Una crónica de: @luismanper
Lo primero que toca hacer en esta primera crónica del año es felicitar el año 2022 a todos los seguidores de Ell Diario de Mou deseando que se cumpla sus mejores deseos, y que podamos compartir y celebrar juntos muchos títulos de nuestro Real Madrid, mientras llegan esos títulos y el Boss aprovecha para recuperar la forma y no convertirse en un Marcelo de la vida que vive de éxitos pasados, el Real Madrid ha empezado el año con dos partidos indescifrables, cayendo derrotado el pasado domingo en Getafe, al que le bastó un regalo de Militao y muy buena colocación defensiva para amargar el título honorífico de campeón de invierno al Real Madrid.
Sin embargo lo que hoy toca analizar es la eliminatoria copera de ayer contra el Alcoyano, en la que muchos revivimos los viejos fantasmas de la eliminación de la pasada temporada que puso a Zidane en la picota, cuando todos infravaloramos esa eterna capacidad del Real Madrid de revivir de sus cenizas para competir hasta el final, cuando todos le dan por muerto. Por todo ello, esta vez el equipo iba prevenido como avisó Ancelotti en la rueda de prensa previa cuando reconoció que la única concesión a los menos habituales sería la presencia en portería de Lunin, que acompañó por los tres centrales habituales como Nacho, Militao y Alaba quedando el lateral derecho para el eterno canterano y el izquierdo para Marcelo, dejando el eje del mediocampo para Casemiro flanqueado por Valverde y Camavinga en los interiores con Rodrygo y Hazard en los extremos y Mariano en punta de ataque.
Imagen: realmadrid.com
A pesar de estar sobreaviso de que la Copa es una competición peligrosa en la que hay mucho que perder y poco que ganar, porque ganar es lo mínimamente exigible y perder es una catástrofe, el planteamiento inicial del Alcoyano sorprendió al equipo blanco hasta el punto que el acercamiento alicantino al área durante el primer cuarto de hora fue constante y culminó con un balón que solo la cabeza de Camavinga impidió que se convirtiera en el primer gol que estuvo a punto de llegar poco después cuando un atacante local estrelló el balón en el lateral de la red de Lunin que junto a Casemiro, Militao y Alaba intentaban sacudirse la presión como buenamente podían.
Afortunadamente, el mediocampo madridista empezó a imponerse controlando poco a poco el partido un partido que pasó a ser aburridísimo sin ocasiones en ningún área más allá de disparos lejanos de Rodrygo y Alaba y otro en nuestra área en el que Lunin tuvo que emplearse a fondo, pero cuando parecía que al partido no le quedaba otra que llegar al descanso con empate a nada, apareció Militao para llegar antes que José Juan a rematar un córner adelantando al equipo antes de ir a los vestuarios. No pasaron ni 5 minutos de la vuelta de los mismos cuando Mariano se rompió por enésima vez y tuvo que dejar su sitio a Marco Asensio quedando el equipo sin nueves puros y encomendándose por tanto a Rodrygo como falso nueve el resto del partido, que no tardaría en complicarse cuando una gran jugada personal del extremo del Alcoyano acabaría sentando a Casemiro y Militao de una tacada para sacarse un latigazo a la escuadra, que la mano cambiada de Lunin solo pudo rozar y que se convirtió en un 1-1 que reviviría los viejos fantasmas del pasado año en este estadio.
Imagen: realmadrid.com
Sin embargo, esta vez íbamos a tener la “suerte” que el año pasado nos faltó cuando Sánchez Martínez se negó a pitar un patadón que recibió Militao en el último minuto del tiempo reglamentario, y dos disparos de Asensio y de Isco rebotaron en un defensa y en el portero del Alcoyano y acabaron entrando dejando el 1-3 definitivo, especialmente reseñable fue el gol de Isco porque además de ser atropellado por José Juan en una jugada que habría sido penalti de no ser gol, el malagueño se reencontró con el gol tras muchos meses de ausencias y desplantes a sus entrenadores como la de Granada por el que Ancelotti le apartó de los últimos partidos del año, es lamentable que jugadores de tanta calidad técnica se echen a perder por su baja forma física y por las permanentes faltas de respeto a los entrenadores que han ido pasando por el Real Madrid, y lo más triste es que jugadores tan fuera de forma tanto mental como física seguirán jugando en las próximas rondas quitando el puesto a canteranos como Arribas o a reapariciones como la de Ceballos, que tras sus dos años de cesión en el Arsenal y la lesión que se produjo en el primer partido de los JJ OO por querer forzar para llegar a las rondas finales en vez de volver a Madrid a recuperarse le ha tenido fuera de los terrenos de juego más de 5 meses, hasta que ayer volvió a vestir la camiseta blanca para disputar los últimos minutos con la esperanza de que en las próximas eliminatorias Ancelotti vaya dándole cada vez más oportunidades de volver a ser el jugador que nos deslumbró a todos con la Selección Sub-21.