CRÓNICA | ✍ UNA DERROTA DOLOROSA Y SONROJANTE: REAL MADRID 0 – 4 FC BARCELONA

Una crónica de: @OlgaUnMundo

Semana grande para el Real Madrid con dos partidos muy importantes: Champions y el mal llamado clásico.

Ambos equipos llegaban con la moral alta después de golear en sus respectivos partidos en la competición más importante a nivel de clubes.

La alineación del Real Madrid era la esperada y prometía bastante, aunque había algunos aficionados que no les gustaba. El madridista nunca está contento.

A partir de aquí, tengo que ser muy sincera y avisar de que voy a hablar del partido que he visto YO. Querido lector, es muy posible que no te guste esta crónica porque estás enfadado y quieres que el club arda en llamas. Si estás buscando eso, lo siento, yo no estoy en ese barco. Quizá este texto esté lleno de opiniones impopulares.

Me podréis llamar oficialista, oficia-lista y que abuso del buenismo. Me podéis poner todas las etiquetas que queráis. Las encajaré con deportividad.

El Real Madrid hizo una primera parte excelsa. No salió con la caraja habitual a verlas venir. Estaba bien ordenado presionando en bloque alto. Dominando el juego e incluso la posesión, aunque ésta estaba algo más repartida. Sólo en los primeros 5 minutos el equipo madrileño había tenido ya 4 ocasiones de gol claras.

Imagen: realmadrid.com 

Es un partido intenso, bonito. Hay faltas, sí, pero ninguna grave. Da la sensación de que no puedes ni pestañear porque en cualquier momento va a pasar algo. Había ganas de ver un partido así, con un Real Madrid muy reconocible.

Camavinga ha hecho un partido espectacular. Y esas incursiones de falso 9 dan mucha alegría al juego, además de despistar al rival. Me gustaría volver a verlo.

A partir del minuto 15 aproximadamente empieza el calvario de los fueras de juego. Hasta 12 nos van a llegar a pitar. Puede que incluso sean 157. Y todos legales.

Hay algunas ocasiones del Barça, pero se cortan rápido y no llegan con mucho peligro. De hecho, en la primera parte apenas hay tiros a puerta de los blaugranas.

El Madrid dominaba y creaba peligro continuo, pero no era capaz de transformar las ocasiones en goles. Perdonar tanto sólo beneficia al rival porque le das tiempo y alas. Pero se intentaba y se seguía intentando, que es lo que yo le pido a este equipo: nunca bajar los brazos. Como nos han demostrado tantas y tantas veces.

Llegamos al descanso con la intención de que la portería iba a inaugurarse muy pronto a favor de los blancos.

Imagen: realmadrid.com

Como era de esperar, la segunda parte se empezó sin cambios. Es algo habitual, pero en este caso era más lógico, pues el equipo había funcionado bien. Pero el Barça sí hizo un cambio que quizá fue la clave de su abultada victoria: Fermín por Frenkie de Jong. Esto le dio más solidez al centro del campo, además de fluidez y profundidad.

La dinámica era la misma: el Madrid dominando, creando ocasiones y no entraba nada. No le podemos achacar lo de otras veces: juego horizontal que no va a ninguna parte. Hoy el balón se sacaba rápido verticalmente y con velocidad.

 Y lo poco que sí, fuera de juego. Legal. Que a veces ya no sé que jode más: cuando te roban o cuando no lo hacen. Crece la sensación de que el primer error que tengamos, UNO SÓLO, lo pagaremos caro. Como así fue.

Minuto 54, gol de Lewandowski. Y tan sólo dos minutos después, otro cabezazo del polaco acaba en el fondo de la red.

El Bernabéu enmudece. El castigo es demasiado duro.

Pero el Madrid no se rinde. Lo sigue intentando. Pero sin acierto. Mbappé, que tan letal era en el PSG, es a penas un corderito con la camiseta blanca.

Imagen: realmadrid.com

Y eso el Barça lo aprovecha. Huele la sangre y no perdona. El Real Madrid está herido de muerte y busca el gol con desesperación. Eso hace que se vaya desordenando cada vez más. El cansancio empieza a hacer mella.

En el minuto 60 se produce el primer cambio: Modric por Tchouaméni. Muy criticado de nuevo por la hinchada blanca, aunque yo sigo sin ver qué es lo que hace tan mal. Considero que ha hecho un buen partido, cortando las jugadas y parando ataques, ya que es destructor. No es creador. Opino que esto también se olvida demasiado a menudo. Se espera que sea un Kroos de la vida y no lo es. No es su función ni tampoco su perfil. E´l no es eso. Él no es así. Y recuerdo algo muy doloroso: Kroos ya no existe. No va a volver. Hay que empezar a pasar página.

El francés, quizá ya en la segunda parte se ha visto un poco superado, pero es normal, ya que el Madrid se ha venido abajo y el Barça muy arriba con esa ventaja tan rápidamente conseguida y sin esfuerzo.

Aun así, las ocasiones del equipo local se sucedían, aunque ya más espaciadas.

Pasado el minuto 70 salió Camavinga, si no el mejor del partido casi, por el esperado Brahim. Pero sirvió de poco, porque fruto de la desesperación por acortar la distancia en el marcador, la defensa empezó a ser poco compacta y el Barça cada vez llegaba con más facilidad. Entonces llegó el gol de Lamine Yamal. 0-3.

Con el Real Madrid hundido, el baño del equipo que ha adulterado la competición doméstica durante décadas (ya no se saber ni cuántas) se hizo latente. Se paseó por el césped del Bernabéu como si fuera su casa.

Imagen: realmadrid.com

En el minuto 84, gol de Raphinha para hacer la herida aún más profunda. 0-4. Imposible de digerir. Y podría haber llegado un quinto, pero Dios que es madridista, aunque hoy tenía otras cosas que hacer porque ya lo hizo todo el martes, lo ha impedido.

Y aquí viene mi reflexión final. Querido lector, vuelvo a avisarte de que eres libre de dejar de leer ahora. Estás a tiempo de hacerlo, porque es muy posible que no estés de acuerdo conmigo.

El Real Madrid ha hecho una fabulosa primera parte. El equipo estaba ordenado, la defensa compacta y la delantera creaba ocasiones. Pero no ha habido acierto. Y sí, hay que criticar esto. La alineación era la correcta y el esquema también, aunque sigo pensando que Bellingham en la derecha queda desaprovechado y es carnaza para la crítica.

La segunda parte no ha sido tan horrible, como tampoco lo fue la primera contra el Dormunt. Los dos primeros goles han sido más fortuna que otra cosa y los dos últimos, fruto de la desesperación merengue por, al menos, intentar empatar el partido. Si se hubieran encerrado atrás, tal vez la sangría no habría sido tan grande. Pero estaríamos antorchas en mano diciendo que el Madrid no puede poner un autobús y conformarse.

El encuentro ha sido intenso y el cansancio se ha adueñado del equipo, que al final ha acabado bajando los brazos. La defensa se ha desdibujado por este motivo también y por eso se ha convertido en un coladero.

Podemos quemar el club entero, el estadio y colgar del palo mayor del utillero al presidente.

Imagen: realmadrid.com

Es una derrota dolorosa, humillante e injusta que no refleja la realidad del partido. Pero eso da igual. Esto es el fútbol. No va de quién merece ganar, sino de quien convierte las ocasiones en goles y gana. Esto va de ganar.

Eso de “El Madrid todo mal” cada vez es más difícil de llevar. Hay que hacer autocrítica, pero nos pasamos con la exigencia esta enfermiza que no nos lleva a ninguna parte. Sólo al desgaste.

La culpa no es de Mbappé. Es cierto que esperamos que marque un hattrick en cada partido. Lo fichamos para eso. Y lo está intentando. No le podemos pedir más. Trabaja para el equipo y le pone ganas. Pero los goles no llegan. Pues muchos madridistas ya lo quieren vender. No es el fichaje. Pues tengo una mala noticia: No se va a ir. Iba a venir de todas formas. Era un deseo de Florentino y no hay vuelta de hoja con eso.

Haaland. Ahora el fichaje es Haaland. Pues tampoco iba a venir este verano, aunque no hubiéramos fichado al francés. Es buenísimo, un goleador nato. Que desaparece en los partidos más importantes. Ya hemos jugado 4 partidos se semifinales contra el City en los que él estaba. Y ni rastro. De hecho, se ha convertido en meme perpetuo siendo hijo de Rüdiger. Se ve en varias caricaturas y cartoons que circulan por las redes y que tanto nos divierten. Y en la final de la Champions de 2023 contra el Inter de Milán, todavía lo están buscando.

Los centrales han hecho un muy buen partido. Pero hay que buscar culpables, entonces Militao y Rüdiger. Militao ha hecho todo lo que ha podido. Lucas ha hecho una buena primera parte. Mendy es el que ha estado peor, pero no me ha parecido que sea tan desastroso.

Tampoco podemos echarle la culpa a la actitud. Hoy los jugadores sabían lo que se estaban jugando, valga la redundancia, y le han puesto las ganas necesarias. ¿Lunin podría haber hecho algo más? Quizá, pero en al menos dos goles ha estado muy vendido. Es lo que tiene el bloque alto.

Imagen: realmadrid.com

Ancelotti quizá se ha equivocado con los cambios. Lo ideal, viendo que Mbappé no conseguía marcar (tampoco Vinicius), habría sido sacar a Brahim, Endrick o Güller incluso. Pero estos dos últimos no cuentan para el entrenador. Eso sí que empieza a ser imperdonable.

Ahora Carlo no sabe entrenar. Que vuelva Zidane. Que venga Arbeloa. Xabi Alonso. Esto es lo que he llegado a leer. En otros partidos el Madrid ha estado falto de ideas. Hoy no ha sido el caso. El rival ha aprovechado las oportunidades mejor que tú y ha sido un poco superior. Esto es fútbol. Además, vengo con otra mala noticia: no se va a ir. El club confía en él y debe haber una auténtica debacle para que se marche antes de 2026.

Tenemos el mejor centro del campo del mundo. Tenemos un plantillón y no sabemos cómo sacarle el máximo provecho. Cierto es que la directiva tiene parte de culpa por la mala planificación: no fichaje de centrales, etc.

Desde el sofá es tan fácil… Todos sabemos más de fútbol que nadie. La goleada en casa de tu eterno rival, el que encima te falta al respeto, es humillante y dolorosa. Pero estamos en octubre. Nadie ha ganado ni perdido nunca una liga en este mes. Venimos de ganar una liga y una Champions. No se nos ha olvidado jugar al fútbol ni tampoco entrenar ni dirigir un equipo, un club.

A veces hay que tener paciencia y las cosas van mejorando poco a poco. Se dará con la tecla. Ni el Real Madrid es carne de segunda división ni el Fútbol Club Barcelona es la Brasil de Pelé. No tienen mejor equipo ni de lejos. Pero han tenido pretemporada y sabe qué jugadores utilizar. Los utiliza bien y están en buena forma. Además, este año tienen un entrenador, cosa que el año pasado no tenían. Juegan muy bien, es cierto. Tienen intensidad, velocidad y verticalidad. Pero no son mejores que el Real Madrid. Ni un solo jugador, hombre por hombre, lo es.

No compréis el relato, que tan fácil nos venden siempre.

Imagen: realmadrid.com

Hay cosas que ajustar y mejorar. La puntería es una de ellas, que ya os recuerdo que nos fallaba mucho el año pasado también. Hay que hacer autocrítica. Pero no destruir. Eso es lo que quieren los antis. Nos quieren divididos, queriendo echar a los nuestros. Cambiar al equipo entero y peleando entre nosotros. No les demos esa satisfacción.

Querido lector, ya te lo advertí. No te iba a gustar.

Ahora, a descansar y a trabajar con ganas para enfrentarnos a los próximos partidos.

¡HALA MADRID!

 

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