Una crónica de: @luismanper
El fútbol cambia a tal velocidad que el mismo jugador que hace 5 semanas era repudiado por el madridismo por fallar dos penaltis en una semana, ahora es quien sostiene el ataque del equipo y ya está echando el aliento en la nuca a Lewandowski en la lucha por el pichichi, y no es otro que Kylian Mbappé, el mismo futbolista por el que el Real Madrid ha bebido los vientos durante 7 años hasta que finalmente el pasado verano consiguió firmarlo gratis, y si la vida ha cambiado para Mbappé en cinco semanas, de la lamentable imagen que dio el Real Madrid el domingo pasado a ser líder de la Liga el domingo siguiente, mejor ni hablamos, porque ni el domingo pasado la temporada estaba perdida ni estas dos victorias lavan la vergüenza de dos goleadas contra el Barça en 3 meses, sin haber aprendido absolutamente nada de los errores entre un partido y otro.
Pero yendo al partido de hoy, el partido se presentaba plagado de bajas sobre todo en el mediocampo pues a las consabidas de Modric por acumulación de amarillas y Camavinga por lesión, se unió esta mañana la de Tchoaumeni por unas molestias físicas sin olvidar las bajas de larga duración de Militao y Carvajal y la sanción de dos partidos de Vinicius por su expulsión contra el Valencia, por lo que Ancelotti tiró hoy de Courtois en portería, Lucas Vázquez y Fran García en los laterales con Rudiger y Asencio de centrales, Valverde en el eje del equipo flanqueado por Bellingham y Ceballos, con Brahim y Rodrygo en los extremos y Mbappé en punta.
Imagen: realmadrid.com
El partido no pudo empezar peor porque apenas había tocado el balón el Real Madrid cuando el enésimo fallo en el marcaje de Lucas Vázquez acabó con Fabio Silva adelantando a Las Palmas en el marcador y desatando los peores fantasmas en el Bernabéu, sin embargo esta vez el equipo sí se mostró enchufado por el liderato que podían recuperar y rápidamente se puso manos a la obra para remontar el marcador, primero fue Brahim quien falló a puerta vacía uno de esos pases de la muerte que es más difícil fallarlo que meterlo, luego fue Bellingham quien chutó, y el rebote de su disparo obligó a Cillesen a emplearse a fondo para que el balón se estrelle en el poste, luego sería Mbappé quien lanzó un misil desde fuera del área que sacó el portero holandés a mano cambiada hasta que Sandro trabó a Rodrygo dentro del área, el árbitro señaló penalti y Mbappé espantó los antecedentes y empató el partido.
A partir de ese momento, se desató el vendaval Mbappé que se quedó cerca del hak-trick pues primero mandó otro trallazo que despejó Cillesen y cuyo rechace aprovechó Lucas Vázquez para dejar el balón franco a Brahim para que solo tuviese que empujarla para poner el 2-1, y así ambos se reconciliaron con la grada uno por su fallo inicial y otro por su cada vez más deficiente actuación como lateral, pero lo mejor estaba por venir cuando la enésima internada de Rodrygo acabó con un pase atrás a Mbappé, que abrió el interior para mandar a la escuadra un disparo precioso que se convirtió en el 3-1, y no firmó un hak-trick al descanso porque le anularon un gol por fuera de juego posicional de esos que se han puesto de moda.
Imagen: realmadrid.com
Y si ese gol no fue argumento suficiente para odiar eternamente al fútbol moderno, habría que esperar a la segunda mitad para confirmar nuestras sospechas, pues tras el 4-1 en el que Rodrygo remachó un gran pase de Fran García, que culminó una preciosa jugada combinativa del equipo, todavía nos quedaban por ver otros dos goles de Valverde anulados por fuera de juego posicional, el primero por una posición ilegal de Rudiger que el VAR interpretó que estorbaba al portero visitante, y otro por una clara posición adelantada de Lucas Vázquez, que últimamente está despistado en ataque y en defensa pero aún así al bravo jugador gallego le dio tiempo a provocar la expulsión de un rival que literalmente le había dejado los tacos marcados en la cadera.
Poco después dejó su puesto a Lorenzo Aguado, que en el partido copero ante el Deportivo Minera presentó sus credenciales para completar el lateral derecho del primer equipo el resto de la temporada, pero el cambio de este partido que será recordado había llegado unos minutos antes y no me refiero a los de Arda Guler y Endrick, que a pesar de ser protagonistas contra el Celta en Copa del Rey, hoy han jugado apenas 15 minutos ni tampoco al canterano Chema Andrés, que ha debutado en Liga con el primer equipo, sino al de David Alaba quien reaparecía tras la larguísima lesión que se produjo en diciembre de 2023, y que una recuperación complicada la ha alargado más de la cuenta hasta su reaparición en el día de hoy, largamente anhelada ante el drama defensivo que vive el equipo desde hace años con lesiones de cruzado, que se empiezan a repetir peligrosamente mientras nos quejamos de que mediocentros reconvertidos en defensas no se entienden con sus compañeros de zaga cuando visto lo visto, lo raro sería que se entendieran, si Alaba es la solución defensiva o solo la nostalgia basada en la desesperación, el tiempo lo dirá, pero de momento se acaban las excusas para justificar ser uno de los equipos que más goles encaja en la Liga..