Hijos de un Dios menor

Un articulo de: @resurreccion_93

Quizás debería estar centrado en el dificilísimo enfrentamiento que tendremos mañana en el Nuevo San Mamés, pero como el Real Madrid trasciende por su dimensión universal lo meramente deportivo, en este momento por mi cabeza no pasa escudriñar las tácticas que utilizará Benítez para doblegar  a los corajudos, por no decir violentos jugadores del Bilbao (he dicho Bilbao a conciencia, para molestar). Además he leído estupendas previas de los distintos compañeros de las webs madridistas y como lo hacen magníficamente, yo he decidido dar rienda suelta a mi YO más políticamente incorrecto y que es el que mejor me representa. Quizás por eso decidí un día ser mourinhista, porque se enfrentaba sin rubor a la opinión institucionalizada, sin miedo a quedarse solo, sin miedo a ser señalado ¡Menudo silogismo! Fue el dedo maleducado de José el que marcó mi camino gamberro y contracorriente.

Me sublevan los fariseísmos, la hipocresía y los actos de buenismo cara a la galería y más cuando tienen intenciones pecuniarias en su trasfondo. Todo este preámbulo viene a colación del último gesto de nuestro presidente hacia los refugiados sirios, colmándolos de parabienes, recibiéndolos a bombo y platillo en el estadio, abriéndoles las puertas del vestuario e invitándolos al palco para presenciar el partido.

¡Qué mezquindad la mía al criticar semejante acto de bondad y que restaura la justicia ante el deleznable acto de la periodista húngara!

Pues sí, es posible, pero me rebelo contra estas actitudes que solo tienen una intención propagandística y que como fin oculto pretenden agradar al mundo árabe, ese que patrocina nuestras camisetas y financia resorts en los Emiratos aun al precio de eliminar la cruz de nuestro escudo. Sí, soy cristiano y no me avergüenzo de ello y creo que el club no debería cercenar sus símbolos, menos cuando no son ofensivos, como no lo es la cruz roja que luce en las cajas de alimentos que rechazan muchos de los refugiados.

No me importa granjearme enemistades por estas palabras, pero sería de ley recordarle al presidente que en ese mismo país de donde viene Zaid, mueren martirizados a diario cientos de niños cristianos y el club más prestigioso del mundo también podría haber tenido un detalle para con ellos, que merecen el mismo cariño y consideración que Zaid.

Convendría también recordarle que no es necesario irse tan lejos, si el presidente o sus asesores se dieran una vuelta por los suburbios de Madrid encontraría cientos de niños a los que la vida pone a diario zancadillas de las que no pueden levantarse y que estando a apenas unos kilómetros del Bernabéu jamás podrán ir a ver jugar a sus ídolos, ni compartir un minuto con ellos, ni fotografiarse con el presidente en la sala de trofeos.

Quizás no merecen ese privilegio porque su religión no es la mayoritaria en los países que financian los resorts y parques temáticos, quizás porque su nacionalidad no es la del  país que patrocina nuestra camiseta, quizás porque ya no son noticia ni abren telediarios, quizás porque son HIJOS DE UN DIOS MENOR…