Una crónica de: @MiedoEscenico2
El grajo volaba bajo, los curas llevaban botas y, tras un día más blanco que otra cosa, el Real Madrid llegaba a Pamplona con la necesidad de ganar para irse a jugar la Supercopa con los deberes hechos. La nieve no pareció hacer peligrar la celebración del partido en ningún momento, a pesar de que las imágenes que llegaban de los alrededores de El Sadar eran cada vez más semejantes a las que se habían vivido en Madrid unas horas antes. Zidane decidió alinear para la batalla de Stalingrado a Courtois en la portería; Lucas Vázquez, Varane, Ramos y Mendy en defensa; Casemiro, Kroos y Modrić en el centro del campo; y arriba Marco Asensio, Benzema y Hazard.
La primera parte se resume en un párrafo. El Real Madrid no tiró a puerta. Hizo cuatro intentos, y todos fueron bloqueados por la defensa osasunista. Lo más parecido a un tiro a puerta fue un despeje de Varane desde su campo, que botó delante de Herrera y el portero detuvo con más dificultad de lo normal. El Osasuna hizo un solo remate a puerta, sin problemas para Courtois. Si el lector quiere más detalles, Hazard condujo una vez el balón con peligro a treinta metros del área, Mendy llegó a línea de fondo y puso el balón en la banda contraria, Asensio se metió para adentro, como cada vez que juega por la derecha, sin ningún efecto, Kroos parecía estar jugando sobre una cama de fakir y solamente Varane en un par de coberturas a Ramos, y Modrić en un par de minutos inspirados alegraron algo la vista. El resto fue un tostón de narices.
Imagen: realmadrid.com
Podría decirse que fue el estado del campo (el propio Kroos le quitó importancia al tema al final del partido), podría decirse que la previa del partido había estado rodeado de circunstancias algo raras (tres horas en el avión para un viaje de media hora, casi todo el día nevando en Pamplona), pero lo cierto es que el Madrid no se encontraba, y el Osasuna tampoco le daba facilidades. Los copos de nieve que caían durante el partido le daban un punto diferente, pero cualquier ilusión o visión romántica y principesca se tornaba en sapo cuando se miraba a los dos equipos jugando al fútbol. El talento estaba enterrado bajo una montaña de nieve o en el vestuario.
Al inicio del segundo tiempo, el Madrid pareció entrar más entonado y agresivo. Hazard soltaba chispazos, y generaba algo de peligro, pero la ocasión más clara (y el único remate a puerta en todo el partido) la tuvo Marco Asensio en el minuto 49. Lucas Vázquez le lanzó un balón en largo, el mallorquín la pinchó con clase y algo de suerte, y le salió un control orientado hacia su izquierda frente a Aridane. Prolongó algo más hacia su lado bueno para ganar el espacio, y largó uno de sus misiles hacia portería, pero Sergio Herrera la despejó con una parada magnífica. El partido se fue abriendo, y se sucedían las idas y venidas, aunque tampoco diríamos que con demasiado peligro para los porteros.
Imagen: realmadrid.com
Casemiro, en el minuto 56, disparó desviado, y el Madrid siguió intentándolo después, con un intento de pared entre Mendy y Hazard que no llegó a nada. En el minuto 61 se le anulaba un gol a Benzema por posición antirreglamentaria, y poco había que protestar, porque era cierto que estaba un metro adelantado para rematar el centro de Kroos, aunque el gol llegara en el posterior rechace. Asensio salió del campo en el minuto 66, entró por él Valverde, y el Madrid pasó a un 4-4-2, pero tampoco hubo grandes cambios en el devenir del partido. El Madrid trataba de entrar por las bandas y centrar, el Osasuna despejaba con oficio (ya habíamos dicho que era el equipo con mejor juego aéreo de la Liga) y vuelta a empezar, salvo algunas salidas puntuales de Osasuna que llevaban peligro.
El último cuarto de hora acabó de rematar el partido. Ramos dimitió definitivamente de su labor como central y se fue al área a hacer de ariete. No vio una. Bajó al trote, y solamente hasta la posición de medio centro, y subió a toda velocidad siempre que pudo. Entraron Isco y Mariano en los puestos de Modrić y de Hazard. Mariano también se fue al área, y eso acabó suponiendo que Benzema cayera a los costados a intentar hilvanar alguna jugada de peligro, porque el área tenía más densidad de población que una playa de Benidorm el 25 de julio. Valverde revoloteaba pero parecía más una cotorra que el poderoso cóndor de hace ahora un año. Mariano es Mariano y no vamos a decir más, Kroos trataba de mover el balón pero parecía un bolardo, Isco colaboraba, pero aquello no daba para más con centros absurdos a un área superpoblada y poca capacidad para rematar o crear peligro. Mendy demostraba que es bastante mejor sin balón que con él, Lucas alternaba momentos de acierto con otros de atolondramiento infantil, Varane y Casemiro cerraban atrás pero con algunas dificultades, y daba toda la sensación de que el Madrid no daba para más con ese equipo.
Imagen: realmadrid.com
En el minuto 88, otro gol, pase de Benzema y remate coral entre Ramos y un defensa, pero anulado por fuera de juego del francés en el momento del pase de Kroos. Y así llegó el final, con los dos equipos sin ser capaces de marcar un gol, y casi ni de tirar a puerta. Cosa que, en el caso de Osasuna, resulta menos extraño, pero en el del Madrid… jugar contra el penúltimo clasificado de la Liga y no ser capaz de rematar más que una vez a puerta, y desde fuera del área, dice bastante de la pobreza futbolística de tu juego.
Tras este partido de auténtico encefalograma plano del equipo madridista, es indudable que Zidane tiene que replantearse algunas cosas. No tiene sentido que hagas 28 centros al área jugando contra el equipo con mejor juego aéreo de la Liga. No tiene sentido que pongas a Asensio por la derecha y a Hazard por la izquierda si vas a poner centros. No tiene sentido que pongas a Mendy para eso, cuando la mayoría de sus centros no encuentran destinatario (aunque mejorase en la segunda parte). Que a un equipo le baste con defenderse ordenadamente para empobrecer así el rendimiento blanco es un problema grave para poder ganar una Liga, que se ganan en los campos de los equipos pequeños. Es evidente que faltan soluciones. Lo siguiente que llega es la semifinal de la Supercopa de España contra el Athletic de Bilbao, pero este 0-0 supone ir a ese partido con más dudas que soluciones. El plazo para encontrarlas es de cinco días.
RESULTADO FINAL
Osasuna, 0 – Real Madrid, 0.
REAL MADRID
1 Courtois
17 Lucas Vázquez
5 Varane
4 Sergio Ramos
23 Mendy
14 Casemiro
8 Kroos
10 Modrić (22. Isco, min. 75)
7 Hazard (24. Mariano, min. 75)
9 Benzema
11 Asensio (15. Valverde, min. 66)
ARBITRAJE
Soto Grado (Comité Riojano)
No mostró tarjetas.