animar…? ¡Mejor los pito, por vagos!”. “¿Para qué molestarse, si ellos no se molestan?”. “¡Ganan muchos millones para lo que hacen!”. Seguramente tengan razón, pero eso no ayuda. ¡Todo lo contrario! Y desde el club no se hace nada para remediarlo. ¿El qué? ¡Ojalá lo supiera!
Si pensamos en otros equipos a día de hoy, estoy seguro que encontramos identidad en ellos y a otros que la han perdido y de los cuales nos “medio” reímos a la par que sentimos lástima. Pongo ejemplos como Barça o Atlético, el cual este último perdió su sitio y lo ha vuelto a encontrar. El Villareal, el cual sabemos que gusta siempre de intentar jugar muy bien al fútbol, estén o no acertados. Otros son duros, otros intensos y otros gustan por el buen futbol dentro o no de sus limitaciones. Tienen algo que los hace únicos, que los hace identificables. La calidad te hace grande, pero no un gigante al que todos temen.
Luego tenemos ejemplos como el Milán o el Ajax, que se han perdido y no encuentran el camino a la cima donde una vez estuvieron. Desgraciadamente yo, cada vez me veo más cerca de estos últimos. Quizá la diferencia esté en nuestro enorme presupuesto y en las calidades individuales. Pero ganar una liga en 7 años no es un buen balance siendo el Real Madrid.
“¡Pero ganamos la Decima. Ganamos 4 títulos con Ancelotti!”
Si, es cierto, la fortuna quiso que así fuese y que en el 92:48, Ramos acertara a rematar aquél balón dentro de la portería llevado por la urgencia de ganar un partido que ya agonizaba. ¿Y si no hubiese entrado?
¿Una Copa del Rey sería suficiente recompensa para una institución así? No, no lo es. Tenemos un ejemplo reciente de ello con Mourinho. Tampoco se puede ganar todo todos los años como es lógico, pero estaría bien intentarlo con más ganas, ¿Verdad?.
Pero al año siguiente, con el crédito ganado el anterior, no se luchó por seguir arriba. No se peleó por dar ese pequeño empujón que necesitaba el Barcelona para terminar con un ciclo ganador. Al contrario, nos acomodamos en el halago y las buenas críticas y entre otras cosas nos dedicábamos a señalar el escudo de campeones del mundo, como si con eso, bastase para demostrar que somos los mejores dejando que aquellos que creíamos muertos resucitasen y conquistasen España y Europa por culpa de nuestra desidia. Cierto es que lo más fácil es culpar a Carlo de aquello o a las lesiones, ya que tuvo mucha culpa de todo lo que ocurrió, pero, ¿La tuvo toda? Cometeríamos un error pensando que sí.
Aun lesionándose piezas claves, apenas debería notarse en un sistema de juego bien definido y con un estilo de juego trabajado e identitario. Modric o James son piezas clave en este equipo, desde luego. Pero lejos de pelear más para disimular su falta, se prefirió negar con la cabeza una y otra vez mientras se pensaba “no se puede”. ¿De verdad todo el futuro de un equipo depende de una persona? ¿O es que bajamos los brazos con facilidad?
“(Dejad que me coma unos chicles mientras lo pienso y miro la lista Forbes)”
Benítez está empezando a caminar por terrenos cada vez mas pantanosos y corre el peligro de que la historia reciente del Madrid se vuelva a repetir. Quizá sea pronto para ser duros con él. No dudo de sus buenas intenciones, pero ha de exigirles más compromiso a sus jugadores y exigirse a sí mismo, para tener lo que hay que tener y sentar a todo aquel que no se deje la vida en el campo, se llame como se llame. Él se ha criado aquí y sabe lo que hay. Si el miedo a ser despedido le impide hacer un cambio, quizá es que en todos sus años en el Real Madrid no ha aprendido nada y no es digno de tal responsabilidad. Es una buena oportunidad para dar un paso al frente y dotar de identidad a este equipo lleno de personalidades egoístas y desmotivadas. Hacer nuevos madridistas por lo que eres y no por lo que sean tus padres o amigos del cole es algo que ya no ocurre con tanta asiduidad. Todos sabemos por qué.
Como dije antes. Los “-Istas” que no llevan Madrid delante quizá nos estén haciendo un daño que sea muy difícil reparar. Alimentar egos individuales lleva a no ver más allá. Necesitamos un cambio de aires como afición, desde luego, pero jamás podremos si desde la directiva y cuerpo técnico no dotan de carácter a un equipo que, hasta el momento, solo será recordado por la Décima y por lo caro que es.
Es necesario recuperar esos valores de los que tanto hablan los antis y que no tienen ni puta idea de en qué consisten. “Señorío es morir en el campo” Dijo un tío de Portugal que ya forma parte del pasado de este club y que supo entender la herencia que Bernabéu nos quiso dejar y que otros mal interpretan. Necesitamos cojones, hambre y sed de sangre con todos aquellos que se atrevan a disputarnos nuestra grandeza y nuestros títulos. ¡Sí, NUESTROS TíTULOS! Porque si queremos, serán nuestros y no de otros. La ambición, no solo puede residir en ganar más dinero, si no en ganar más títulos, en ser grandes y en pasar a la historia como antes hicieron muchos otros y hundir en la mierda a los que nos ofenden y se atreven a compararse. La grandeza se consigue con sacrificio y ambición y no conformándose con un 0-1 y un par de partidos buenos al año.
¿Este Real Madrid es el que os ha hecho madridistas y el que queréis? ¡No lo creo!
Yo particularmente, quiero a aquel que un hombre soñó y que tuvo la fortuna de poder compartir su sueño con todos nosotros.
Sed malos.
¡HALA MADRID!