El OjO Al Blanco del FC. Barcelona 63 – 102 Real Madrid: El orgullo no se compra, solo se demuestra

Una cronica de: @Javirodespi planetacb

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Un mal día lo puede tener cualquiera, lo tuvo el Real Madrid en el Palau hace una quincena y hoy lo ha tenido el FC. Barcelona, las diferentes formas de levantarse de esos malos días es lo que forja un carácter en donde juega un papel muy importante el orgullo, ese mismo que ha demostrado el Real Madrid para dar un golpe de autoridad en esta Euroliga y donde ha dejado claro que eso, el orgullo, no se compra, solo se demuestra.
Desde el principio, todo es toro

Mucho se hablaba de cómo iba a salir el Real Madrid desde el comienzo y lo que empezó haciendo fue dejar claro que sus problemas de concentración iban a ser hoy agua pasada, el equipo anotó un 0-7 de parcial ante un sorprendido FC. Barcelona que se vio impotente para parar el estilo de juego más amado por los de Laso: Correr en campo abierto y solo un ligero atisbo de remontada comandado por Ante Tomic en poste bajo, daba una levísimas esperanzas a un conjunto blaugrana que rápidamente se encargó de dejar en suspenso un Jaycee Carroll que salió sustituyendo a Doncic con dos faltas y que parecía extramotivado.

No me llamen Randolph, soy Don Anthony

En un partido en que Laso volvió a su quinteto de los últimos partidos en que Reyes sustituye a Randolph, sorprendió un poco ver al jugador americano saliendo casi al final del primer cuarto, pero la inyección de orgullo que también tenía puesta sirvió para dejarnos tres tapones en que, no lo duden, el segundo de ellos pasará como uno de los mejores de la historia de la Euroliga, pero permítanme que me quede con el primero porque fue capaz, tras un robo de Dorsey, de recuperar la desventaja de la carrera y colocarse precisamente en la línea de tiro, algo muy difícil que lo sabe quién haya jugado a esto, no solo por potencia, sino por técnica.

Una primera parte aniquiladora

La demostración de superioridad fue tal en la primera parte que no queremos pensar lo que Bartzokas tuvo que desmenuzar en el descanso para encontrar una vía en el Madrid, estaba claro que con Llull no podía Rice, que sus exteriores eran incapaces de encontrar el camino al aro y que sus pívots estaban tan afectados por la sensación de poderío de los jugadores interiores madridistas que ese marcador de 31-54 casi parecía corto para los méritos de unos y otros.

Todo sigue igual, salvo la crisis del capitán

La reacción esperada por el Palau en la continuación, donde muchos aficionados no pudieron soportar la imagen de su equipo abandonando el recinto al final del tercer cuarto, no fue tal y el Madrid siguió campando a sus anchas, sin dar muestras de falta de concentración en ningún momento y donde el capitán Felipe Reyes mandó al garete esa presumible crisis que alguno le achacaba y volvió a ser el de siempre, el que se comporta como un exterior si le flotan desde 6.75 para clavar un triple, como el que es capaz de sacar la bola con tres defensores encima, nueva lección de pundonor y demostrar que «a palabras necias, oídos sordos».

La relajación o la falta de respeto

No sabemos por qué los comentaristas de Movistar Plus se empecinaban en que el Madrid iba a bajar el ritmo viendo que el partido estaba con la ventaja tan amplia (cercano a los 50 de diferencia), nosotros creemos que el mayor respeto que se le debe tener a un rival es jugar al 100% vaya como vaya el marcador, tanto si es a favor como en contra, y de igual manera que hemos criticado a los blancos cuando les hemos visto relajarse, algo que pasó en el anterior partido jugado en este mismo pabellón, hoy debemos alabar que la concentración, el respeto al rival y la intensidad se mantuvo en todo momento, presionando cuando hay que hacerlo, jugando al límite por cada balón y dando una lección de profesionalidad que es lo mínimo que se debe pedir a quién vista la camiseta con un escudo en el pecho.

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El espíritu de Milán estuvo presente

Es inevitable recordar el partido jugado en las semifinales de la Final Four de Milán entre ambos equipos y que terminó con 62-100, sensaciones parecidas entre uno y otro conjunto con una sensación de superioridad que también estuvo hoy flotando en el Palau, ello debe servir para dos cosas, saber que el equipo es capaz de jugar a un nivel altísimo y, por otro, recordar que, como bien ha dicho Laso en rueda de prensa, esto acaba de empezar y sería estúpido pensar que algo ya está hecho, igual que pasó cuando Maccabi se acabó llevando el título.

Nuestros respetos

Terminamos con lo que creemos que hoy ha sido una lección de baloncesto tanto en el juego de ataque como en el de defensa, donde destacar los nombres de Sergio Llull con otro espectacular partido y de Anthony Randolph con la calidad que le trajo al Madrid, sería lo más fácil, pero nada de esto sería posible si no contáramos con la aportación de gente que ha estado en su más absoluto papel, desde un Chapu Nocioni que ya sabe que Laso le va a sacar en estos partidos, pasando por un Luka Doncic que cada vez se arruga menos ante nadie o de un Hunter que, con un tobillo maltrecho ha sido capaz de coger cuatro rebotes y anotar siete puntos aparte de su presencia en la cancha. A todos y cada uno de los catorce jugadores que forman esta plantilla, nuestros respetos por lo que han dado en el día de hoy.

Nos vamos pero volvemos pronto, el domingo a las 18.30h. nueva cita en ACB, esta vez contra Herbalife Gran Canaria y no me digan que hoy no se llevan una gran sonrisa porque no nos lo vamos a creer.