Una crónica de: @elcarrildel2
El Real Madrid se ha impuesto (81-74) al FC Barcelona, en el cuarto partido de la serie final de la Liga ACB, disputado en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Con esta victoria, el Real Madrid se proclama Campeón de Liga, en el título que supone su entorchado número 36 en esta competición.
Estaba el Palacio a reventar. Toda la serie habíamos visto a los nuestros ser superiores. Sabíamos que hoy iba a ser el día. Lo adelantó Chus Mateo tras la victoria en el tercer encuentro: “El Palacio no nos va a dejar perder”. Fuimos superiores de principio a fin. Y mira que durante unos segundos el Barcelona fue capaz de ponerse por delante, pero no pasó de ser un espejismo.
Dio Mateo las claves del partido en la previa: “No bajar la intensidad, seguir jugando al baloncesto, con la cabeza, bloquear, compartir el balón, rebote de ataque, leer las situaciones defensivas. Gestionar las emociones. Ir minuto a minuto”.
Así lo hicieron los nuestros. Forzaron cuatro faltas personales al FC Barcelona en apenas cuatro minutos de juego. Nos fuimos a un 7-0 de inicio. Lástima que el tiro exterior no estuvo de nuestra parte. Ninguno de los dos contendientes veía con claridad el aro contrario. Tavares comenzaba su gran tarde. Al minuto diez, 15 de valoración, 8 puntos y 4 rebotes. Minuto 10, 13-10.
El segundo cuarto comenzó con dos pérdidas blaugranas (llegarían a once en todo el partido). Se rompía el marcador. Llull anotaba una de tres y un dos más uno. Le secundaba Rudy con otro triple (24-10, minuto 13). Poirier peleaba en la pintura azulgrana, consiguiendo situaciones de 2 + 1.
Un parcial de 0-6 devolvía cierta igualdad al marcador (27-20). Cortó por lo sano Mateo, con un tiempo muerto. A la vuelta anotó Yabusele dos de sus únicos cuatro puntos en el partido de hoy.
La pérdidas nos sonreían. Una propia contra ocho contrarias. Anotaba dos triples el Barcelona, mientras nosotros nos quedábamos en tres de once intentos. Minuto 20, 34-33 (parcial de 21-23).
Imagen: realmadrid.com
Decía Mateo a la vuelta de vestuarios que “estamos tirando mal”. Verdad de perogrullo.
Mantuvo el tercer cuarto una cierta igualdad. El Barcelona hacía la goma, igualando las cortas distancias que el Madrid era capaz de coger. Tavares seguía mandando. Hanga se mostraba firme en la dirección, dato muy importante en un día en el que Llull no estaba tomando las mejores decisiones en ataque.
Le seguían entrando los triples al Barcelona. Poirier daba descanso a un gran Tavares. Llull por Hanga. Calathes comete antideportiva sobre Poirier. El Barcelona acorta distancias, hasta lograr ponerse uno arriba (55-56, a falta de 5 segundos para el minuto 30). Lo arregla Poirier con dos tiros libres. Minuto 30, 57-56 (parcial de 23-23).
Causeur, que a la postre resultaría definitivo, cometió su cuarta falta personal en el inicio del último acto. Ataque a Tavares. Se revisa la acción, a petición de Jasikevicius. Falta normal. Hanga anota de tres en momento clave. El FC Barcelona trata de llevar el partido al cuerpo a cuerpo, única manera en la que parece poder competir. Tavares a lo suyo. Deck un valiente. Causeur vuelve a cancha, en lugar de Rudy. Vendrán a continuación sus mejores minutos, los del Causeur de las finales y los días grandes. Nueve arriba (72-63, tras un dos más uno de Tavares). Dos tiros libres de Deck, más seis puntos de Causeur nos hacen ver la Copa en nuestras manos. A falta de 1,13, 79-70. Alguien comenta que no hace falta base, teniendo a Hanga en esa faceta del juego. Causeur, que se ha besado el escudo tras su triple, comete su quinta falta. Se va al banco con una ovación de gala. “Renovación ya”, gritan algunos. Mate de Deck, final, 81-74 (parcial de 24-18). El Madrid, Campeón de Liga por trigésimo sexta vez. Enhorabuena a todos los que han hecho posible, y a esa grada extraordinaria del Palacio, la de las grandes citas, las que lleva a los suyos en volandas hasta el triunfo final.
Florentino Pérez felicitó a Pablo Laso, presente en el pabellón, y que levantó al Copa el primero por gentileza de Llull. Tuvo el Capitán el detalle de colgar de uno de los aros la camiseta con el 3 de Randolph. Chus Mateo, Paco Redondo y Calín exultantes. Ancelotti, elegantísimo en su impecable terno azul, aplaudiendo al equipo. Taylor emocionado en el banquillo, mirando al suelo. Tavares. Jugador Más Valioso, 41 de valoración, 25 puntos, 13 rebotes, un titán en ambas pinturas, con una superioridad casi insultante sobre sus oponentes. Rotación de únicamente nueve jugadores. Abalde no saltó a la cancha. Ndiaye eufórico, siempre pegado a Juan Núñez.
Termina feliz un año que se torció allá por febrero, y que supimos enderezar. Subcampeones de Europa al perder de uno la final, y Campeones de Liga. Suele decir Florentino eso de “tranquilos”. Me lo aplico en primera persona. Enhorabuena al madridismo. Somos 36 veces Campeones.
Buenas noches a todos. HALA MADRID.