por Una cronica de: @Javirodespi – planetacb
Si alguno pensaba que el Real Madrid podría salir tocado de su derrota del pasado miércoles, estamos más que seguros que el partido de hoy le habrá quitado esa idea, ante el absoluto recital dado por el conjunto de Laso ante su rival de hoy en el que sacó toda su artillería en defensa y en ataque, para dar un golpe de vigente campeón, como el titulo de nuestro OjO Al Blanco.
Dos cambios en el quinteto y una defensa
Esta vez Laso no tiró de su quinteto habitual y optó por meter a aquellos que, a su juicio, estaban en mejores condiciones para comenzar el encuentro y esos eran Sergio Llull y Jaycee Carroll, en el caso del americano no fue así pero lo del menorquín, sencillamente fue de traca, un absoluto ciclón que se convirtió en una auténtica pesadilla para los blaugranas que se veían impotentes para evitar las canastas que se sucedían sin parar, terminando el cuarto con más puntos que todo el Barça (13 por 12), pero seríamos injustos si no destacáramos también el trabajo defensivo de todo el equipo con un brillo especial de Jeffery Taylor que se dobló para detener a cualquiera que tuviera enfrente, ya fuera Satoransky o incluso Ante Tomic, gran trabajo del sueco y una coralidad madridista que ponía un inesperado 12-28 tras solo diez minutos.
Esto no podía seguir así
Evidentemente la cosa no podía seguir así porque si no, podríamos tener un partido para la historia de las finales, así que el Barça agachó el culo y se puso a defender, principalmente con la misión de dificultar la circulación de balón y atacó al Chacho todo lo que pudo ya que Llull, con dos faltas cometidas, hacía muy arriesgado tenerle en cancha, a ello se unía también Gustavo Ayón que también se merece aunque sea cinco minutos de descanso y que dejaba su puesto nuevamente a Willy Hernangómez que se mostraba menos intenso que en otras ocasiones ante Samuels. Todo ello originó que el partido siguiera vivo al descanso con “solo” doce puntos arriba los blancos, pero con los azulgranas con pinta de querer remontar.
Aguantando las embestidas
El Barça tuvo su mejor cuarto en el tercero, basta mirar que acabó ocho puntos abajo y con todo un periodo para remontar, llegando incluso a ponerse a cinco gracias a un triple de Navarro, que desquició completamente a Carroll en su persecución exhaustiva en los carretones y que ello nos da pie, nuevamente, para dudar del criterio arbitral, tanto en el uso de las manos con lo anteriormente dicho como en que hoy, por ejemplo, sí eran faltas de ataque los bloqueos (cosa que no pasó el miércoles) y donde los jugadores del Barça fueron los principales damnificados, pero, dejando el aspecto de los colegiados, si algo hay que destacar del Real Madrid, fue su capacidad de aguante en esos momentos complicados, ni un ápice de nerviosismo, nada de pérdida de concentración y seguir manteniendo buen criterio ofensivo aunque las defensas flaquearan, sin duda su gran mérito de hoy y en donde el equipo se movió como si fuera una sola unidad.
El carácter de un campeón y de un titán
Cuando muchos pensábamos que el partido nos iba a llevar a otro final de infarto, salió el carácter de campeón vigente con un parcial de 1-10 que dejó completamente KO. al Barça, sorprendido por un guión con el que no contaba ni en sus peores pesadillas, evidentemente todas las miradas nos llevan a Gustavo Ayón que, aunque suene muy fuerte, parecía poseído por el espíritu de Fernando Martín no solo en sus acciones en la cancha, sino en el propio banquillo animando cada acción de sus compañeros, el 9/9 con 19 puntos, 6 rebotes y 28 de valoración puede parecer uno más en su fértil carrera en el Madrid, sin embargo es mucho más, es un jugador asentado en un equipo que juega para él, que confía en él y donde el respeto es mutuo, por eso creemos que NO se irá de este equipo vista su implicación, su profesionalidad y su tremenda calidad.
Un final a tiempo corrido
A poco más de cuatro minutos para el final, todo estaba acabado ya, el Real Madrid tuvo ventaja de +17 gracias a un triple de Nocioni que finiquitaba el partido y a partir de ahí, solo había que esperar el momento final, detrás dejábamos un encuentro donde hablar de hombres destacados, aparte de Ayón, tiene una dificultad máxima, si ya hemos dicho de Llull, por qué vamos a dejar el trabajo en el poste bajo de Reyes, o la aportación de Thompkins en momentos puntuales, o esa defensa de Rudy con simplemente tocar el balón que desvíe de su trayectoria. En fin, un partido con un claro ganador y que pone el factor cancha para el club blanco en sus dos próximos partidos.
Así terminamos por hoy, nuestra próxima cita, el lunes a las 20.00 horas en el Barclaycard y hoy, más que nunca, no dejen de sonreír.
