OPINIÓN | Bunkerizados

Un articulo de: @luismanper

Cuántas veces habremos oído a los periodistas de este país quejarse de que los clubes están bunkerizados y que no pueden hablar con absolutamente ningún futbolista ni directivo sin pasar antes por la ventanilla de los departamentos de prensa de los clubes, hasta el punto que muchos de ellos justifican esa basura de periodismo deportivo que se hace en España en el que estamos más pendientes de los cambios de peinado de los futbolistas que de los propios partidos, en que no les dejan hablar de otra cosa, ya que los jugadores están en una burbuja inaccesible.

Ayer mismo veía en el canal de Youtube del gran Iñaki Angulo, una entrevista muy recomendable que hacía el periodista vasco al famoso periodista Martín Liberman, en la que recordaban lo accesibles que estaban los futbolistas para hablar con los periodistas cuando el periodista argentino daba sus primeros pasos en el periodismo a mediados de los años 90, y el propio Liberman reconocía que eso era así porque ambas partes tenían clarísimo cuál era su papel y nunca se les habría ocurrido traspasar ciertos límites ni a unos ni a otros, hasta el punto de que vivían imágenes totalmente impensables hoy en día como los periodistas redactando sus crónicas desde el propio vestuario mientras los jugadores se cambiaban y duchaban.

Ha llovido mucho desde entonces y el desprestigio del periodismo deportivo ha ido en aumento hasta el bochorno que hemos visto esta semana rompiendo todos los códigos deontológicos del periodismo y de la decencia humana, difundiendo El Confidencial unas declaraciones de Florentino Pérez grabadas off the record en comidas entre 2006 y 2015, que el periodista José Antonio Abellán ha reconocido haber grabado y vendido al mejor postor, tal y como aseguraba el otro día Alfredo Relaño (que quien siga mínimamente el periodismo español sabe que no es precisamente amigo de Florentino Pérez), cuando reconocía que a él mismo le intentaron vender dichas grabaciones en su día, pero que las había rechazado porque hasta para él publicar una conversación privada grabada sin el consentimiento de su interlocutor, era traspasar demasiados límites del periodismo que El Confidencial ha decidido que no van con ellos, que la dignidad la respeten los pringaos, que llevan días denunciando que estas prácticas a quien más daño hacen es a su propia profesión destrozando la confianza de las conversaciones confidenciales entre los periodistas y los deportistas, que a partir de ahora sospecharán siempre que están siendo grabados gracias a las repugnantes prácticas de las que ha hecho gala Abellán y este periódico que desde que se le retiró la acreditación por el club en 2014, ha ido recogiendo los restos del antimadridismo hasta conformar una redacción absolutamente alejada del más mínimo escrúpulo. Lo triste es que pagarán justos por pecadores, pero que se lo agradezcan al despreciable Kike Marín y su cuadrilla de lameculos.

No voy a terminar el artículo sin aludir al contenido de esos audios que tanto han indignado a muchos madridistas, que no soportaban a Florentino Pérez antes de la publicación de estos audios, y lo soportarán aún menos después porque “desprecia a sus leyendas” como si esas leyendas fueran incólumes, caso de Raúl y Casillas que exprimieron al club hasta el punto de pagarles los 2 años siguientes a su salida del Real Madrid a pesar de jugar en otros equipos, bonus por títulos que no habían ganado incluidos, y no hubieran despotricado igual o peor de la directiva antes y después de salir del club y a aquellos que aprovecharon para pedir que se someta a cuestiones de confianza a la vez que reconocen que esta figura no está permitida en los estatutos del club o a los que tras años peleando literalmente por Europa en nombre del Real Madrid hoy piden la dimisión de Florentino Pérez, por ensuciar el nombre del club, solo decirles que sigan intentando montar una candidatura alternativa con los requisitos que exige la Ley del Deporte que algún período electoral lo conseguirán, mientras tanto es más cómodo hacerse los indignados y quejarse del secuestro del Real Madrid.

Porque lo realmente gracioso en todo esto es que no hay absolutamente ninguna novedad en todos los audios que se han ido publicando, todos sabemos que la dimisión de Florentino en 2006 se basó en que no había sabido parar el poder que los jugadores habían adquirido en el vestuario hasta el punto que se despidió públicamente con aquella frase que todos recordamos de “haber maleducado a los galácticos” o las propias declaraciones de Míchel a principios de junio cuando decía que nunca entrenaría al Real Madrid mientras Florentino Pérez fuera su presidente, pero hoy algunos se indignan de la opinión privada que tiene Florentino sobre él, a este paso mañana se sorprenderán que el estadio Santiago Bernabéu está de obras…

La reacción del club utilizando la cuenta oficial de twitter para confirmar que Abellán extorsionó en 2011 al vicepresidente Fernández de Blas tampoco es acertada, porque asuntos tan turbulentos como éste se defienden en los juzgados, no utilizando los canales oficiales del club ya que si hubiera que utilizarlos para cada insidia contra el club, habría que tenerlos en guerra diaria en vez de promocionando el día a día del Real Madrid. En definitiva, ahora que se ha cruzado el Rubicón, espero no volver a escuchar que alejando a los deportistas de los clubes se perjudica a los aficionados, porque siempre podrán grabar sin su consentimiento a los protagonistas y dárselas de dignos para publicarlos, y así podrán alardear de que a la afición nos llegará la opinión de los deportistas y directivos “en bruto”.