Una crónica de: @elcarrildel2
Fenerbahce se ha impuesto (79-89) al Real Madrid, en el partido correspondiente a la Jornada 28 de la temporada regular de la Euroliga, disputado en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid.
No han querido en el día de hoy los baloncestistas dejar mal a sus colegas futbolistas. Si ayer asistimos a un partido infame de los nuestros en el Santiago Bernabéu, no ha sido mejor el que los discípulos de Mateo nos han ofrecido hoy en el Palacio. Con una diferencia, los futbolistas no perdieron. Los baloncestitas hoy nos dejaron claro en el minuto cinco que el partido se lo iban a llevar los turcos.
Podríamos empezar por muchos lugares para explicar la derrota de hoy. Permitan que empiece hablando de los rebotes: veintinueve para el Madrid, cuarenta y uno para Fenerbahce. Veintiuno contra veintiséis en defensa, ocho contra quince en ataque. Nuestra debilidad en este apartado empieza a resultar sangrante. Podríamos seguir por las pérdidas, otras doce hoy, y terminar con los tiros de tres puntos: dos de catorce. Desconozco que habrá pensado Jayce Carroll, hoy presente en las gradas del Palacio.
Podríamos hablar del juego colectivo, que hoy volvió a brillar por su ausencia. Ni Campazzo, ni mucho menos Sergio Rodríguez (-1 de valoración), fueron capaces de dar fluidez al juego de ataque del equipo. Tampoco es que el resto ayude mucho. El mal momento de Tavares se prolonga, al igual que el de Deck, ausente una noche más (hasta una zancadilla puso a un rival), y el de Yabusele, un chollo para el atacante del equipo rival con el que se empareje.
Salvemos del naufragio colectivo a Hezonja, que al menos le echa ganas y rabia y mala leche, a un voluntarioso Llull, que tuvo que volver a jugar de base, y un Musa que aúna acciones brillantes con otras en las que le convendría un instante de calma. Quizás pudiéramos incluir en este grupo a Poirier, que posiblemente, y visto el estado de forma de Tavares, debiera jugar más minutos.
Y si atacamos mal, defendemos peor. Llegando tarde siempre, con las ayudas inexistentes, con una fragilidad a la hora de coger rebotes inexplicable.
Achacaremos todo al bajón lógico, para algunos, tras la Copa del Rey y las ventanas de las selecciones, a nuestra ventaja clasificatoria, y a que cuando hay que estar bien es en las finales, si bien esto debieran explicarlo antes de empezar la temporada, para que en estos meses ninguno nos llevemos a engaño, y ya puestos que se pudieran descontar del abono los partidos de relleno, esos que ahora se llaman del momento “valle” en el que al parecer está permitido perder.
Ver a don Chus Mateo en la banda en estos días, con las manos en los bolsillos, sin levantar la voz en los tiempos muertos, sin alterarse en ningún momento, a mí al menos me resulta llamativo. Por cierto, hoy volvieron a quedarse sin jugar Abalde y Alocén, Causeur compareció únicamente siete minutos, por lo que la rotación se vio reducida a nueve jugadores, con cinco por encima de los veinte minutos de juego.
En fin, damas y caballeros, que hemos vuelto a perder, pero tranquilos que al parecer no pasa nada, entraba en el guión.
Destacados: Musa (20 de valoración, trece puntos), Tavares (16-14), Hezonja (13-13), Llull (10-17), Poirier (10-8).
Tiros de uno 23 de 28 (83%), Tiros de dos 25 de 46 (55%), Tiros de tres 2 de 14 (15%), Asistencias 14-16, Pérdidas 12-13, Rebotes defensivos 21-26, Rebotes ofensivos 8-15, Recuperaciones 6-5, Tapones 3-1, Faltas personales 21-26.
Buenas noches a todos. HALA MADRID.