Una crónica de: @OlgaUnMundo
Mestalla nunca es un estadio fácil y es un lugar cada día más hostil. Teniendo en cuenta esto y que siempre pasan cosas “curiosas”, por llamarlo de alguna manera, la situación hacía presagiar que iba a ser un partido caliente, como así ha sido. Para saber más de esto, tendréis que leer la crónica arbitral del gran Nilo.
Salió el Madrid con la caraja de año nuevo y un Valencia con ganas de comerse el mundo. Estaba dentro de nuestras predicciones. Pero cuesta entender la diferencia que hay entre unos partidos y otros (quizá es la motivación o el peso de los turrones). Lo mismo que un equipo que se juega la vida y, como tal, lo tiene que dar todo. Pero tiene que hacerlo en todos los partidos y no contra aquellos rivales que más rabia le dan.
El caso es que la primera parte del Madrid ha sido mala. Descolocado, descentrado, sin laterales y sin centro del campo, el Valencia tenía mucha facilidad para llegar a las áreas.
En el minuto 5 hubo un chute fuerte de Fernando Valverde que canté como un gol, pero que bloqueó el portero. Y sólo dos minutos más tarde ocurrió lo mismo en la portería rival.
Un partido loco de ida y vuelta, muy intenso y propicio para el equipo local, que empezó a controlar el partido y tener varias ocasiones claras.
Hubo una buena oportunidad para inaugurar el marcador a nuestro favor con un pase largo de Ceballos que no llegó a rematar Rüdiger.
Imagen: realmadrid.com
Muy buen partido de Foulquier. Me pregunto si lo hará también contra otros equipos con los que sí se juega el descenso directamente.
El Madrid aún seguía de vacaciones mientras que el equipo ché iba creciendo hasta que pasó lo que tenía que pasar: gol de Hugo Duro. Fallo en cadena de la defensa, en el que el primer error viene de Mendy porque no cubre bien, pero Tchouaméni está descolocado y duda a la hora de bloquear. Rüdiger tampoco está al quite.
También hay que decir que este gol no debería haber subido nunca al marcador porque había una falta previa a Rodrygo muy clara. Soto Grado no la vio y el Var no interviene en estas cosas. O depende.
Como pasa muchas veces después de recibir un gol en contra, el equipo merengue despertó un poco y empezó a recuperar el control mínimamente. El partido era errático, con mucha imprecisión y jugadores que hoy estaban muy grises, como Rodrygo y Mbappé.
Otra acción a comentar es la del posible penalti a Vinicius en el minuto 35. Sigan. Lo que no falla es amarilla por protestar. Esta vez a Ceballos.
Poco después llega un cañonazo de Valverde que no consigue transformar.
Imagen: realmadrid.com
Los últimos minutos de la primera parte se intensifica el ataque del Real Madrid creando más peligro, pero sin acierto.
Por fin termina una primera parte que ha sido muy mejorable, por decirlo suavemente.
Ya en la segunda parte, que empezó sin cambios a pesar de que hubieran sido muy necesarios, el juego del Madrid empezó a mejorar.
En el minuto 52 hubo un penalti a Mbappé que tiró Bellingham muy poco convencido y que se fue al palo. Una pena desaprovechar tan importante oportunidad a pesar de que, para mí, hoy el inglés ha sido el mejor del partido.
En el minuto 59 llega por fin el gol del empate de la bota de Kylian Mbappé. Tampoco subirá al marcador. Un fuera de juego muy en línea lo anula.
Con éstas llegamos al minuto 65. Y sin cambios.
Imagen: realmadrid.com
Ya pasado el minuto 60 llegan los ansiados cambios: Rodrygo por Brahim y Camavinga por Mendy. El juego mejora considerablemente, con una salida de balón más rápida, más verticalidad y frescura.
Y en el minuto 77 llegó la polémica de verdad y con el protagonista de siempre: Vinicius. Siempre tienen que pasar cosas en Mestalla. Una acción entre Dimitrievski y Vinicius, que debería haber acabado en amarilla para los dos, se salda con expulsión del brasileño.
El portero macedonio comete un acto con bastante alevosía en el que el extremo merengue debería haber aprovechado para echarle rollo, como hacen muchos de sus compañeros. Decidió revolverse y poner las manos sobre el cuello del otro, que tampoco fue para tanto. Pero Dimitrievski sí que actúa exageradamente, haciendo ver una tremenda agresión que no existe.
Ninguno de los dos debe comportarse así, pero por desgracia, ya sabemos que esperan a Vinicius. Siempre le voy a defender a muerte, pero hoy se equivoca, dejando con 10 al equipo, con un gol en contra y el partido muy avanzado.
Entiendo la parte de sangre caliente después de tantas faltas recibidas, pero a veces hay que ser más listo que tu rival. Sé que es difícil. El chico es joven y aprenderá. Pero hay que medir cuándo se hace porque puedes perjudicar mucho a tu equipo. No olvidemos que Zidane, en su último partido como profesional, hizo perder un mundial a su selección porque Materazzi lo sacó del partido.
Nos quedamos sin nuestro jugador más desequilibrante contra Las Palmas y veremos si para algún encuentro más. Y medio equipo con amarilla.
Imagen: realmadrid.com
En el 79 se produce el cambio de Modric por un Ceballos que hoy no ha estado tan brillante como a finales de 2024. Y un poco más tarde nos demuestra que aún tiene fútbol en sus botas marcando el gol del empate. Empieza la remontada.
Con todo lo que ha ocurrido en la segunda parte, Soto Grado añade 9 minutos. Y ya sabemos lo que esto puede significar para el Real Madrid. Un Real Madrid que nunca se rinde y que cree hasta el final.
Empieza el asedio y la mordida blanca. Los vikingos quieren ganar el partido. La suerte también juega a fútbol y la poca fortuna que nos acompañó durante gran parte del encuentro, por fin se puso de nuestra parte.
Guillamón comete un error imperdonable en la frontal del área, dejándosela cortita y al pie a Jude Bellingham. Y esta vez, sí. Ésta vez, la pelotita quiere entrar. Gol. Minuto 95. Los antis lloran y rabian. El Madrid sonríe. Euforia para unos. Desolación para otros. Así es la vida. Esta vez sí es un fucking gol que sube al marcador muy merecidamente.
Pero el partido no había terminado y, ayudando al gremio de cardiólogos del país, Rioja estrelló en la cruceta un gol cantado en el minuto 100.
Pitido final y respiración profunda. Es un partido gris, pero empezamos el año con victoria. Y lo más importante: líderes en solitario, con 2 puntos sobre nuestro perseguidor, el Atlético de Madrid.
Ahora, con la vista puesta en el próximo título: La Supercopa de Arabia. A por ella.