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¡Ay queridos! Qué pena penita pena de verdad, que nos hemos podido venir de Barcelona 2-0 a favor y nada de nada, ni siquiera serie empatada, todo lo contrario. Dos derrotas a cada cual más dolorosa, quizá la segunda… pero en el primer partido nos dimos el primer tiro en el pie a nosotros mismos con un tercer cuarto lamentable y ya muy a remolque en el último periodo. Si bien intentándolo hasta que no se pudo más, pero insuficiente debido a una distancia en el marcador que no debía haberse producido.
En el segundo partido se juntaron también errores propios con la denominada «magia del Palau» que siempre echa un cablecito cuando el equipo local más lo necesita (o sea… ¿falta de Tavares en serio?). En fin no queda otra que intentarlo como en Euroliga y a por la épica e histórica de nuevo, a conseguirlo.
