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Una previa de: @luismanper
Si la semana pasada cuando visitamos San Siro titulaba esta previa como “el lugar donde todo empezó”, apenas una semana después nos disponemos a visitar el estadio donde el Real Madrid cerró su trilogía de Champions consecutivas, allá por el lejano 2018, partido que quedará en los anales del madridismo por la chilena de Bale y su posterior rajada en rueda de prensa, que quedó eclipsada por el anuncio de Cristiano Ronaldo de que esa final sería su último partido como jugador del Real Madrid.
Así con que ese agridulce recuerdo vuelve el Real Madrid mañana al estadio Olímpico de Kiev para enfrentarse al Shakhtar Donestk, con la confianza que dio la victoria de la semana pasada en San Siro totalmente diluida debido a la sonrojante derrota frente al Alavés, causada por dos fallos defensivos garrafales y por la impotencia en ataque, sin embargo en Champions el equipo sí está dando su mejor cara tras el pésimo inicio que nos llevó a ser derrotados en la ida frente a este equipo ucraniano que llegó al Di Stéfano con casi una decena de bajas de jugadores infectados por Covid19, y aún así nos masacró al contraataque con una alarmante pasividad de nuestros futbolistas en los goles rivales.
Imagen: realmadrid.com
Por lo tanto, ocurra lo que ocurra no podremos decir que no estábamos avisados de los peligros del Shartak Donestk que esta vez sí llega con el equipo casi completo (solo cuenta con las bajas de Ismaily y Malyshev), pero a diferencia de la ida esta vez el Shakhtar Donestk viene con el agua al cuello pues a su victoria en el Di Stéfano, le siguió un empate contra el Inter de Milán, y un parcial de 10-0 (0-6 en la ida y 4-0 en la vuelta) frente al Borussia Monchenglabdach que lo tienen con 4 puntos frente a los 7 del Real Madrid y 8 del conjunto alemán, por lo que las opciones de clasificación del Shakhtar Donestk pasan por ganar mañana sí o sí al Real Madrid, y a la inversa la victoria del conjunto madridista le clasificaría matemáticamente para los octavos de Champions quedando pendiente la lucha por el liderato del grupo para el encuentro de la última jornada frente al Borussia Monchenglabdach en el Alfredo Di Stéfano.
Imagen: realmadrid.com
Por su parte, el Real Madrid llega sumido en la inestabilidad con la resaca de esa derrota contra el Alavés que tanto daño ha hecho sabiendo que era el único partido de tregua entre varios grandes de la Liga a los que toca enfrentarse en este fin de año que tan largo se nos está haciendo, para certificar el pase a octavos Zidane recupera a Benzema pero pierde a Hazard para otras 3-4 semanas por lo que ya no se espera al belga hasta Navidad, cuyo historial de lesiones empieza a ser preocupante hasta el punto que el médico de la selección belga no dudaba hoy en culpar al estrés y las ansias por agradar de las lesiones recurrentes de Eden Hazard desde que llegó al Real Madrid. No se han recuperado a tiempo para viajar a Ucrania ni Sergio Ramos, ni Odriozola ni por supuesto Carvajal que se lesionó por enésima vez en la previa del partido contra el Alavés para otras dos semanas mínimo, también siguen de baja Fede Valverde a quien no se espera hasta 2021 y Luka Jovic que sigue con coronavirus.
Debido a todas esas bajas, y siendo conscientes de lo difícil que es acertar un once de Zidane, se intuye un once formado por Courtois en portería, Lucas Vázquez y Mendy en los laterales con Varane y Nacho como centrales, Casemiro, Modric, Kroos y Odegaard en el mediocampo, quedando el ataque para Mariano y Asensio en un encuentro que será arbitrado por el colegiado rumano Ovidiu Hategan, cuya trayectoria se puede visitar en la previa arbitral de Nilo Campo. Esperemos que los chicos de Zidane cierren por fin el pase a octavos de final de la Champions que tanto se complicó en un principio para centrarse en salir a flote en la Liga donde empiezan a peligrar hasta los puestos de Champions.
