Una crónica de: @elcarrildel2

Panatinaikos se ha impuesto (85-70) al Real Madrid, en el partido correspondiente a la jornada 28 de la temporada regular de la Euroliga, disputado en el Pabellón Oaka.

La única duda que me ha dejado el partido de hoy del Real Madrid ha sido si titular “un Madrid penoso” o “un Madrid de pena”. Me he inclinado por el primero. Por lo demás, se ha confirmado lo que ya todos sabíamos: hoy perdíamos en Atenas. La descomposición de este equipo es absoluta. Ni uno solo de sus jugadores ha sido capaz de mantener el nivel que han evidenciado en otros momentos, no digamos ya de mejorar sus prestaciones. Ver a Musa perder balones, entrar con miedo a canasta, fallar canastas que jamás había fallado hasta esta temporada…es inexplicable. Si fuera el único…lo malo es que los demás no se quedan atrás. ¿Es Garuba el mismo que jugó en el Madrid hace unos años? Yo tengo serías dudas.

Hoy ha dado toda la impresión de que cuando Panatinaikos ha subido mínimamente las revoluciones nos ha superado de manera total y absoluta, nos ha barrido de la cancha. Este Madrid nos ha acostumbrado a verle perder, esa es la triste realidad. Podríamos insistir en la nefasta política de fichajes, en la incapacidad absoluta del Sr. Mateo para dirigir al equipo, en la inacción de los responsables de la sección para intentar revertir la situación que nos ha llevado a catorce derrotas ¡Catorce!, en veintiocho partidos de la temporada, pero confieso que ya estoy en un punto que veo los partidos sin preocupación ni sufrimiento alguno. Lo normal es perder, y hacerlo de la manera en que lo hacemos, totalmente entregados al contrario. Solo nos queda esperar a que la presente temporada termine cuanto antes. Hacer borrón y cuenta nueva, y encomendarnos al Altísimo para que alguien ponga coto al desmán de la sección de baloncesto.

Para qué hablar del 3 de 25 en tiros de tres, ni del 5 de 9 en los tiros libres, ni de que el Panatinaikos haya tenido suficiente con cometer trece faltas personales en todo el partido. Podríamos hablar de las trece pérdidas, y de que únicamente tres jugadores han llegado a los diez de valoración, pero sería llover sobre mojado, un día más en la oficina, el día de la marmota.

Con mucha tristeza nos despedimos un día más. También con resignación, que se va transformando en indiferencia. Es lo que toca, es lo que hay.

Buenas noches a todos. HALA MADRID.