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Una crónica de: @Datemus
Partido dominical y vespertino en el Di Stefano, lo que no es nada habitual, para recibir al recién ascendido pero potente Córdoba, con unas pobladísimas gradas para disfrutar del choque y del buen tiempo en Madrid.
Salió Raúl con Mario de Luis de portero, Rafa Marín y Edgar de centrales, con Vinicius Tobías y Marvel completando la defensa como laterales. Centro del campo para Mario Martín, Dotor y Arribas. Exteriores para Álvaro por la derecha, Peter por la izquierda, cuyo intercambio de bandas constituyó la principal novedad, e Iker Bravo en la posición de delantero centro.
El primer cuarto de hora se saldó con una pugna intensa por hacerse por el medio campo. Como resultado, un buen disparo de Peter en el 5’, una fantástica parada de Mario como respuesta a un chut sensacional de Gudeli tras una pérdida peligrosísima de los nuestros cerca de la frontal, y una tarjeta ignominiosa a Mario Martín en la primera falta del encuentro, en una acción sin ningún peligro para la integridad física del jugador rival, en campo de los andaluces, con la que el árbitro decidió condicionar el encuentro a la primera oportunidad que tuvo. Qué tengamos que ver las que soportan los nuestros en todas las categorías sin el menor castigo y cómo nos perjudican sin merecerlo a las primeras de cambio es absolutamente desesperante. El aspecto más feliz de la jugada fue volver a ver a Mario en el Di Stefano, tras su dolorosísima lesión en pretemporada en su hombro.
En el 24’, llegó el primer jarro de agua fría para la parroquia local. Una contra bien engranada por el Córdoba por nuestra derecha termina en un centro lateral que Edgar despeja de cabeza, bombeado. Casas la recoge de empeine en la central para empalmarla, bastante alta, a lo Zidane en la Novena, y la clava en la escuadra marcando el que probablemente es, fue y será el golazo de su vida. Si yo fuera Edgar, pensaría que podría haber tratado de despejarla un poco más escorada, pero es que ni por esas: fue la típica acción mérito del rival a la que hay que rendirse. 0-1.
Siguió el encuentro por los mismos derroteros: más iniciativa del Castilla, una fuerte presión adelantada pero no muchas ocasiones de peligro, ni muy claras.
En el 29’, Arribas chuta mal un libre directo en la misma frontal tras una clara falta sobre Iker Bravo.
La cosa se iba poniendo cada vez más difícil. El Córdoba sabe jugar muy bien al fútbol y con el marcador a favor, los andaluces sabían tenerla y hacerla llegar a la posición de Carracedo, que se descolgaba a la posición de media punta para recibir entrelíneas, desde donde con sus combinaciones, generaba jugadas que terminaban en el área, sembrando cierto desasosiego a los nuestros y haciéndoles recordar que su oponente no estaba achicando atrás. Al Castilla le costaba tener continuidad en la posesión y en su dominio en la medular, y apenas generaba acciones cerca de Carlos Marín. La presión adelantada perdía intensidad y los robos costaban más, y se producían en posiciones cada vez más próximas a nuestro portero. Cuando los exteriores recibían, lo hacían sin apoyos. Los laterales no subían y, sobre todo, Arribas apenas participaba, y vaya si eso se nota. El único que entendía el encuentro era Álvaro Martín que, como Carracedo, generaba lo suyo abandonando la banda. En el 41’, una extraordinaria acción suya, por detrás de la línea de medios rival culminaba con un gran pase a Dotor, cuyo disparo cruzado desviaba con la punta de los dedos Carlos Marín a córner.
Así se llegó al descanso, sin que el árbitro prolongara nada por la lentitud en los saques de esquina y faltas con la que los cordobeses se desenvolvieron desde que se adelantaron en el marcador. Difícil envite para un segundo tiempo en el que había que irse a por todas contra un rival muy técnico, que podía aprovechar los espacios o el menor desconcierto para sentenciar.
Salió el Castilla apretando. En el 50’, una gran acción por la derecha entre Álvaro Martín y Vinicius Tobías termina con una internada peligrosísima del brasileño hasta la línea de fondo. El lateral levantó la cabeza y puso un gran pase de la muerte a Peter, cuyo remate se estrelló contra un rival. Ocasión clarísima de gol marrada. Vinicius se fue animando y con su talento ofensivo, colaboró a dar profundidad y a llevar la pelota al área rival. Arribas se fue descolgando hacia esa zona y los nuestros esperanzaban a la afición.
En el 54’, tras una gran acción por la izquierda, la pelota llega a Arribas que, desde la frontal, mete la bota antes de que llegue un zaguero rival, para obligar al arquero cordobés a desviar otro cuero con la punta de su manopla. El pequeño 10 ya había intercambiado su posición con la de Álvaro Martín a esas alturas de encuentro.
En el 61’, Raúl dio entrada a Álvaro Rodríguez por Edgar, en un cambio muy ofensivo. Álvaro Martín pasaba a la posición de mediocentro y cedía su posición, definitivamente, a Álvaro Arribas, que ya había venido pisando sus terrenos desde la reanudación. Mario Martín se las veía de central.
Sólo un minuto después, en la primera jugada clara ofensiva andaluza del segundo tiempo, Mario de Luis salvó con un paradón impresionante la sentencia del Córdoba. Casas se desmarcó por el centro, recibió y, algo escorado, se fue a buscar solo la meta local. Su potente chut, no demasiado mal colocado, lo salvó Dios sabe cómo, probablemente con la rodilla, el bueno de Mario, que está haciendo una campaña sobresaliente. El rechace llegó a Simo, que dudó entre disparar o ceder a sus dos compañeros desmarcados que, solos, esperaban el pase de la muerte para acertar a la segunda oportunidad. Por fortuna para los nuestros, Simo se lo pensó demasiado y disparó cuando ya había dado tiempo a la defensa a echársele encima, para desesperación de los suyos.
No dejaban de pasar cosas y en el 64’, a balón parado, llegó el empate del Castilla. Córner perfectamente botado por Arribas y mejor culminado con un remate fantástico de Dotor, perfectamente posicionado para despistar y no ser detectado como amenaza en el primer palo. Su cabezazo, muy bien dirigido, se fue inapelable a la red. Pasamos del 0-2 en contra al 1-1 en un santiamén, habiéndole ya dado tiempo a Álvaro Rodríguez a hacerse notar en el campo, ocasionando el córner del empate tras una gran pared con Arribas, mucho más participativo en su nueva posición. Lástima que la llegada de Iker Bravo esté restando minutos a la que, para un servidor, es una de las grandes promesas de nuestra cantera.
En el 76’, Álvaro Rodríguez recibe con dificultad tras una acción de rotura de la presión adelantada del Córdoba, en la que costó un potosí llevar la pelota hasta campo rival. Álvaro se frena, levanta la cabeza, da la pausa y permite a Arribas pisar el área rival. Arribas recibe escorado, pero sólo necesita un infinitésimo de ángulo para buscar potería. Chutó y obligó a Carlos Marín a emplearse a fondo para detener abajo.
En el 80’, Mario de Luis volvió a hacer otra parada meritoria en un ataque aislado, pero peligroso como siempre, del Córdoba. Esta vez Carracedo condujo desde la izquierda hacia el centro del área, y su toque a la red requirió de todo el esfuerzo del magnífico meta local.
En el 83’, Iker Bravo dejó el terreno de juego por Pablo Ramón. Pablo se situó por delante de los centrales, una vez Raúl consideró demasiado arriesgado jugar sin un mediocentro clásico, y dibujó un 4-4-2 en el terreno de juego. Álvaro Martín volvía a la derecha y Arribas y Álvaro Rodríguez quedaban como puntas.
En el 87’, Arribas, tras una gran combinación del Castilla, la pone desde la derecha para la cabeza de un incansable Dotor que pisaba de nuevo, a esas alturas del partido, el área rival. Su testarazo se fue al palo, que se alió con la escuadra andaluza para impedir la victoria local.
Justo al acabar los cuatro minutos de descuento, el Córdoba concedió un córner que el colegiado no permitió sacar, a pesar de todo el tiempo perdido por los andaluces durante el encuentro y, especialmente, desde que se cumplió el tiempo reglamentario.
Las protestas de los jugadores locales se saldaron con la expulsión de Dotor por doble amarilla. Culpar hoy al árbitro de incidencia en el resultado sería injusto, razón por la que este epígrafe final no habría aparecido en esta crónica si no fuera porque es preciso denunciar la pésima calidad, y Dios sabe qué otras motivaciones, de un caballero que ha afeado un bonito espectáculo combatido deportivamente y en buena lid. De haber permitido sacar de esquina, lo más probable es que el marcador no se hubiera alterado, y el encargado de impartir justicia habría quedado como un señor, tras una tarde en la que pitó a favor del Córdoba todas las acciones de leve contacto o de dudoso sentido. Fue implacable con los futbolistas blancos en el ámbito disciplinario, y sancionó, de forma taimada, bien superado el ecuador del segundo tiempo, las descaradas amarillas de los rivales para igualar la estadística, eligiendo cuidadosamente los roles de los futbolistas castigados para que resultaran intrascendentes. El final del partido fue un colofón de viento y percusión lamentable que hizo a Raúl entrar en el campo a pedir explicaciones. Qué pena de competiciones nacionales.
Mejor terminar la crónica volviendo a lo meramente futbolístico: buen partido, con unos cuarenta y cinco minutos iniciales en los que Raúl, en opinión de este humilde servidor, se equivocó en las posiciones de Álvaro Martín y de Arribas en el campo, y posiblemente también en la inclusión de Iker Bravo en el once inicial en detrimento de Álvaro Rodríguez. Los cambios de la segunda parte sacaron a Arribas de su posición de xilofonista para darle la guitarra principal de la banda rock, y el chaval se puso a hacer vibrar a la banda, al público y, por supuesto, al marcador, para salvar ese puntito que evita un castigo que habría resultado demasiado severo. Qué nos sirva de lección.
FICHA TÉCNICA
RM Castilla: De Luis, Tobias, Rafa Marín, Mario Martín, Dotor, Arribas, Peter (Peter, 87’), Álvaro Martín (Obrador, 87’), Marvel, Iker Bravo (Pablo Ramón, 83’) y Edgar (Álvaro, 62’).
Córdoba: C. Marín, José Ruiz, Calderón, Jorge, Gudelj, Simo (C. Puga, 72’), Kike Márquez (De las Cuevas, 81’), A. Casas (Willy, 72’), Javi Flores (Álex Bernal, 62’), Diarra y Carracedo (C. Teguia, 81’).
GOLES
0-1 (min. 25): A. Casas.
1-1 (min. 64): Dotor.
