CRÓNICA | Déjà vu: Real Madrid Castilla 2 – 2 Real Balompédica Linense

Una crónica de: @Datemus

Apreciados amantes de la cantera del Real Madrid y lectores de El Diario de Mou, bienvenidos a este espacio en el que relatamos lo que acontece en los encuentros disputados por el Real Madrid Castilla como local. 

La hemeroteca de El Diario de Mou contiene numerosos volúmenes analizando la plantilla con la que Raúl, en lo que será su cuarta temporada al frente del filial, intentará acceder a las eliminatorias de ascenso a la Segunda División. Podéis empaparos sobre las altas, las bajas y las características de cada uno de los jugadores. Como antesala al partido, mencionaremos los movimientos más recientes acontecidos, que conllevan dos bajas muy importantes para Raúl: Antonio Blanco y Latasa. Ojalá ambos jugadores disfruten de minutos en División de Honor con los que obtener una mejora significativa en su formación como jugadores. A la espera del desenlace del caso de Iker Bravo, lo cierto es que el equipo se ha quedado sin jugadores de mucha calidad y de experiencia en esta categoría. Nada se puede hacer: el objetivo principal es que los chavales se desarrollen. 

Para el partido de debut en la temporada, el sorteo deparó enfrentarnos de nuevo a la Balompédica Linense, con el recuerdo todavía reciente del imperdonable error arbitral que les costó a los nuestros dos puntos en marzo, cuando estábamos sumidos en plena escalada hacia los puestos de play-off. Fue un gol anulado por fuera de juego de Miguel, cuando nuestro entones lateral izquierdo estaba habilitado por no menos de cuatro metros de distancia. Conviene recordarlo ya que los arbitrajes han sido una verdadera lacra para nuestro filial desde hace no menos de una década. 

Vamos con la primera formación inicial: Lucas Cañizares en portería (impresionante la pretemporada jugada por el hijo de Santi Cañizares). Pareja de centrales formada por Rafa Marín y Pablo Ramón. Lateral derecho para Vinicius Tobías e izquierdo para Obrador, con la difícil sucesión de Miguel como gran reto. Mediocentro para Javier Villar, ante la baja por lesión durante la pretemporada de Mario Martín al que se le salió el hombro durante un amistoso de forma estremecedora. Ambos futbolistas tienen el difícil desafío de hacernos olvidar a Antonio Blanco. Mario ya disputó muchos minutos la pasada campaña y aunque podría no tener la técnica del andaluz, posee un físico envidiable con el que contribuir a mejorar el robo de balón en mediocampo. Como interiores, una de las parejas de mayor calidad y experiencia de esta plantilla: Dotor y Arribas. En punta, Peter por la derecha, Bruno por la izquierda y Álvaro como ariete (cuantas esperanzas tenemos muchos aficionados depositadas en este jugador). 

Comenzaron bien los de Raúl. Se impusieron en el dominio del juego y estuvieron bien atrás. La única asignatura pendiente durante los primeros 20 minutos fue la falta de profundidad y la imprecisión en los últimos pases. Las mejores ocasiones vinieron al principio de balones en profundidad dirigidos hacia los extraordinarios desmarques de Álvaro a la espalda de la ordenadísima zaga visitante. Arribas, en el 6’, desperdició un servicio de Álvaro tras recoger una pelota en largo con la que sortear la telaraña andaluza en el centro del campo. Luego, poco a poco, Arribas, Peter y Bruno se animaron a combinar, a entrar en profundidad y a enviar balones al área. 

En el 25’, el Castilla realizó una gran jugada saliendo desde atrás, iniciada por Arribas y su gran visión de juego. Bruno sirve al área con muchísimo criterio hacia Álvaro, pero uno de los centrales consigue despejar a córner. En el saque se vieron tres cosas: el trabajo de Raúl, la calidad de Peter y el poderío aéreo que Álvaro suma a la calidad en sus pies. Raúl despejó de jugadores el primer palo y aprovechó la diferencia de altura entre Álvaro y su marcador. El rival mordió el anzuelo y sólo puso un futbolista, y no demasiado alto, en el primer palo. Peter envió la rosca no sólo con la trayectoria perfecta, que habría tenido su mérito porque había que sortear al rival en el primer palo sin que la pelota se fuera tan alta como para que Álvaro, por alto que sea, no pudiera rematarla, y llegara al punto exacto al que dirigía su desmarque. Es que la acción requería de una velocidad de balón alta, que cogiera a todos por sorpresa, sin capacidad de enmienda y tal que el cuero, ante el testarazo de nuestro delantero centro, saliera despedido a la red adornado por la estatua del portero local. Bueno, pues así salió toda una jugada a balón parado que hizo justicia a lo visto hasta entonces sobre el campo. 1-0.    

Si supuso una alegría ver por fin al Castilla sacar rédito de un saque de esquina, reapareció uno de los vicios de esta escuadra: su incapacidad para sostener un marcador a favor. El Linares disfrutó de un claro penalti a favor cometido por Dotor en la jugada del saque de gol. Un centro desde la izquierda de Koroma busca la testa de Gerad Oliva. El ariete jienense no puede rematar ante la oposición de Pablo Ramón pero, aprovechando la ausencia de una superioridad física superlativa de nuestro central en esta faceta del juego, logra quedarse con la pelota de espaldas. Los jugadores castillistas rodean a Oliva mirando, sin que nadie entre, y dando tiempo a ésta a ceder hacia la frontal a su compañero Masllorens, al que le dio tiempo a pedirle no menos de dos veces la pelota. Dotor intenta tapar su disparo lanzándose en plancha, pero le golpea. El árbitro pita penalti y sanciona con tarjeta que nuestro futbolista llegara tan tarde a la acción. Dotor, aunque atento y bien colocado, estuvo demasiado contemplativo ante Gerad Oliva y arriesgó demasiado en el disparod e Masllorens. El penalti, por fortuna para los nuestros, lo lanzó Omar fuera con una pelota que engañó a Cañizares pero que no encontró la red. En un partido controlado por los nuestros, llegó la pausa de hidratación recordando lo fácil que resulta generar ocasiones de peligro a los nuestros. Esperemos verles mejorar esa cierta mandíbula de cristal, desafortunada característica de las últimas tres campañas. 

Tras la media hora inicial, siguió la tónica inicial del partido, que pareció abrirse un poco más. Álvaro continuó brillando arriba; Bruno entró más que Peter, menos participativo en esta fase del encuentro, y Villar destacó atrás, ayudando lo indecible a los centrales y taponando la capacidad creativa de Koroma, uno de los futbolistas más difíciles de marcar de los visitantes. Una lástima que este dominio no fuera capaz de producir más ocasiones de gol. Probablemente se echó de menos una participación más regular de Peter y Bruno por sus respectivas bandas o de incorporaciones de los laterales. 

Raúl formó con el mismo once en el segundo tiempo. El Linense sacó por el contrario a Toni Garcí, pieza clave en la gran jugada con la que empataron, en el 47’, el encuentro. Toni dio salida al equipo en dos ocasiones, desembarazándose de la presión adelantada del Castilla. Podemos discutir si Dotor y Villar debieron estar más agresivos, pero no la combinación con la que encontraron la espalda de nuestra defensa por la derecha, con Tobías demasiado centrado y Bruno excesivamente sorprendido por la acción, cediendo todo el carril para que Loren, que no la había tocado en la primera parte pero que estuvo muy destacado en su última comparecencia en el Di Stefano, pusiera una pelota muy tocada desde la línea de fondo paralela a la línea de gol. Cañizares, que no sabía que no había delanteros rivales detrás suyo, despejó demasiado forzado la pelota hacia el centro del área, encontrando a Koroma, que no tuvo más que empujarla a la red. 1-1. 

El gol temprano espoleó a los andaluces. Toni García hizo perder la referencia de los centrales del Castilla y del propio Villar. Koroma participaba cada vez más y Loren se iba sumando a diversas acciones. El Castilla sufría cierta crisis de moral tras haber perdido la ventaja recién iniciado el segundo tiempo. 

El partido cada vez estaba más emocionante. El Castilla pareció ser consciente de la superioridad del rival y de que tocaba estar extremadamente concentrado en defensa, pero también de que la ambición ofensiva del cuadro visitante dejaba espacios a la espalda a aprovechar en contras. De hecho, tras varios balones muy peligrosos en nuestra área servidos por Koroma, Omar y Loren, Obrador estuvo a punto de poner al Castilla por delante al empalmar un rechace de forma extraordinaria a la salida de un córner. Una gran parada de Varo, que hizo un grandísimo partido en el Di Stefano en marzo, evitó el tanto. 

El Castilla volvió a creer y por primera vez en el segundo tiempo empezó a llegar al área rial con peligro. En el 62’, Peter, viniendo por fin a recibir desde la posición de interior y con Tobías ocupando su sitio, puso un grandísimo balón al excepcional desmarque de Arribas. Hay que destacar el formidable juego sin balón que tiene este futbolista. El pequeño 10 mejoró más aún su acción con un gol de genio: primero, en un nanómetro cuadrado de espacio, se desembarazó de Delmonte con un recorte imposible de prever para nadie, orientándose la pelota para el remate con su zurda. Luego, ante la salida del portero, aprovechó el escaso metro existente entre Varo y la pelota para picársela desde la mismísima frontal del área pequeña, es decir, desde donde cualquiera la habríamos enviado a la carretera que da acceso a la Terminal 4 de Barajas. Un golazo para enmarcar con el que llamar la atención de un Ancelotti testigo del encuentro desde la grada. 2-1. 

La ruleta ruso de este precioso encuentro favoreció a los locales. El encuentro seguía muy abierto, precioso, con dos escuadras decididas a encontrar el gol. Probablemente un poco más nivelado, pero sin que desapareciera la amenaza constante de un gran Toni García. Por el Castilla, la zona derecha del campo, con Vinicius Tobías, Peter y Arribas, se convertían en una pesadilla para la escuadra jienense. 

En el 68’, Raúl hizo debutar a Leiva en encuentro oficial, que entró por Bruno. 

En el 74’, Dotor comete una falta sobre Toni García en el semicírculo central. El propio Toni García sacó con un toque sobresaliente, que no acabó en gol tras superar la barrera sólo porque el larguero lo impidió, con Cañizares totalmente batido. De ahí, sin solución de continuidad, a la pausa de hidratación. 

Tras la reanudación del juego, más de lo mismo. Probablemente el Linense se vino un poco abajo tras los cambios, en especial el forzado por lesión de Koroma. Los problemas musculares fueron apareciendo en los futbolistas de ambos conjuntos por las disputas continuas y la acumulación de minutos. Raúl no movió el banquillo hasta el 89’ a pesar de que Peter, Álvaro y algún otro compañero daba muestras de cansancio o problemas musculares. Precisamente, dio salida a Peter por un extenuado Peter Federico, que estuvo mucho más entonado en la segunda mitad, cuando aprovechó los espacios cerrándose como interior y dejando a Arribas casi como segunda punta en numerosas ocasiones. Las incorporaciones de Tobías complementaron el rédito obtenido de este posicionamiento táctico. 

Llegó el descuento y el Linense se volcó sobre nuestro área. Sensación de peligro. En el 91’. Toni García saca de forma extraordinaria un córner cedido en una gran acción de Rafa Marín. Si la pizarra de Raúl funcionó en el primer tiempo, la de su colega lo hizo en la segunda parte, poniendo en evidencia que los nuestros siguen siendo un equipo demasiado frágil defendiendo el balón parado. El buen centro de Toni García lo encontró, completamente libre de marca y en el punto de penalti Morante, uno de los centrales y jugadores que deberían de haber estado especialmente vigilado. Todo lo contrario. El testarazo inapelable perforó la meta de Cañizares que quedó como estatua ornamentando la acción. 2-2. 

Todavía hubo tiempo para más. En el 94’, una acción muy escorada de Toni García, terminó con un centro que despejó de forma peligrosísima Cañizares, similar a la del empate, que por fortuna esta vez no encontró rematador. 

Acto seguido, Arribas, en una gran acción individual, es arrollado dentro del área. El árbitro se tragó el penalti. Para variar, los andaluces salieron beneficiados de un nuevo destrozo de un colegiado que no hace sino confirmar nuestros peores temores: la norma será que el gran rival del Castilla sea el trío arbitral. Hubo otro posible penalti durante el primer tiempo en un derribo al Álvaro dentro del área. En esa acción, la intensidad del contacto podría ser discutible y decidimos dar al árbitro el beneficio de la duda. En ésta, no. Por si fuera poco, el colegiado tuvo ocasión de perjudicar al Castilla por expulsar, por una segunda amarilla incomprensible, a Carlos Dotor. 

Así se llegó al final. Una pena que el arbitraje ensuciara la imagen de un grandísimo encuentro. La Balompédica Linense causó muchas mejores sensaciones que las de la temporada pasada, mientras que el Castilla pareció querer reivindicarse así mismo y trasladar a su afición que la nueva plantilla cuenta con potencial como para hacernos disfrutar, a pesar de los arbitrajes. 

 

FICHA TÉCNICA: 

Real Madrid Castilla: Cañizares, Tobias, Rafa Marín, Pablo Ramón, Dotor, Arribas, Peter (Álvaro M., 88’), Javier Villar, Bruno (Leiva, 69’), Obrador (Noel, 90′) y Álvaro. 

Real Balompédica Linense: Varo, Fran Morante, Masllorens, Loren, A. Koroma (Nacho Heras, 80’), Connor (Joao Pedro, 70’), Antonio Romero (Alu, 70’), Gerard Oliva, Álex Guti (Toni García, 46’), Nico Delmonte y Omar Perdomo (Fekir, 70’). 

 

GOLES:

1-0 (min. 26): Álvaro. 

1-1 (min. 48): Koroma. 

2-1 (min. 63): Arribas. 

2-2 (min. 90+2): Morante