CRÓNICA | Plomos fundidos: FC Barcelona 92 – 73 Real Madrid

Una crónica de: @elcarrildel2

El FC Barcelona se ha impuesto (92-73) al Real Madrid, en el segundo partido de los play off por el título de la Liga ACB, disputado en el Palau Blaugrana, ante 1.000 espectadores. Ese triunfo los convierte en campeones.

Ponía anoche el Real Madrid punto y final a una temporada llena de dificultades y contratiempos. A la lista de lesiones “pendientes de evolución”, que siempre evolucionaban de la peor manera posible, debemos unir las fugas de Campazzo y Deck en mitad de la temporada, con Alex Tyus como único refuerzo para tanto desaguisado. En esas condiciones, haber llegado hasta donde se ha hecho parece toda una heroicidad.

En este segundo partido, desde la primera jugada dio el FC Barcelona la sensación de estar pletórico, mientras los nuestros acreditaban que llevan ya unas semanas con los plomos fundidos. Comenzaron los locales anotando siete tiro de siete intentos, lo que dejaba bien a las claras el nivel defensivo del Madrid.

Garuba estaba desenfrenado, fuera de sí, Alocén mostraba sus carencias, el cinco contra cinco en ataque era una pesadilla. Paró Laso el encuentro, y preguntó a los suyos :“¿hemos venido a este show?”. Por desgracia, pareció que sí.

Llull ocupó el lugar de Alocén. La noche del balear fue de las más aciagas que le recordamos. Errores constantes, algunos hasta extraños en un jugador de su recorrido y veteranía. Lo sentaría Laso con apenas siete minutos en cancha, para no volver a pisar el parquet.

Pusimos una zona 3-2, que resultó infructuosa. Abalde daba la cara, pero estaba muy solo. El minuto 10 reflejaba un 26-15 en el marcador. En el apartado de los rebotes, 11-3 a favor de los locales.

Todos teníamos la sensación de que la suerte estaba echada. Tavares era claramente superado por Gasol, mientras Poirier se ha venido abajo en estos play off. Cada canasta anotada era un parto de los montes. Carroll no conseguía una situación de tiro favorable en ningún ataque.

Imagen: realmadrid.com

Llegado el minuto 20, el marcador señalaba un 48-30. Quince puntos en cada cuarto. Esa era la sangrante realidad de nuestro ataque. Ni un solo dato de la estadística nos era favorable.

De cara a la segunda mitad, solo quedaba minimizar daños en todo lo posible. Tyus disfrutaba de minutos, pues Garuba seguía desquiciado y su única contribución eran las faltas personales. Quizás deba el de Azuqueca abrir un periodo de reflexión de cara a su futuro. Anoche, Mirotic le superó de manera apabullante.

Causeur y Taylor también daban la cara, si bien el equipo acreditaba estar totalmente descentrado. Ni siquiera los tiros libres eran un factor que sumase puntos a nuestro casillero.

Dimos un arreón desesperado mediado el tercer cuarto, poniendo sobre la mesa orgullo, a falta de juego. Alocén respondía en ese tramo. Parcial de 0-9, hasta el 66-53, que contrarrestó el FC Barcelona con un 8-2 que devolvía las diferencias a su punto inicial. Minuto 30, 77-55 (parcial de 29-25).

Quedaba el último acto, un mero trámite. Abalde se situó de base. Si Gasol había superado a Tavares de manera clara, la presencia de Poirier no mejoró las cosas. Con 20 abajo dejé de tomar notas. Todo estaba visto para sentencia. Solo quedaba acabar lo mejor posible y meterse a toda prisa al vestuario y desaparecer.

Tiempo habrá para analizar una temporada muy complicada, en la que únicamente nos hemos alzado con el título de la Supercopa, que ha querido desvalorizar de manera reiterada don David Carnicero a lo largo de todos los play off. En cualquier caso, que a nadie le entre un ataque de pánico, al que tan propensos son algunos madridistas: seguimos al frente de la clasificación con 35 ligas. El segundo lleva 19.

Buenas tardes a todos. HALA MADRID.