CRÓNICA | Bang, bang: Real Madrid 1 – 2 Sheriff Tiraspol

Una crónica de: @Mrsambo92

Yo, que más allá del Real Madrid y la táctica furgolera, voy más perdido que Messi en una biblioteca en esto del furgol internacional, me llevé una tremenda decepción cuando los jugadores de este equipo moldavo (sí, parece que tienen liga), salieron sin sombrero, sin revólver y sin cinturón vaquero. Y todos a pie. Ni un miserable caballico pudimos ver…

Superada esta primera decepción en un tiempo más o menos rápido con una pequeña lagrimilla fordiana, me centré en lo que había oído de ellos tras tocarnos en el grupo de Champions. Que se pasea en su liga desde hace dos décadas, que habían goleado en varios partidos recientes, que hacen un furgol dinámico, que tienen 19 nacionalidades en su plantilla (esto ya no sé si es mucho o poco), y que había ganado con claridad al Shakhtar en la primera jornada europea.

Ojito, cuidao…

Así que Carlo, que debía sospechar lo mismo que yo sobre estos muchachos del Sheriff, sacó el mediocampo más poderoso físicamente que tenemos. Sombreros, cinturones y revólveres a mí, que tengo la MingaForce, debió pensar nuestro entrenador. Casemiro, Valverde y Camavinga. Ahí es nada. Se acabaron los experimentos y los Asensios por ahora.

Por lo que sea, sigue sin contar con Lucas en el lateral, apostando de nuevo por Nacho. Miguel Gutiérrez vuelve al lateral zurdo tras varios inventos que no resultaron del todo bien. Arriba la tripleta que parece convencer más a Ancelotti por ahora: Hazard, Benzema y Vinicius.

Imagen: realmadrid.com

Era el regreso en Champions al Bernabéu, después de haber vivido el liguero, y además con un empatito en el otro partido, lo que de vencer nos dejaba campo abierto en el grupo. Panorama ideal para pinchar. Puro madridismo.

Y arreando. Debo reconocer que me encantan los saques iniciales que hace el equipo. Lo he comentado siempre cuando pasaba. Es una reminiscencia infantil que lo relaciona a grandes gestas y remontadas. Pase atrás y todos hacia arriba a esperar el balón largo.

No funcionó. La primera parte fue un quiero y no puedo. Ellos salieron bien colocados, cediendo el control y zurrando bastante, esperando una ansiada contra, que llegó. Nosotros parecíamos encontrar caminos por banda, a pesar de todo, pero faltaba seguridad, precisión y un poco de intensidad. Faltaba el último pase, el último golpeo. Alaba sigue demostrando que las pone de lujo, Vinicius con tiro franco mostró inseguridad perdiendo un disparo entre piernas que lo fueron cerrando. Benzema de falta tuvo la mejor opción hasta ese momento, con paradón del portero rival. Valverde desde la derecha tiró alto…

Bang. En la primera de ellos, una contra sencilla, básica casi, encontraron la forma de marcar el primero. Llegada de Cristiano, solísimo en banda, y su centro cayó en un Yakhshiboev también solo. Fácil. Nuestro lamentable lastre. Tuvieron otra tras un fallo de Courtois… justo lo que había que evitar.

El dominio aumentó, como cabía esperar, y lo cierto es que llegaron bastantes ocasiones. Un balón rondando la línea de gol que no supimos remachar y un tiro alto de Miguel Gutiérrez. Vinicius fuera cuando parecía tenerlo todo a favor. Hazard un tiro desviado, Nacho rematando fuera un rebote cerca de la portería. Benzema cerca del palo en un gran tiro desde fuera del área. Hazard sorprendiendo con un centro-chut. Casemiro de nuevo desde fuera para una buena parada de Athanasiadis.

Imagen: realmadrid.com

Hazard era el hombre que encontraba espacio entre líneas, el mejor de la primera parte. Por lo demás, se hacía acuciante marcar antes del descanso, porque una reconstrucción podía complicar las cosas. El gol no llegó y la claridad tampoco.

La segunda llevó los mismos derroteros, pero acentuados. Acoso y derribo con ellos cerradísimos por el centro, dejando las bandas más o menos despejadas, si bien lograban llegar a ayudas contra Vini cuando podían. Salían menos. Vinicius volvía a ser el más incisivo y las ocasiones seguían llegado en un goteo continuo, pero casi siempre desde fuera del área. Carlo no prescinde de Vini ni bajo chantaje.

Hazard desde fuera con un buen tiro y otra gran parada de Athanasiadis. Un primer penalti a Vinicius que, por lo que sea, no se pitó, y un segundo en la jugada siguiente, con una genialidad del brasileño, que posibilitó, por fin, el empate de Benzema desde los once metros. Fue la única menara que tuvimos de encontrar el gol. Aquello era una fortificación contra los siux, que quedó claro éramos nosotros…

Así llegaron los cambios, preparados antes de estas dos acciones. Nacho, Hazard, Casemiro y Miguel Gutiérrez dejaron su sitio a Kroos, Modric, Rodrygo y Jovic. Sí, los dos laterales fuera y Valverde y Camavinga ocupando esa posición.

Lo cierto es que perdimos continuidad y contundencia en el medio. Los rechaces dejaron de caer siempre a los nuestros, lo que posibilitaba cierto alivio ocasional a los moldavos, aunque sin peligro. El mayor problema era el desgaste y esa pérdida de continuidad atacante.

Imagen: realmadrid.com

Vinicius tuvo otra en un buen remate de zurda que detuvo el portero; Modric con una muy clara en la parte derecha del área pequeña, pero su trallazo reventó la cabeza de Athanasiadis; Militao y una nueva parada… Otra muy clara con Vinicius desbordando y Rodrygo mandándola alto desde el centro del área. Jovic tuvo la suya, pero este chico cayó torcido, está claro. Jugadón de Rodrygo, y su gran centro es rematado con cierta languidez por nuestro delantero, favoreciendo la anticipación del defensa.

Bang, bang. Fue la previa a su gol, en la jugada siguiente. Un tremendo trallazo de zurda a bote pronto de Thill tras un rechace que se coló por todo el ángulo sin que Courtois pudiera hacer nada.

Sólo quedaba el descuento, 6 minutos, tiempo más que suficiente para el Madrid. Y hubo ocasiones. Militao desviado en un córner, Valverde al palo tras tocar en el rival, Vinicius flojo a las manos del portero, Benzema también… Hoy la cosa no estaba de buenas.

Malas señales. No supimos domar este caballo. Hubo ocasiones, pero no una sensación de agobio y gol inminente, cierta falta de ideas y continuidad. Y eso que la alineación, a priori, me gustaba, que parecía advertir su peligrosidad en las contras. Nos encontramos con un rival muy serio, inferior, pero disciplinado, que aprovechó todo lo que les dejamos.

Habrá que reflexionar tras estos dos tropezones seguidos sin caer en alarmismos, pero lo cierto es que tras la euforia todo esto ha sido un gran jarro de agua fría.