Una previa de: @pepo2204

Hoy es uno de esos días esperados que hay en todas las temporadas en los que tenemos un partido de los denominados grandes; nada menos que todo un derbi madrileño en el Santiago Bernabéu, en el primer asalto de los octavos de final de la Copa de Europa. (21:00h.)

En las vísperas de un enfrentamiento que se antoja decisivo en el devenir de la temporada, como es este derbi a doble partido en octavos de final de la Copa de Europa, nos encontramos sumidos en uno de los momentos más convulsos en lo que a la Historia reciente de nuestro fútbol se refiere. Todo ello a cuenta de la burda hipocresía que reina hoy en todos los ámbitos y a la que el fútbol, por supuesto, no es ajeno en absoluto.

Todo este enmarañado enjambre está relacionado con las actuaciones arbitrales en el ámbito doméstico que viene padeciendo el Real Madrid, y que han llevado a la enérgica queja del Club de Concha Espina ante los estamentos pertinentes, en lo que considera una vulneración clara de sus derechos, y a la vista de los acontecimientos, no parece faltarle razón.

Lo cierto es que, vistas las actuaciones arbitrales y la disparidad de criterios, por decirlo suavemente, el Real Madrid se está viendo perjudicado por las decisiones de los trencillas jornada tras jornada, en las que asistimos estupefactos a ver cómo jugadas sorprendentemente claras son arbitradas de forma diferente a lo qué marca, ya no sólo la reglamentación, sino el propio sentido común, que como sabemos, es el menos común de los sentidos.

Contemplamos sorprendidos – si es que hay algo que a estas alturas sorprenda – como un jugador que lanza una patada por detrás sin posibilidad alguna de jugar el balón con el único propósito de alcanzar y derribar al rival que le ha rebasado, logrando además su propósito, no sólo no es expulsado sino que termina anotando el único gol del partido; o como se pitan penaltis por jugadas denominadas “residuales” cuando es el Madrid el perjudicado, mientras que el mismo árbitro, en idéntica circunstancia pero siendo los blancos los potenciales beneficiados, decide no señalarlo aludiendo entonces al carácter residual de la jugada en cuestión.

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En este contexto y con el escándalo Negreira aún bien plantado en la mesa, en el que un club, el FC Barcelona – también conocido por Palancas – , estuvo durante diecisiete años pagando al vicepresidente en activo de los árbitros con el único fin de beneficiarse del favor arbitral en su favor, hemos tenido que contemplar atónitos como se pedía respeto para los árbitros a la vez que se solicitaba una sanción para el Real Madrid por su comunicado de queja por parte de LaLiga; una liga que, lejos de velar por los intereses de todos sus asociados – entre los que está el Madrid, aboga por atacar a éste sin pudor por resistirse a los tejemanejes de su presidente, más preocupado en desvalijar el fuerte y perseguir a los que no quieren pagar por el fútbol los abusivos precios que cuesta que por defender sus activos más preciados, como puede ser y es de hecho el Real Madrid.

No sorprende por tanto, que se pida respeto para el colectivo arbitral mientras escuchas semana tras semana que “el Madrid roba”, ves a un presidente pedir la repetición de un Clásico por un presunto error arbitral en su contra, o escuchas al entrenador del rival de hoy decir que “LaLiga está peligrosamente preparada para que la gane el Real Madrid”. Claro, el respeto debe significar que si eres el Madrid y te perjudican debes tragar y si no lo eres, entonces es que el Madrid te roba.

Creo que estamos de acuerdo en que el modelo arbitral debe cambiar, para evitar tropelías como las que cometen a diario los Cantalejo, Clos, etc.; para evitar que los ascensos y descensos de los árbitros dependan de los votos de las territoriales, para no consentir que un árbitro monte una empresa cuyos intereses colusionen con los equipos a los que dirige. Sólo de esa manera, y con la educación desde la base, conseguiremos el respeto que se demanda, tan necesario como el comer para eliminar toda sombra de sospecha de un fútbol español cada vez más podrido y hediondo.

Tras esta charla infumable que os he soltado en mi reentré a las Previas, vamos a abordar el partido de esta noche, que pese a tratarse de un derbi, se encuentra dentro del ámbito de una competición internacional, en este caso la Copa de Europa.

Llegamos a los octavos de final en este nuevo formato, al que acceden los dos equipos de forma completamente diferente; por un lado el Madrid viene de ganar al Manchester City de Guardiola en el play off, mientras que el Atleti lo hace tras haberse clasificado entre los ocho primeros. Curioso premio de este nuevo y tan alabado formato, invento de Ceferin para contraprogramar a la SuperLiga, el enfrentarte al Campeón tras haber hecho los deberes, aunque juegues la vuelta en casa. ¡Viva la meritocracia!.

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El hecho es que el jugar contra el City no deja de ser por no haber cumplido con la obligación de haberse clasificado entre los ocho primeros, pero puede suponer una cierta ventaja para los blancos, desde el punto de vista anímico, por lo que representa haber dejado en la cuneta a los “Pep’s boys” y en el competitivo por tener el ritmo de competición deseable para este tipo de eliminatoria.

El Atleti llega lanzado desde LaLiga en la que viene de ganar dos partidos consecutivos, habiendo adelantado al Real Madrid, tras el tropiezo de los blancos en el Villamarín. Los del Cholo ocupan la segunda plaza de la tabla con dos puntos de ventaja sobre los de Ancelotti. En la Copa de Europa, se clasificaron quintos con dieciocho puntos, con un balance de seis victorias y dos derrotas – Benfica y Lille – Desde la derrota frente a los franceses, encadenan cinco victorias consecutivas entre las que destacan las conseguidas ante Paris Saint Germain y Bayer Leverkusen.

No se puede negar que los resultados acompañan por el momento a este Atlético de Madrid que se mantiene vivo en todas las competiciones que está disputando; sin embargo, en opinión de quien esto escribe, esta circunstancia, lejos de ser algo excepcional, no debiera sino ser lo cotidiano, tratándose del equipo que es, que lejos de ser el otrora mal llamado “equipo del pueblo”, cuenta con el entrenador mejor pagado así como con el tercer mayor presupuesto de los equipos de LaLiga; otro asunto es la escasa o nula exigencia a la que se ve sometido por su afición, para la que el triunfo frente al Madrid ya justifica la temporada, independientemente de la clasificación.

El conjunto rojiblanco se presenta en Chamartín con la confianza que le dan los buenos resultados obtenidos hasta la fecha y sabedor de que la eliminatoria tiene ciento ochenta minutos, y los últimos noventa serán ante su público. Cuatro mil de estos seguidores acompañarán hoy a los rojiblancos en Chamartín. A buen seguro, y sabiendo los antecedentes del productor cinematográfico y el picassiano consejero delegado, serán los más joviales y bullangueros seguidores. Nada que ver con ese residual grupo radical con dos muertos a sus espaldas, llamado Frente Atlético. Estaremos atentos a los cánticos con los que nos deleitarán en los que, a buen seguro, no escucharemos cántico alguno digno de observación, y mucho menos de sanción para UEFA. ¡Hasta ahí podríamos llegar!

Simeone no puede contar con Koke y Azpilicueta, lesionados. El buen estado de forma de Julián Álvarez hace que el rumor de la titularidad de Sorløth cobre más fuerza. ¡Las cosas de los entrenadores modernos!

Imagen: realmadrid.com

Por su parte el Madrid, tras el tropiezo ante el Betis sabe que hoy es día de darlo todo. La mala imagen ofrecida ante el equipo de Pellegrini el sábado, en un partido en el que los de Ancelotti tiraron por tierra la ventaja adquirida con el gol de Brahim, condujo a una derrota que dificulta la lucha por LaLiga, que se encuentra muy apretada con los tres equipos – Madrid, Barça y Atleti – en tres puntos. Así contado, parecería algo normal, pero el Club merengue ha desperdiciado una ventaja de cinco puntos en el último mes, con un balance de cinco puntos en los cincos últimos partidos.

De modo que aquí toca echar el resto; todo el mundo sabe que en Europa cuando juega el Madrid se para el tiempo, pero el Madridismo recela en cierto modo, ante la irregularidad del equipo, amén de los Negreira, Munuera y quien fuera. Seguro que los indios tienen más miedo del que tenemos nosotros, y de no ser así, bien harían en tenerlo.

La baja de Bellingham por sanción condiciona a Ancelotti, quien puede tener un problema mayor de confirmarse también la ausencia de Valverde, éste por lesión. El inoportuno percance de Ceballos merma aún más el centro del campo, y exigirá de volver a apretarse los machos en esa línea, posiblemente con la aparición de Tchouaméni en su sitio natural. Los tres de arriba deberán andar finos y apretar también en la ayuda defensiva para contrarrestar el ataque rojiblanco sin olvidar que la eliminatoria se decidirá en Canillejas en una semana.

Además de Ceballos y Bellingham son baja Carvajal, Militão y Vallejo por lesión.

Dirigirá el partido el francés Clement Turpin, auxiliado desde el VAR por Jerôme Brisard, también francés. Diría que de garantías a priori pero prefiero que se lo leáis a @cubelas13 en la Previa Arbitral.

Noche de derbi en Chamartín. Fiesta grande del fútbol madrileño, español y europeo. Que sea eso, una fiesta del fútbol y nos brinden un gran espectáculo, en el que gane el Madrid. #HalaMadrid

Real Madrid C. de F. – Club Atlético de Madrid, S.A.D. – UEFA Champions League – Octavos de final – Ida – Santiago Bernabéu, Martes 04.03.2025 21:00h