Una crónica de: @JAgilminguez

Después de unos días intensos en los que se ha hablado muy poco de fútbol, ésta noche volvió a cobrar protagonismo lo sucedido en el terreno de juego. Saltaba el Real Madrid al césped de Butarque con una alineación muy reclamada por los aficionados: jugadores de rotación para dar descanso a los titulares habituales y jugadores jóvenes para poder probar a la cantera de cara a los exigentes partidos que vienen por delante. Y la piedra de toque, el equipo que ésta misma temporada se ha atragantado a Barcelona y Atlético. El Leganés no es la perita en dulce que puede parecer a primera vista.

Le tocó a Asencio liderar la defensa a causa de a las bajas del equipo, y lo hizo desde la posición de central diestro. La parte izquierda de la defensa fue cubierta por Jacobo Ramón, jugador que llegaba con buenas referencias. No podemos decir que fuese un gran debut. Se le notó bastante verde y con una peligrosa falta de coordinación con Mendy. El tiempo dirá si es jugador con nivel Real Madrid.

Valverde, en cambio, fue dueño y señor del lateral derecho. El uruguayo parece que no acusa el cansancio, a pesar de ser el jugador de campo más utilizado en lo que llevamos de temporada. En el centro del campo, Ancelotti decidió utilizar una combinación de fuerza e inteligencia: Tchouameni y Modric cuajaron una gran primera parte. El francés es un jugador totalmente distinto cuando juega en su posición natural. A pesar de ello, las necesidades del equipo muy probablemente le vuelvan a desplazar al eje de la defensa de cara a los siguientes partidos. A ellos, hubo que sumar unos eléctricos Brahim y Rodrygo. Regresaban también al once titular Güller y Endrick, aunque con distinta suerte.

Imagen: realmadrid.com 

Comenzó el partido con un aviso del Leganés en el primer minuto, que obligó a una buena intervención de Lunin. A los cinco minutos, el ucraniano tuvo que intervenir en un lanzamiento de falta lateral de Óscar. El ucraniano sigue en plena forma.

Tardó diez minutos en comparecer el Real Madrid, y lo hizo con una buena acción de Brahim. Poco después fue Endrick, quien en semifallo rozó el gol. A los 17 minutos sería Modric desde la frontal, a pase de Rodrygo, quien abrió el marcador. El croata volvió a batir su propio récord de jugador de mayor edad en marcar para el club. Pocos minutos después, fue Endrick quien colocó el 0-2 en el marcador en una jugada iniciada con una conducción de Rodrygo y que culminó el “niño maravilla” a pase de Brahim.

Se tomó un respiro el Real Madrid, lo que aprovechó el Leganés para llegar más a portería. Y en una de esas aproximaciones, Jacobo cometió penalti al interceptar con la mano un disparo dentro del área. Juan Cruz convirtió la pena máxima ajustándola al palo izquierdo de un Lunin, quien estuvo muy cerca de atajar el esférico. Recortaba distancias el conjunto pepinero y la segunda parte se auguraba apasionante, como en todas las eliminatorias que se disputan a partido único.

Imagen: realmadrid.com 

La reanudación nos trajo la entrada de Vini Jr. por Rodrygo. El brasileño revolucionó su banda funcionando como un ente autónomo. Llevaba peligro en cada una de sus acciones y a los cinco minutos de la reanudación, gozó de una doble oportunidad. La segunda, muy clara en un cabezazo que no supo dirigir a puerta. Pocos minutos después fue Endrick quien tuvo otra doble ocasión. Si bien el Real Madrid había salido con ganas de resolver la eliminatoria, fue el Leganés quien igualó el encuentro en una contra finalizada por el peligroso Juan Cruz. Se vio favorecido por un rebote en Mendy, que dejó completamente descolocado a Lunin.

Volvió el Madrid a imponer una marcha más al encuentro. De éste modo, Valverde de disparo raso y Vinicius en una jugada en área pequeña donde encontró un hueco donde no cabía a priori la pelota, pudieron adelantar nuevamente al equipo. Pero la ocasión más clara la tuvo Brahim a los 75 minutos, cuando envió el balón al larguero en un acción de auténtico genio.

El encuentro se estaba desarrollando bajo una sorprendente tranquilidad arbitral, cuando Alberola Rojas decidió recordarnos que estaba presente en el campo. Amonestó a Vini por una acción que hacen todos los jugadores (un pequeño enfado mirando a la afición tras cometer una falta), pero que sólo a él parece que no le consienten.

Imagen: realmadrid.com 

Ancelotti optó por dar entrada a Ceballos por un Güller que estuvo más gris de lo habitual, a Fran García por Mendy (quien había aportado muy poco en ataque) y al canterano Gonzalo por Endrick. El máximo goleador de 1ª RFEF con el Castilla, iba a disfrutar de unos minutos de calidad en un encuentro totalmente abierto.

Con un Real Madrid volcado en ataque y un Leganés a la contra, Ceballos tuvo una clara ocasión en el minuto noventa, enviando alto el esférico por muy pocos centímetros. Pero sería el canterano Gonzalo en los minutos de prolongación, quien en una jugada muy elaborada remataría de cabeza a la red un centro de Brahim. Un remate de cabeceador nato. Marcó los tiempos perfectamente y nada pudo hacer el guardameta del Leganés. Comprensible la euforia del joven delantero de “la fábrica”, que posiblemente no olvide ese gol en toda su carrera.

Ese gol, aparte de clasificar al Real Madrid para las semifinales de Copa, donde se enfrentará a un rival potente, evitó la prórroga. Un detalle muy importante de cara al encuentro del fin de semana frente al Atlético, que gozará de un día más de descanso. E importante así mismo, por el chute de moral que supone. Una pequeña alegría entre las últimas desgracias sufridas (tanto en forma de lesiones como de arbitrajes).