Una crónica de: @ILovebasket34
Se daban cita en el Wizink Center los dos últimos campeones de la liga ACB, en el primer partido de la serie para ganar una plaza a la final. Llegaba el Valencia Basket tras remontar el 0-1 a Unicaja, mientras que el Madrid superó a Baxi Manresa claramente en sus dos partidos del playoff de cuartos de final.
Nadie esperaba, ni siquiera el más optimista de la hinchada merengue, que los hombres de Laso se desataran de una manera tan cruenta sobre el Valencia Basket, sirva un dato como punto de partida, el Madrid alcanzó su récord de triples en PlayOffs, con 16 aciertos desde más allá del 6’75.
El Real Madrid saltó al Wizink Center sabedor de la importancia del partido y de un buen inicio, y con un claro 26-18 acabó el primer cuarto. Randolph (11 puntos, 3 de 3 en triples) y Taylor (8) comenzaban a mostrar la superioridad del Madrid ante los Taronja.
Imagen: realmadrid.com
El quinteto de Laso volvería a dejar claro su nivel arrasando en el segundo cuarto al conjunto valenciano, que veía como una y otra vez como Randolph y Rudy metían triples imposibles, con un parcial de 22-15 a favor de los madridistas y un resultado al descanso de 48-33 el Madrid cerraba una primera parte soñada.
El tercer cuarto podría haber sido el último clavo ardiendo para los de Ponsarnau, pero no lo fue, y es que el Real Madrid con jugadores como Caseur, Randolph y la magia y el talento del Facu no sólo no dejaban noqueado al Valencia, además divertían a la afición del Wizink Center, con un parcial de 26-13 el Madrid terminó de desplegar la tormenta perfecta sobre un rival que poco o nada podía hacer por parar el vendaval madridista.
Con el partido sentenciado, Valencia ganó el último parcial por un global de 20-26, para maquillar el resultado y que finalmente el marcador reflejara un contundente 94 -72. El Real Madrid alcanzó los 116 de valoración mientras que su rival se quedó en 77, dato demoledor para entender un partido perfecto por parte merengue que nunca dejó entrar a Valencia Basket a competir. Sin duda ese es el camino para nuestro equipo, no dar ningún ápice de esperanza al rival, si además jugadores como Taylor, Caseur siguen de dulce, nuestros rivales seguirán teniendo pesadillas, una tras otra.