CRÓNICA | MingaForce: Inter de Milán 0 – 1 Real Madrid

Una crónica de: @Mrsambo92

No sé si os pasará, pero me apetece mucho ver a este Madrid de Ancelotti, más allá del hecho de que siempre me apetece ver mucho al Madrid. Es un aliciente más, el de poder ver un espectáculo entretenido.

Bien recordamos los madridistas el fútbol que desplegó el equipo en la primera llegada del entrenador italiano, algo que ha venido enseguida a la mente en el obvio cambio de estilo que tras la marcha de Zidane están practicando los nuestros.

Resulta que el equipo llega, crea ocasiones y marca bastantes goles sin Mbappé y sin Haaland, pero con Benzema y Vinicius, lo que ya es bastante. Y apetece verlo a pesar de sus defectos, carencias y problemas que todavía no lo muestran como un equipo competitivo, ya que hay tremendas lagunas defensivas y desequilibrios que permiten a los rivales tener opciones, lo que ante un equipo de primer nivel te condena.

Hay cambios en Ancelotti que me llevan al optimismo. En su primera venida conservó todo lo bueno del absoluto y rotundo Madrid de Mou: Dinamismo, fútbol total, competitividad… pero  a él se le acusaba, cómo no, de blando y de entrenador poco exigente.

El mismo Florentino Pérez, en las entrevistas que dio cuando fichó a Benítez, justificaba su despido explicando que el equipo había perdido competitividad, que se había convertido en un equipo acomodado. Florentino apostaba por Benítez porque un entrenador duro podía cambiar la dinámica de un grupo destinado a hacer historia, pero que parecía conformarse… Aquello salió como salió.

Imagen: realmadrid.com

El caso es que veo a un Ancelotti cambiado en su actitud. No veo ahora a aquel entrenador amable que decían (estos tipos que han estado en los vestuarios más exigentes raramente se dejan ningunear). Le veo corrigiendo, abroncando e incluso criticando la actitud en ruedas de prensa. Alza la voz ante defectos que todos vemos. Es como si hubiera tomado nota de aquellas críticas, aprendido de sus defectos. Veremos si da resultado. Debo reconocer que estas actitudes de Ancelotti me han complacido hasta ahora. Queda que dé con la tecla definitiva de la competitividad.

Para empezar, parece que va usando algo más las rotaciones. Para este encuentro, buena piedra de toque para ver nuestra competitividad en partidos de relumbrón, ha incluido a Lucas Vázquez, sorprendiendo a todos, sustituyendo a Hazard. También destacó la vuelta de Alaba, que entraba por Miguel Gutiérrez, pero en un extraño movimiento, ya que Alaba jugó de central y Nacho de lateral zurdo.

Y nos pusieron en nuestro sitio en una primera parte donde los italianos fueron superiores, tuvieron más llegadas y más claras. No fue un partido de dominador-dominado, sino que hubo alternancias en la posesión y en las contras, pero en ambos sentidos ellos fueron mejores. Un mano a mano de Dzeko y un remate de cabeza de Lautaro tras una contra fácil, fueron las más claras del Inter junto a otro remate que salió rozando el palo y una nueva parada a un remate en el punto de penalti que los italianos se volvieron a sacar de la nada, aprovechando la descolocación y la falta de contundencia madridista.

Nosotros intentamos una presión alta de inicio, pero ellos la aguantaban bien. Aunque tardaran o les costara salir mantenían la posesión y, una vez que superaban esa primera línea, llegaban con relativa facilidad. Disparo de Lautaro, un remate alto a la salida de un córner, aproximaciones peligrosas… Luego la presión, cuando se intentaba, era deslavazada o desastrosa, según tocara.

Aún así, el equipo lograba encadenar posesiones largas y alguna contra, hasta encontrar un remate lejano de Casemiro que se fue por poco.

Imagen: realmadrid.com

Sobre el minuto 20 la posesión se fue decantando para el Inter con el Madrid más agazapado, pero en estático comenzaron a tener problemas. Fueron unos minutos donde la cosa parecía cambiar, ya que ellos no entraban y nosotros enganchamos dos o tres contras seguidas con opciones. Valverde eligiendo mal, Benzema no logra controlar… y Militao teniendo la más clara en un remate franco a la salida de un córner que se fue desviado con todo a favor.

Un espejismo. Los errores burdos volvieron dando vida a los italianos, con un Carvajal que parecía del mismo centro de Milán. Errores lamentables en un profesional a los que el lateral derecho se está dedicando con auténtica devoción en los últimos dos partidos.

El Inter se revolvió con algunas de las ocasiones citadas. Llegó a ser desesperante la falta de contundencia y las pérdidas absurdas de los nuestros, que milagrosamente esta vez no nos penalizaron, aunque lo merecimos.

En la segunda parte la cosa cambió. El Madrid salió mucho mejor, teniendo aproximaciones y con una posesión más incisiva. Además el Inter parecía no tener claro cómo llegar. Un mayor control madridista. Con todo, la mejor ocasión fue de los italianos a la salida de un córner, donde de nuevo Courtois, el mejor del partido, salvó los muebles.

La cosa se equilibró por completo, pero en estas circunstancias el Madrid tiene un plus. La sensación de peligro era mayor por nuestra parte. Tengo testigos: en esos primeros minutos avisé de que el partido estaba para la victoria madridista. Tardó en llegar. Como tanto nos gusta, esperamos al final del partido. Carvajal avisó con un tirocentro que detuvo Handanovic.

Imagen: realmadrid.com

Fue una parte más táctica, donde Vinicius, el más destacado de los nuestros más allá de Courtois, desbordó como quiso y sólo le faltó un poco de fortuna para rematar su trabajo. Últimos pases y defensas bajo palos impidieron los goles. Fue creciendo el brasileño.

Rodrygo y Camavinga entraron por Lucas Vázquez y Modric, dando frescura y el toque que necesitábamos para rematar la faena.

Y lo que se veía venir llegó en un excepcional jugadón en el que Camavinga terminó asistiendo magistralmente a un Rodrygo al que el Inter le gusta mucho… Un golazo.

El punto de excelencia lo tuvimos con Modric, que se fue aplaudido de Italia, como ya hizo Cristiano Ronaldo en su día.

De la letanía en la que estaba sumido el equipo con los pichabros, hemos pasado al vigor de los MingaForce. Que dure.

Un partido que debe servir de advertencia. Avisamos que con este nivel defensivo por Europa te ganan. No lo hicieron, pero pudieron en la primera parte. El camino a seguir debe ser la segunda. Si este equipo mejora su nivel defensivo, es decir, competitivo, es capaz de muchas cosas.