Una crónica de: @elcarrildel2
El Real Madrid se ha impuesto (91-92) al Málaga, en el partido correspondiente a la Jornada 22 de la Temporada Regular de la Liga ACB, disputado en el Pabellón Martín Carpena, de la ciudad andaluza, ante 6.300 espectadores.
Parecía el choque casi cerrado con un 80-87 a falta de 1,39 para el final. Entonces, y por segunda vez en el encuentro, apareció el trío arbitral comandado por don Fernando Calatrava para meter al Málaga en el partido. Parece ser, según las últimas decisiones arbitrales, que las únicas faltas que se pitan como antideportivas son las que comete el Real Madrid. Puestos así, del Málaga todos, menos los colegiados, vimos varias. Entre eso y las técnicas facilonas a los nuestros e imposibles a otros que se pasan los cuarenta minutos protestando, vamos sobreviviendo en esta competición doméstica llamada Liga ACB. Y un dato preocupante: si los árbitros veteranos dejan mucho que desear, no parecen los nuevos capaces de elevar el listón.
Más allá de todo lo anterior, no vimos mejoría notable en el Madrid, que se marchó al descanso habiendo encajado nada menos que cuarenta y nueve puntos, por parte de un Málaga que tampoco atraviesa sus mejores momentos.
Está el Madrid faltó de aire, con las piernas muy cansadas y la cabeza muy ausente de ideas. Y eso que hoy Heurtel estuvo más acertado que otras recientes tardes. Eso nos valió para que el marcador fuese un columpio durante los primeros veinte minutos. Al minuto 10, 23-25. Al veinte, 49-47.
Si decíamos que Heurtel mejoró, debemos decir que Yabusele lleva ya unos cuantos partidos un tanto perdido, así en ataque como en defensa. Tompkins sigue lejos del que fue, y Tavares acredita un cansancio supino.
En esas circunstancias, fueron Abalde, gran partido el suyo, y Causeur, los que tiraron del carro y apagaron los fuegos en los momentos más calientes del partido.
Para colmo de males, Alocén, que estaba vibrante, rápido, aportando esa chispa necesaria al juego de los nuestros, se lesionó a falta de 2,20 minutos para el treinta. Se han confirmado los peores pronósticos. El zaragozano parece que puede dar por terminada su temporada.
Imagen: @RMBaloncesto
Nos pusimos 57-50 a falta de ocho minutos para el treinta, lo que obligó a Laso a pedir tiempo muerto. El triple volvió a abandonarnos: tres intentos seguidos que no entraron. Igualamos el marcador (62-63) tras cuatro tiros libres. Minuto 30, 65-65 (parcial de 16-18), en lo que supuso una mejor defensa del Madrid.
Comenzó el último cuarto con dos triples fulminantes de Causeur, para ponernos seis arriba (65-71). Nos íbamos a más diez a seis del final (73-83) en lo que fue nuestra máxima diferencia a favor en el partido.
Tompkins debe cuidar más las cintas y amagues del contrario, pues sigue cayendo en todos y cada uno de los que le hacen. 78-87 a dos minutos del final. Entonces, lo dicho: ataque intencionado a Causeur, que lleva a un 5-0 local para apretar el marcador.
Cuatro tiros libres seguidos de Tavares, sus primeros y únicos en todo el partido, algo incomprensible para un pívot de sus características, que ha estado veintidós minutos en juego. Una canasta desde el medio campo sobre la bocina supuso el 91-92 final (parcial de 26-27) que vuelve a poner en evidencia que nuestra defensa no está al mejor nivel.
Destacados: Heurtel (18 de valoración, 16 puntos, 18 minutos en cancha), Causeur (18-16-5 rebotes, 25 minutos en juego), Poirier (16-11), Tavares (16-5-8 rebotes), Abalde (13-11-6 rebotes).
En la parte negativa, Tompkins -1 en 20 minutos de juego. Randolph volvió a no salir a pista.
Tiros de campo: 21 de 37 (57%), Tiros de tres 9 de 20 (45%), Tiros libres 23 de 26 (89%), Rebotes 27-33, Asistencias 17-11, Pérdidas 9-15, Recuperaciones 9-6, Tapones 1-3, Faltas 26-19.
Buenas tardes a todos. HALA MADRID.