CRÓNICA | El clásico arbitraje y la habitual falta de gol: Real Madrid Castilla 0 – 0 FC Barcelona B

Una crónica de: @Datemus

Tras una nueva derrota fuera de casa y un comienzo de temporada muy irregular, un tanto decepcionante, volvía el Castilla de nuevo al Di Stefano, al único estadio en el que ha conseguido puntuar en lo que llevamos de campaña. La cita, nada menos que con el Mini Clásico. El duelo de mayor rivalidad entre canteras esperaba a los locales muy necesitados de puntos y con cierta sensación de falta de autoconfianza.

Raúl puso en liza a Gudjohnsen y a Arribas en punta. Por detrás, una medular con Aranda y Peter por las bandas, y con Dotor y Blanco en el centro. La defensa, formada por Miguel y Gila como laterales y con Marven y Rafa Marín como pareja de centrales. La portería iba a ser defendida por Toni Fuidías.

El partido dio comienzo con un Barcelona deseoso de tener el balón y un Castilla que apostaba por quitárselo con una presión tan adelantada como desordenada. Los catalanes no tenían ningún problema en desarbolar el esfuerzo defensivo local. Siempre había un jugador solo al que darle el balón, especialmente Jandro, que pudo surtir de jugadas una y otra vez a las bandas, sobre todo por la izquierda del ataque donde Aranda encontró a Miguel Gila en uno contra uno en múltiples ocasiones. Afortunadamente, el central blanco, ejerciendo hoy de lateral derecho, ganaba sus duelos y desactivaba todo el esfuerzo ofensivo que sus compañeros eran incapaces de anular.

El Castilla, sin balón, no pasaba especiales apuros fiado en el partidazo de Gila y en la falta de ideas en tres cuartos de su rival. Eso le permitió estirarse con las primeras pelotas robadas, buscando de inmediato un juego rápido y muy directo. En el 8’, llegó la primera ocasión clara del partido: Aranda, desde la izquierda, quiebra hacia dentro, gana espacio para el chut y dispara con precisión a puerta. El balón no acabó en la red gracias a una gran mano abajo de Iñaki Peña.

Repitió Aranda en el 18’. Arribas le pone un gran pase al área desde la derecha, el cordobés recibe, quiebra a su par y dispara fuera prácticamente desde el vértice del área pequeña, en una situación inmejorable.

Imagen: realmadrid.com

En el 23’, llegó otro gravísimo error arbitral en contra del Castilla. Un penalti descarado por manos en el área fue ignorado tanto por el árbitro como por un linier en posición inmejorable para ver la jugada. Nada nuevo bajo el sol, la luna y todos los astros de un universo testigo perplejo de una hipocresía aún más grande que la de su infinito dominio, la del “nos roban”.

El Barcelona iba cediendo cada vez más dominio ante el empuje del juego directo blanco. En el 37’, una magnífica combinación entre Peter y Blanco finalizó con un precioso servicio del andaluz a Arribas en el área. El madrileño se dio la vuelta y se fue solo, pero resolvió muy mal lanzando la pelota por encima de la portería visitante.

En el 39’, Peter, convertido en un martillo pilón de la zaga rival, entra de nuevo por su banda, hace un gran túnel a su defensor y chuta muy escorado. La pelota se marcha fuera por muy poco. A estas alturas de encuentro, todas las ocasiones habían sido resultado del juego vertical del Castilla, que ya se había hecho acreedor a ponerse en ventaja en el marcador. Desafortunadamente, a este equipo le falta gol, como al de sus mayores, en especial en ciertos instantes clave de los partidos.

El Castilla atacó a tal velocidad en el primer periodo que apenas vimos incorporaciones de sus laterales, a los que no les dio tiempo a participar en las jugadas más que en contadas ocasiones.

Curiosamente, la más peligrosa de todas no vino por la banda de Miguel sino por la de Mario Gila, en el 23’, cuyo envío desvió claramente con la mano Jandro dentro de su área. Por ocasiones y por ese penalti birlado. mereció mejor resultado el conjunto de Raúl que, lamentablemente, se fue al vestuario con el marcador inicial.

Imagen: realmadrid.com

El Castilla comenzó bastante entonado en la segunda parte. El Barcelona no pudo iniciar su juego con la comodidad de los primeros minutos del partido. Los locales resolvieron sus clamorosos desajustes iniciales en la presión y los visitantes tenían verdaderos problemas para ejercer su habitual fundamentalismo en la religión de la posesión.

En el 50’, Peter se interna en el área y cae ante un contacto leve. Uno duda que el árbitro hubiera pitado hoy un penalti a favor incluso si el joven extremo blanco hubiera sido decapitado de un hachazo, por lo que ya se pueden suponer el desenlace de la jugada.

En el 53’, Miguel vio la amarilla por una falta lateral a la altura del área grande. El saque, muy preciso, llegó a la cabeza de Jutglà muy cerca del área pequeña. Más solo que la una, el remate del delantero del Barcelona se fue alto por fortuna para un Castilla que sigue descuidando muchísimo la defensa de acciones a balón parado.

Con Antonio Blanco convertido en el dueño del mediocampo, escoltado por el trabajo infatigable de Dotor, el dominio madridista se acrecentaba conforme pasaban los minutos. El 56 y el 57 fueron testigos de sendas entradas de Peter y de Aranda con mucho peligro. La primera, ante una gran apertura de Marín tras una gran acción defensiva. La segunda, tras un gran servicio en largo de Blanco.

Sólo un minuto después, Peter recibe en el área tras una gran combinación merengue y cede al grandísimo desmarque de Dotor por su espalda. El servicio del interior desde la derecha se paseó por la línea de gol sin encontrar rematador. Ocasión clamorosa. Sensación de estar perdonando. Malo.

Imagen: realmadrid.com

En el 62’, llegó la mejor ocasión del partido para los visitantes. Ez Abde, que había entrado en el segundo tiempo, estaba haciendo mucho daño cada vez que recibía. El marroquí condujo un contraataque con mucha rapidez y verticalidad, abrió para su compañero Mortimer que, completamente solo aunque algo escorado, envió la pelota por encima de la portería de Toni Fuidías.

En el 65’, el árbitro continuó sacando regalos de su inagotable catálogo de agasajos para los visitantes. Se inventó una falta en el pico del área grande y amonestó a Peter. Afortunadamente, Jandro envió el disparo directo por encima de la barrera y de la portería. Si eso fue falta, lo de Peter en el 50’, penalti de libro.

Un minuto después, Raúl movió el banquillo dando entrada a Latasa por Gusjohnsen y a Marvin por Peter, que había realizado una gran primera hora de juego. Los cambios no acabaron de dar el fruto apetecido. El Barcelona se rehízo con los parones y el Castilla perdió el control del juego. En ataque, Arribas, jugando un discretísimo segundo tiempo, no acababa de resolver las difíciles ecuaciones de la línea de tres cuartos. En defensa, los jugadores de refresco visitantes se animaban cada vez más a encarar a sus oponentes, apoyados en un juego vertical, por primera vez en el encuentro, que alimentaba las continuas pérdidas del mediocampo castillista.

En el 77’, una gran jugada de Ez Abde, que estaba pudiendo con Miguel Gutiérrez, termina con un envío lleno de veneno al centro del área pequeña que Marven saca milagrosamente a córner con la punta de la bota.

En el 78’, Raúl quemó las naves sacando a Dotor y dando entrada e Theo, justo cuando el Madrid más necesitaba de dominio en la medular. Se fue recomponiendo el Castilla, en medio de un peligrosísimo encuentro roto, con tanta ausencia de dominio como presencia de cansancio. Los de Raúl volvieron a merodear la portería visitante y se sacudieron el cierto agobio al que estaban siendo sometidos.

Imagen: realmadrid.com

En el 80’, Aranda fue perjudicado al no concedérsele la ley de la ventaja y vio amarilla por sus protestas. Otra más del árbitro esta noche. El granadino, que estaba supliendo el pulmón de Dotor, se veía limitado a tener que medir sus acciones de ahí al final del choque.

En el 86’, el balón llega a Aranda tras un centro muy peligroso de Marvin que no encontró rematador. Se va por fuera, dispara, pero el balón lo detiene Iñaki Peña.

Con el Castilla volcado sobre el área rival y a punto de finalizar el encuentro, Marvin recibe solo por la derecha, se interna y sirve para un desafortunadísimo Arribas que, en lugar de disparar de primeras, decide intentar una acción imposible rodeado de rivales.

El árbitro, por llamarle como no mereció, dio tan solo 3 minutos de descuento y ya puestos a robar, sisó nada menos que dos y medio a su cortísima prolongación entre atenciones, protestas y amonestaciones para los de Raúl. La última, a Latasa, habría sido de chiste de no ser porque a buen seguro de que su actuación conjunta y redonda de anoche le servirá para puntuar muy positivamente en la Real Federación de Expagnistan de Furgol.

Buen partido del Castilla que mereció, por ocasiones y fútbol, llevarse el duelo de filiales. A poco más que hubiera habido un árbitro en el campo, que Arribas hubiera estado más acertado en la segunda mitad y que los nuestros vieran un poco mejor portería, los tres puntos y el mini clásico se habían quedado en casa. A destacar el partidazo de nuestros centrales juveniles, Marven y Rafa Marín, de Antonio Blanco en el eje del mediocampo, de Miguel Gila como lateral derecho, resolviendo con solvencia la infinidad de acciones de uno contra uno a los que se vio retado, y de Aranda y Peter por sus bandas.

Ahora, a por la gran asignatura pendiente de los nuestros: los partidos a domicilio. El Atlético Sanluqueño nos espera el domingo 24.