Una crónica de: @Datemus
Volvía el Castilla a su casa tras haber encadenado, por primera vez esta campaña, dos victorias seguidas. El equipo partía a sólo tres puntos del descenso por su incapacidad para competir a domicilio, al menos, hasta la semana pasada. Enfrente, un Algeciras que ha estado rondando las posiciones de cabeza durante toda la temporada con tan sólo una derrota, pero que recientemente ha caído a dos puntos de las posiciones de ascenso al saldar sus dos últimos choques con tablas.
Raúl formó con Luis López en puerta. Defensa de cuatro, con Pablo Ramón y Sergio Santos de laterales y Mario Gila y Rafa Marín en el centro. El parón en Primera permitía volver a Antonio Blanco como cinco, escoltado por Dotor y Arribas como interiores. Arriba, Aranda por la izquierda, Peter por la derecha y Latasa de delantero centro.
Los de Iván Ania salieron con la defensa muy adelantada y una presión fortísima desde tres cuartos, que anegaba todos los espacios del medio campo local. La colaboración del árbitro, dejando dar cada vez que un jugador blanco salvaba a su par, quedó patente durante los diez primeros minutos: amarilla a Arribas en una jugada en la que se revolvió tras sufrir una durísima entrada y ser agarrado del cuello por un contrario, un más que posible penalti a Latasa convenientemente ignorado y un sinfín de faltas sin opción de llegar a balón que en el mejor de los casos, sólo fueron sancionadas.
A pesar de todo, el Castilla dominó los quince primeros minutos, cierto es que sin crear peligro. Todo a costa de circular el balón por un terreno minado en el que se sabía que cualquier robo constituiría una ocasión clarísima de gol para el Algeciras.
Las primeras ocasiones claras fueron de los andaluces. Primero, del jovencísimo Leiva en el 16’, que aprovechó un robo en tres cuartos para conducir, internarse en el área amagando y soltar un disparo que obligó a lucirse a Luis López. Un minuto después apareció la habitual caraja del Castilla a balón parado: el goleador del Algeciras, Iván, queda en uno para uno con Aranda, lo dribla en la frontal y chuta sin que ningún otro contrario le salga con muchísima intención a la escuadra, pero un pelín desviado.
Imagen: realmadrid.com
Estos sustos no descompusieron a los de Raúl, que seguían erre que erre tratando de encontrar los espacios a la espalda de la defensa visitante, con los exteriores viniendo al centro a recibir de espaldas, tratando de surtir de balones a las penetraciones de sus laterales. El más incisivo de ellos, Pablo Ramón, recibió por la izquierda en el 24’, tras una jugada paciente y elaborada, incluyendo una rápida apertura hacia el lateral local con la que descongestionar la acumulación de defensores que los de Iván Ania planteaban siempre por el lado del balón. Pablo Ramón exhibió su calidad de ambidiestro y puso un gran centro pasado que Peter Federico toco de primeras, desde el segundo palo, hacia el centro del área pequeña. Allí, Latasa y el central Robin pugnaron y tocaron para enviar la pelota dentro y poner el 1-0 al alimón.
El partido continuó por la misma tónica: un Castilla muy trabajador y un rival muy rocoso, que obligaba a los merengues a soltar el balón en fracciones de décimas de segundo para no perderla, mientras pegaban lo que no está en los escritos con la inestimable colaboración de un trencilla que vino con el habitual doble rasero a hacer méritos fastidiando a los de siempre. Poco antes del descanso amonestó a Blanco por una entrada que había sobreseído en un buen número de ocasiones cuando la acción antirreglamentaria era protagonizada por los andaluces.
En el 43’, llegó una última ocasión antes del descanso. Fue para el Algeciras, a balón parado, y venía a recordar a los de Raúl que la cosa no estaba hecha. La ausencia de relato de ocasiones claras, sin embargo, no empañaba que el marcador hacía justicia a lo acontecido en el primer periodo. El Castilla llegó varias veces al área y puso balones con peligro a través de Peter y, fundamentalmente, de Pablo Ramón, el verdadero estilete merengue en la primera mitad. Si no llegó un segundo tanto fue por el buen trabajo de los centrales gaditanos, que se anticiparon a sus rematadores, y por la dureza que el árbitro permitió, alentó y promovió con impecable descaro. Así mismo, la ausencia de menciones de Aranda, Arribas e incluso Peter explicaban de por sí lo trabado y difícil que estaba el juego de creación.
Se reanudó el encuentro sin que Raúl tocara el once. Si algo se puede decir de los cinco primeros minutos es que la gran estrella del Algeciras vestía de azul pálido: el colegiado perdonó dos amarillas de libro a Duarte y pitó una falta en ataque inexistente cuando Aranda forcejeaba con su par. El colegiado mantenía a los visitantes metidos en el partido, permitiéndole que su estrategia conservadora se saldara sin especiales apuros.
En el 52’, llegó el primer aviso del Algeciras, en un saque de esquina peinado en el primer palo y que Aranda, muy atento, sacó en el segundo antes de que llegara el remate a puerta. No obstante, el juego ofensivo del Castilla iba a más, con combinaciones al primer toque cada vez más rápidas que desarbolaban la defensa visitante. En el 54’, Arribas deja con habilidad y pausa en uno contra uno a Peter. El joven exterior blanco aprovechó la ocasión para internarse con mucho peligro en el área, si bien una falta previa, señalada posteriormente por el árbitro, impidió un mejor desenlace.
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En el 58’, Dotor vio amarilla por protestar tras perdonar el árbitro, si es que así se puede llamar al que perjudicaba permanentemente a los locales, dos amarillas de libro por agarrones fuertes, mantenidos y sin opciones de jugar la pelota de dos rivales gaditanos. Raúl tuvo que salir a aplaudir a los suyos, a punto de salirse del encuentro por el espectáculo de un trencilla soberbio con los de casa y almibarado con los de fuera. Sus hombres continuaron apretando. A la hora de encuentro, un chut de Peter desde la frontal, con bote incluido, tuvo que ser desviado en un paradón del meta visitante para no acabar en la red.
En el 65’, Pablo Ramón y Aranda combinan mientras Dotor lanza un precioso desmarque de ruptura hacia el interior del área. Aranda lo ve y se la pone, pero el pase de la muerte de Dotor no encontró al final rematador.
En el 68’, el árbitro se inventó una falta peligrosísima a favor del Algeciras, de quién si no, que se saldó sin consecuencias. A pesar del dominio local, los de Raúl caminaban por la cuerda floja perdonando ocasiones y sufriendo uno de los arbitrajes más descarados en contra en mucho tiempo, que ya es decir.
En el 75’ Mario Martín y sus 17 añitos entraron en el campo por Aranda. No fue el partido del granadino, que tuvo que abandonar, al igual que Peter, su hábitat natural para venir a recibir de espaldas y para generar carril para el lateral.
En el 79’, Peter saca un córner espectacular al segundo palo, allí donde aparecía el vuelo soberbio, estratosférico y majestuoso de Rafa Marín. Su cabezazo no le fue a la zaga y se fue a la red como una bala de cañón, haciendo justicia a un segundo tiempo para fastidio del único que se empeñó en no impartirla: el vestidito de celeste. 2-0.
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Siguió dominando y atacando el Castilla. El Algeciras no era capaz de amenazar la portería local y sufría, por el contrario, el acoso de los merengues. En el 85’, Dotor realiza un inteligente caracoleo tras conducción por la izquierda. Pone la pausa y la envía a Arribas, cuyo disparo desde la frontal, en muy buena posición, se fue excesivamente alto.
En el 87’, Arribas cedió su puesto a Álvaro mientras que un gran Latasa, determinante con su pelea de espaldas en la salida de balón de los de Raúl, hacía lo propio con Jaume Jardí.
Llegó el 90’ y con él, una sorprendente tablilla que mostraba dos minutos de añadido en un segundo tiempo lleno de interrupciones. Y es que el árbitro ha estado de pena, lamentable, horroroso, desastroso. Es muy malo y lo que es peor: muy tendencioso. El descuento tuvo lugar en el área del Algeciras, fruto del formidable esfuerzo ofensivo de los locales en la segunda mitad.
Se llegaba así al final del choque, con una justa victoria del filial blanco que ha hecho una buena primera parte y ha cuajado un gran segundo tiempo. Tercera victoria consecutiva de los de Raúl, que repiten como locales el sábado a las 17:00 nada menos que contra el histórico Sabadell. Si llegara una cuarta victoria, de pelear por el descenso pasaríamos a los puestos de cabeza, por mor de esta competición en la que hay no menos de quince equipos en siete puntos de diferencia. Esperemos que los de Raúl nos vuelvan a dar la mejor versión de sí mismos, la que hemos presenciado esta mañana en el Di Stefano.
FICHA TÉCNICA:
Real Madrid Castilla: Luis López, Santos, Gila, Pablo Ramón, Blanco, Dotor, Latasa (Jaume Jardí, 88′), Arribas (Álvaro, 88′), Peter, Rafa Marín y Aranda (Mario Martín, 76′).
Algeciras: Crespo, Alcázar, Robin, Mariano, Peris, Iván Turrillo (Ferni, 62′), Javi Duarte (Campaña, 76′), Borja, Leiva, Víctor y Romero.
Goles
1-0 (min. 25): Robin, p.p.
2-0 (min. 79): Rafa Marín.