Una previa de: @pepo2204
Vuelta a la bendita rutina de torturaros desde esta tribuna contándoos todo lo que rodea previamente a los encuentros de nuestro querido Real Madrid, nos asomamos a la decimosexta jornada del campeonato de liga, inmersos en un carrusel desenfrenado de partidos que tiene que afrontar el equipo merengue en este mes de diciembre.
La disputa del segundo título en juego de la temporada, la Copa Intercontinental, el próximo 18 de diciembre, comprimirá aún más si cabe, un calendario sobrecargado en el mes de los turrones, las luces, las cenas navideñas, la lotería y los regalos.
En el séptimo día del mes, el Real Madrid disputa nada menos que el tercero de los siete encuentros a los que deberá hacer frente antes de terminar el año 2024, pertenecientes a tres competiciones distintas: LaLiga, la Copa Intercontinental y la Copa de Europa.
En lo que se viene de forma inmediata, que no es otra que el partido correspondiente a la decimosexta jornada de LaLiga, rendimos visita al Gerona en el estadio de Montilivi (Sábado 21:00h.)
El equipo catalán, que este año está disputando por primera vez en su Historia la Copa de Europa, tras su excepcional desempeño la pasada temporada, donde llegó a estar inmerso en la disputa por el campeonato de liga, ha bajado un peldaño su rendimiento, que sorprendió a todos los aficionados al fútbol, en España y allende nuestras fronteras.
El equipo dirigido por el madrileño Míchel, marcha octavo en la clasificación con veintidós puntos en los quince partidos disputados hasta la fecha; un balance que deja a las claras la irregularidad de los gerundenses en contraposición a la solidez mostrada la pasada temporada. Los catalanes han perdido un tercio de los encuentros que han jugado en liga, dos de ellos en casa, donde muestran un balance de cuatro victorias y un empate en los siete partidos disputados en Montilivi.
Imagen: gironafc.cat
Esto hace pensar que, aún siendo un campo difícil de asaltar, no se trata del fortín que pudiéramos pensar si nos refiriéramos al sorprendente Gerona de la pasada temporada.
Puede ser que el jugar la Copa de Europa, situación completamente anómala para un club de la dimensión de la pequeña entidad gironesa, – por más que se trate hoy en día de uno de los brazos del City Football Group, propietario entre otros del Manchester City – esté alterando el ecosistema natural de los de Míchel. Lo cierto es que su desempeño en la máxima competición europea tampoco está siendo lo ilusionante que podría esperarse, habiendo ganado un sólo encuentro de los cinco que han disputado, lo que les hace marchar en la trigésima plaza de la clasificación, en puestos de eliminación directa, y les obliga a ganar al menos dos de los partidos que restan para poder optar a disputar los play off que dan acceso a los octavos de final de la competición; situación que se antoja complicada considerando que los próximos rivales del club catalán son nada menos que Liverpool, Milan y Arsenal. Casi nada.
Además, y por si fuera poco, viene el club rojiblanco de pegarse el batacazo padre en la eliminatoria de Copa del Rey, en la que la UD Logroñés los ha apeado de la competición esta semana, tras vencerles en la tanda de penaltis.
Con todos estos antecedentes, el Gerona quiere evitar a toda costa convertirse en un nuevo juguete roto del fútbol español, que acaba cayendo estrepitosamente tras un fulgurante ascenso a los altares, y hundiéndose en el pozo, tras lograr disputar la Copa de Europa.
No parece que éste vaya a ser el caso, al menos a fecha de hoy, y visto su desempeño en LaLiga, pero cosas peores se han visto, y a estas alturas ya en esto del fútbol, poco puede extrañarnos cualquier cosa.
Para el partido frente al Madrid, Míchel no podrá contar con Tsygankov ni Yangel Herrera, ambos por lesión, y tiene la duda de Jhon Solís.
Imagen: EFE
El Real Madrid por su parte, llega a Montilivi en una racha de irregularidad un tanto preocupante. Tras la derrota sufrida en Liverpool, y las derrotas del FC Palancas en LaLiga, llegó una victoria frente al Getafe que parecía devolvía al Madrid a una situación más acorde a lo que se espera de un equipo que, no olvidemos, es el actual campeón de LaLiga y de la Copa de Europa. Sin embargo, el pasado miércoles volvió a caer derrotado en San Mamés frente al Athletic, y aparte de desaprovechar una oportunidad de tomar las riendas de la clasificación, una vez que se dispute el partido aplazado frente al Valencia, volvió a abrir la caja de Pandora del rendimiento del equipo, poniendo todos los focos sobre el gran fichaje de la temporada: Kylian Mbappé.
No descubrimos nada si decimos que el rendimiento del jugador galo no está siendo el esperado, y que su porcentaje de errores es mucho mayor que el esperado, lo cual hace desesperarse a muchos que quizá pensaron que simplemente el hecho de tener al jugador francés en la plantilla, haría que las victorias y los títulos cayeran como fruta madura.
Sin embargo, no son pocos los ejemplos de grandes jugadores que precisaron de un tiempo de adaptación, incluyendo algunos – los menos – que nunca llegaron a adaptarse, y a los que la camiseta del Real Madrid pesó tanto que pudo con sus deseos de triunfar.
No podemos asegurar si el caso de Mbappé es un problema mental de ansiedad, quizá llevado por la mezcla de responsabilidad y el deseo de hacer las cosas bien, unido a la frustración porque las cosas no salgan como espera y como todo el mundo espera de él. Lo que sí es seguro es que se trata de un jugador único, que está llamado a grandes cosas en este Real Madrid, al que ha llegado como uno más, y con el que – en la modesta opinión de quien esto escribe – es mejor tener paciencia que ejercer una presión excesiva que acabe por convertir un problema aparentemente coyuntural, en algo más profundo, que haga que la mala racha del bueno de Kylian dure más de lo deseado. Quizá es momento de dejar de lado la excesiva presión sobre el jugador, fruto de su rol como uno de los mejores jugadores del mundo, permitirle que se encuentre cómodo como uno más en el ecosistema al que ha llegado, y darle el tiempo necesario para que pueda, con la tranquilidad que da el alejar la presión, desarrollar su altísimo potencial y hacer que las cosas vuelvan a su cauce normal; hablo de una cuestión de tiempo, vamos.
Tiempo es también lo que parece necesitar un equipo blanco que no acaba de dar con la tecla, y no termina de carburar; cierto es que las lesiones están lastrando el desempeño del conjunto merengue, pero cierto es también que, como ya se ha dicho aquí anteriormente, hay jugadores que se encuentran en un nivel de forma inferior al esperado, y no sólo Kylian Mbappé.
Ancelotti busca soluciones y no parece encontrarlas, y a la vista de los resultados, debe lidiar con las críticas hacia su trabajo, y oír las voces de los que se desgañitan echando de menos a los que ya no están: Kroos, Nacho y hasta a Joselu.
Imagen: realmadrid.com
De todo se acaba saliendo, y éste es un Club que se viene arriba con las adversidades, bien sean en forma de lesiones o de críticas por los malos resultados, y al que nunca se le puede dar por muerto. A ver si a alguno que ahora ríe se le va a quedar cara de póker si nos diera, por ejemplo, por levantar la decimosexta.
Para el partido con el Gerona, Ancelotti no puede contar con Alaba, que parece volverá en enero, Vinicius, que puede estar ya el martes frente a la Atalanta en Copa de Europa, Camavinga, Carvajal y Militão, todos ellos por lesión.
Arbitrará el extremeño Gil Manzano, asistido desde el VAR por el tinerfeño Trujillo Suárez. Os los analiza, como siempre, @cubelas13 en su Previa Arbitral para esta casa.
Tiempo llevaba uno ya sin castigaros con estos artículos. Tiempo también el que necesita el Madrid para remontar el vuelo definitivamente en el último mes de un año que ha sido muy importante en la Historia del Club. Tiempo de ganar y mostrar que estamos en la pelea por todo. Al final, va a parecer que todo es una cuestión de tiempo, y de ganar, claro. #HalaMadrid
Girona FC, S.A.D. – Real Madrid C. de F. – LaLiga EA Sports – Jornada 16 – Montilivi – Sábado 07.12.2024 21:00h.