Una cronica de: @Javirodespi – planetacb
Tras las tres derrotas sufridas por el Real Madrid a manos del Fenerbahçe y con la herida todavía sangrante de la eliminación de Euroliga, los blancos se plantaban en el Palau ante un Barça que venía dispuesto a dar la puntilla al equipo de la capital de España y sin mostrar en ningún momento que estuvieran pensando en su vital partido ante el Lokomotiv del martes. Sin embargo, cuando todo parecía que iba a caer del lado blaugrana, un giro en los acontecimientos dio la primera victoria del Real Madrid ante su eterno rival y que le hizo pasar de la noche cerrada al día soleado, como el título de nuestro OjO Al Blanco.
Un comienzo diferente
Tras conocer que la baja del Real Madrid sería Willy Hernangómez (lo de Ndour y Rivers ya lo sabíamos), vimos un comienzo muy distinto a lo habitual en ambos conjuntos, ya que mientras los locales hacían del lanzamiento exterior su baza con un espectacular Abrines, los visitantes se hacían fuerte en el poste bajo con juego de espaldas, permitiendo que el encuentro fuera más o menos igualado hasta que volvió a aparecer uno de los grandes males blancos, los tiros librados…fallados, sin embargo, ese no era el principal problema blanco.
Destrozo blaugrana – desastre blanco
Acostumbrados como estamos a los parciales de más de 25 puntos que recibe el Real Madrid, no nos echamos las manos a la cabeza cuando el equipo se fue perdiendo de nueve al final del primer cuarto, sobre todo porque lo peor estaba por llegar, el aro blanco era un coladero absoluto para los rebotes ofensivos blaugranas que permitían segundas y terceras opciones que al final encontraban el premio de la red mientras el conjunto de Laso se perdía en tremendas dificultades para lograr canastas y solo nos dejaba atisbos con Sergio Rodríguez y sus siete puntos seguidos, a Felipe Reyes en su duelo particular con Samuels, o Trey Thompkins que, ante nuestro estupor general, era capaz de pelearse con Tomic, de tirar con acierto, jugar con cabeza y, sobre todo, tener fe en sí mismo, pero era insuficiente para frenar una maquinaria blaugrana que cerraba con 52-43 el descanso y lo que es peor, sensaciones muy diferentes entre uno y otro, y eso que el triple de Rudy al filo de descanso (con apoyo en tablero) hizo concebir alguna esperanza.
La noche dejó paso a un día soleado
Con un Madrid perdido y con un Barça dispuesto a pegar el finiquito, hubo un momento puntual en que algo cambió y, por esta vez, la vamos a personalizar en la figura de Jonas Maciulis. El lituano, tras sus cuatro triples fallados de forma consecutiva, un quinto lanzamiento en que pasó una eternidad hasta que se decidió a tirarlo (y sin llegar la ayuda blaugrana), encontró la red y fue una especie de transformación para todo el conjunto del Real Madrid. Ya no importaba que Ayón tuviera un día horrible en ataque (no así en defensa) o que Sergio Llull no nos desbordara como en otras ocasiones, todo eso cambió de la noche a la mañana como cuando surge un amanecer claro y despejado. El Madrid empezó a mover la bola buscando el extra-pass sin la ansiedad de otras veces, defendió cerrando su aro, Chacho dirigía como el base que es y los que tienen que meterla, lo hacían: Véase ejemplos con Carroll y Thompkins. La tortilla se había dado la vuelta.
“Hemos perdido el control, jugad sistemas” by Xavi Pascual
Eso que leen es la orden desesperada de un entrenador que ve cómo se le va el partido y no encuentra la reacción necesaria. El Barça no jugaba como es el Barça apurando posesiones hasta la extenuación , el equipo blaugrana estaba metido en el ritmo del Madrid, jugando tiros rápidos o lanzando a los pocos segundos y la verdad es que no le iba nada bien recibiendo un parcial de 17-3 y lo que era peor, el average comenzaba a generar un peligro real de no poderse mantener.
Una oportunidad perdida a lo tonto
Los héroes completos solo pasan en las películas, Trey tuvo su oportunidad si no hubiera cometido esa falta a Doellman que supuso un 3+1 y que dejó el +11 que tenía el Madrid en solo +7 y con average empatado. Lo que vino a continuación lo dejamos a la interpretación de cada uno, nosotros solo podemos contar que Maciulis recibió un manotazo clarísimo que no fue sancionado con falta por entender que solo se había tocado balón y que el lituano puso el grito en el cielo ante lo que consideraba una infracción clara. Posteriormente una canasta blaugrana posterior dejó el +5 con victoria conseguida para los blancos pero average perdido.
Así terminamos por hoy, esperando que se haya producido la resurrección de Trey Thompkinsy esperando futuros duelos en ACB, el próximo será el domingo 1 de mayo a las 12.30 contra Río Natura Monbus, allí estaremos para contarlo.