Una crónica de: @luismanper
Cuando escuchamos la patética rueda de prensa de Simeone tras el partido reconociendo que el parón de 20 minutos decretado por Busquets Ferrer, les había favorecido para conseguir empatar un partido en el que Militao había adelantado al Real Madrid minutos antes, muchos entendimos el motivo por el cuál la directiva del Atlético de Madrid permite campar a sus anchas al Frente Atlético a pesar de los asesinatos que lleva a sus espaldas, y es que si a la directiva atlética le interesara que este grupo neonazi estuviera fuera del estadio hace muchos que los encapuchados que vimos ayer no pisarían su estadio, pero ayer y tantas otras veces quedó claro que ni Gil Marín ni Enrique Cerezo quieren acabar con el grupo nazi que campa a sus anchas en su estadio, tal y como hicieron Florentino Pérez con los Ultrassur en 2013, o Laporta al poco de llegar a la presidencia del Barça en su primera etapa con los Boixos Nois y de la que hay que reconocerle su valentía en ser el precursor para tomar medidas de este tipo.
Imagen: DAZN
Esas medidas que la directiva encabezada por Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil Marín se niegan a tomar, a pesar del hartazgo visible del resto de la afición del Atlético de Madrid (aunque también hay excepciones como los mamarrachos que salieron a Youtube a pedir que la gente vaya al campo con mascarilla para insultar a Vinicius sin ser identificados), son las que hoy exige un fútbol español cada vez más avergonzado del compadreo de la directiva atlética con un grupo ultra que solo en los últimos 10 años tiró al río Manzanares a un seguidor del Dépor, se ha enfrentado a jugadores propios como Mario Hermoso o directamente los ha hecho llorar como en el caso de Antoine Griezmann, y eso quedaría en un chiste frente a lo que han hecho a rivales como Gerard Moreno a quien cayó de todo por celebrar un gol en un gesto ante la cámara dedicado a sus hijas, o a los cánticos racistas sufridos por Nico Williams el pasado mes de abril y sobre todo por Vinicius Junior, a quien directamente han colgado de un puente cercano a Valdebebas entre insultos de todo tipo azuzados por ese sinvergüenza llamado Jorge Resurrección Koke, que ayer pedía inteligencia a los futbolistas tras llevarse a todo el equipo a agradecer al Frente Atlético haber parado el partido a base de mecherazos a Courtois, que cometió el pecado imperdonable de celebrar un gol de su equipo mirando a la grada rival, algo que ningún futbolista ha hecho jamás, pues ya dejó claro ayer Simeone en la rueda de prensa post partido que la culpa de los futbolistas que reciben una lluvia de objetos de la grada es de los futbolistas que cargan a la afición rival.
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Toda esa violencia consentida por la directiva del Atlético de Madrid y aplaudida por sus jugadores al final del partido, interrumpió durante 20 minutos un partido que minutos antes había desnivelado Militao en una jugada ensayada de la factoría Davide Ancelotti que había mostrado su repertorio en el inicio de la segunda parte a la salida de un córner en el que una sucesión de pases a la salida de un córner dejaron solo a Rodrygo, en esos minutos de la segunda parte hubo más ocasiones que en toda la primera mitad, en la que un partido marcadamente táctico en el que Ancelotti había apostado por los cuatro centrocampistas a causa de la baja de Mbappé, le había llevado a un once formado por Courtois en portería, Carvajal y Mendy en los laterales con Militao y Rudiger de centrales formando un rombo en el mediocampo con Tchoaumeni en el eje, flanqueado por Modric y Valverde y Bellingham en la mediapunta y la delantera para Vinicius y Rodrygo.
Imagen: realmadrid.com
Como decía en esa primera parte apenas hubo ocasiones de gol, por el lado madridista solo vimos un disparo de falta de Valverde que salió cerca de la escuadra y un disparo de Bellingham al borde del descanso desde la frontal del área que atrapó el portero esloveno sin complicaciones, mientras que el único peligro que creó el Atleti en toda la primera parte fue por medio de Julián Álvarez quien tras regatear a Carvajal como pedro por su casa disparó seco abajo, pudiendo sacar el pie Courtois para despejar el balón.
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Minutos antes de que el Frente Atlético hiciera el favor al Atlético de Madrid que al final del partido le agradecieron tanto los jugadores aplaudiéndole como Simeone en rueda de prensa, Militao había abierto el marcador tras una jugada ensayada en una falta frontal que en vez de chutar, Valverde centró a la izquierda del área para que un Vinicius inusualmente solo pusiera un centro franco a Militao, quien tras controlar fusiló a Oblak con un potente disparo que rozó en Marcos Llorente, minutos después ocurrió el bochorno del que tanto hemos hablado y del que hay que alabar el papel del árbitro Busquets Ferrer, que se atrevió a hacer lo que muchos colegas suyos (sin ir más lejos, el árbitro que no solo no suspendió el partido en Valencia sino que acabó expulsando a Vinicius con aquellas imágenes manipuladas por el VAR) y cuando se reanudó el partido parecía que nada había pasado, porque el Real Madrid controlaba el ritmo del mismo por medio de Modric. Sin embargo todo se torció en pocos minutos, entre el ataque de entrenador que le dio a Ancelotti desmontando al equipo en 3 minutos con los cambios que no había hecho en los 87 restantes (Lucas Vázquez por Modric, Endrick por Vinicius y Fran García por Rodrygo), el egoísmo de Courtois de no pedir el cambio antes de la realización de esas sustituciones a pesar de sus problemas musculares, el ímpetu rayano con la temeridad de Endrick que dispuso de un contraataque similar al del partido contra el Stturgat con Bellingham y Lucas Vázquez completamente solos a sus lados, para acabar jugándosela él, saliendo esta vez a centímetros del poste de Oblak y, sobre todo, el único fallo de los centrales en todo el partido, en el que Rudiger tiró el fuera de juego a Correa unos segundos tarde, aprovechando el argentino un fantástico pase de Javi Galán para plantarse ante el tocado Courtois quien no tuvo la salida más ortodoxa de su carrera y ayudarse de la torpeza de Militao en la disputa por un balón que se iba a un costado y que el central brasileño metió de nuevo en el área pequeña para que el menudo delantero argentino convirtiera el empate, momentáneamente anulado por fuera de juego pero que finalmente el VAR rectificó, igual que hizo minutos después con una criminal entrada de Marcos Llorente a Fran García que pudo lesionar para varios meses al lateral madridista, al igual que el choque cabeza con cabeza de Tchoaumeni y Le Normand en la última jugada del partido, pudo lesionar a ambos para largo tiempo.
Imagen: realmadrid.com
No obstante, no parece que ninguno de los 3 jugadores tarde en volver a los terrenos de juego, como sí hará Courtois durante varias semanas, lo que no se olvidará tan fácilmente es el bochorno infinito del Frente Atlético consentido por la directiva del Atlético de Madrid, aplaudido por sus jugadores al final del partido y agradecido por Simeone en la rueda de prensa posterior al encuentro. Todo ello desembocará en los próximos días en 3 o 4 cabezas de turco cuya expulsión del estadio para el resto de su vida servirá para pagar el pato para y pasar el expediente, un apercibimiento o cierre del estadio y el año que viene se repetirá la misma historia, porque si algo quedó claro ayer es que todo este sainete que se repite año tras año, la directiva del Atlético de Madrid ni quiere ni sabe pararlo.