Una crónica de: @Javirodespi – planetacb
El gusanillo decía que el Barça podía ser un rival más peligroso ahora que venía eliminado de clasificarse para los playoffs de Euroliga, la razón fundamental era que querría intentar remontar el camino con una victoria ante el eterno rival que le hiciera sacar esa reacción que no llega para empezar la lucha por la ACB, pero lo cierto es que volvimos a ver a un conjunto catalán simplón, sin más aspiración que esperar que acabara el partido y con claras muestras de desesperación como ha quedado visto en las acciones de Bartzokas y de Tomic.
Foto: Virginia Pacheco / Planetacb
Un ambiente ¿de clásico?
Las 11.759 almas que se juntaron en el WiZink Center no parecían en un principio que estuvieran en un choque básico para los blancos y que enfrente tenían al FC. Barcelona, pocos pitos para el rival, una sensación de calma durante gran parte del encuentro y solo pequeños detalles que hicieron remover a la gente de sus asientos como la expulsión de Bartzokas, la relación con Ante Tomic o alguna acción espectacular, una señal evidente de que al conjunto catalán se le ve, al día de hoy, muy lejos de lo que supuestamente debería ser, un rival que luchara codo a codo con los blancos.
Ya se veía venir
No les vamos a engañar, desde el minuto uno se notaba que algo raro flotaba en el ambiente del Barça, sobre todo cuando le veíamos perder esa cantidad de balones sin ton ni son, ya fuera por buenas defensas blancas o, sencillamente, porque se les escapaban de las manos, mientras que no digamos nada de los triples liberados que permitían los de Bartzokas a los que el Madrid llegaba con solo tres o cuatro pases sin dificultad. Pero vamos, si hasta vimos a Llull dar un soberano gorrazo al jugador más intenso que estaba en juego (Diagné), con eso estaba dicho todo.
Bartzokas desencadenado
Intentó dar la vuelta a la situación el Barça y no llevaba mal camino gracias a los triples de gente como Koponen, Vezenkov o Renfroe, inclusive el 0-7 de parcial daba alguna esperanza de mejoría, aparte de que el Real Madrid no estaba en su mejor momento con un Rudy excesivamente falló o un Carroll que se le escapaban los balones de las manos, sin embargo, todo se fue al traste gracias a las dos técnicas casi seguidas que se llevó Bartzokas y con el que, viendo como se puso, temimos hasta por la integridad de Lamonica. Indudablemente en toda esta situación el gran beneficiado fue el conjunto blanco que jugó con mucha más libertad, al que se le permitió correr y que incluso tuvo la inestimable ayuda de una mandarina made in Llull al final del segundo cuarto que dejaba un resultado con pocas incógnitas que resolver (41-27), si acaso, cómo estaría Luka Doncic tras una posible lesión en el abductor que, afortunadamente, quedó en nada.
Foto: Virginia Pacheco / Planetacb
Tranquilidad, triples y Ayón
¿Sería verdad que los jugadores del Barça le estaban haciendo la cama a Bartzokas y en la segunda mitad se lo iban a demostrar? Pues ni mucho menos, sencillamente el Barça siguió jugando como lleva todo el año y el Madrid se relajó bastante, siendo aprovechado por Rice para engordar su estadística de triples en un ambiente de calma chicha y que Ayón tuvo que demostrar que no iba a estar todo en el juego exterior y que también estaba allí para disfrutar de la fiesta blanca, su mate del partido fue la mejor demostración.
Malos modos en la depresión
Finalmente, el Real Madrid decidió meter una marcha más y jugar un poco de cara a la galería, sobre todo viendo las tremendas facilidades de un conjunto blaugrana que parecía de mantequilla a la hora de defender, pero no de usar otro tipo de armas menos legales, o si no, que le pregunten a Ante Tomic con el pedazo mangurriazo que le dio a Jaycee Carroll sin venir a cuento de nada. Muchas guerrillas internas, desesperación ante los colegiados y una sensación de estar sumido el conjunto blaugrana en una profunda depresión y en un túnel del que no ve la salida, pero tampoco creemos justificable algunas cosas que vimos hoy en la cancha.
Ventaja playoff y a otra cosa
El partido ganado supone la ventaja campo para el Real Madrid en los playoffs de Euroliga, por lo que el objetivo está logrado, ahora quién caiga del 5º al 8º será ya otro cantar, toca pensar en otro clásico, esta vez frente a Olympiacos en tierras griegas y ya con la certeza de tener los deberes hechos y es que, es indiscutible que al día de hoy, la temporada del conjunto de Laso está siendo absolutamente deslumbrante con su liderato en Euroliga, su Copa del Rey en el bolsillo y bien posicionado en ACB, así que, hoy más que otros días, no me dejen de sonreír que en breve estamos de vuelta.