Una crónica de: @elcarrildel2
El Real Madrid se ha impuesto (75-94) al Fenerbahce, en el partido por el tercer y cuarto puesto de la Final Four de la Euroliga, celebrado en el Pabellón Fernando Buesa Arena, de Vitoria.
Era el partido que nadie quiere jugar, claro que una vez metidos en harina, mejor volver a casa con la sensación de una victoria que con la segunda derrota en cuarenta y ocho horas. Tiró Pablo Laso de novedades en el quinteto inicial, en el que apareció Felipe Reyes. Mientras, Randolph y Taylor dejaban su sitio en la rotación a Prepelic y Yusta.
Salió el Madrid como un ciclón. Se marchó con cierta facilidad de su rival, al que endosó 22 puntos en apenas ocho minutos. Las hinchadas de unos y otros se alternaban en sus gritos de ánimo. Parecían muchos los amarillos; sin embargo, se oía más a los blancos, inasequibles al desaliento en el apoyo a los nuestros.
Cambiaron las tornas en el segundo cuarto. Fueron entonces los turcos los que cogieron la iniciativa en el juego y en el marcador. Insistió Laso en este tramo con Sergio Llull en la dirección del equipo. Sigue el 23 blanco ausente de ideas claras, si bien ayer tuvo mayor clarividencia para no arriesgar balones de manera innecesaria. Quizás debiera Laso haberle sentado antes, pues pareció sufrir Llull en la pista. Al descanso, ventaja turca: 40-38.
Por los amarillos, Sloukas (que ha sonado como incorporación blanca de cara a al próxima temporada) ponía empeño, aunque quizás lo estaba haciendo de manera aislada. Volvió el Madrid por sus fueros anotadores. Los colegiados (después lo corroboraría el trío de la final) ponían en evidencia la calamitosa actuación del viernes de Boltauzer, Ryzhyk y Panther. Debiera la Euroliga actuar de manera contundente contra tan parciales colegiados.
Imagen: realmadrid.com
El segundo tiempo vivió un despertar de Facundo Campazzo, que tiró del carro blanco, y fue capaz de encadenar una serie de acciones brillantes que rompieron definitivamente el encuentro. Se sumó a la tarea un agigantado Gustavo Ayón, que sería a la postre el más valorado del encuentro (36, con 23 puntos, 11 rebotes, 11 de 11 en tiros de dos, 3 asistencias y un tapón).
Los 31 puntos anotados en el tercer cuarto apuntaban ya a ser la puntilla definitiva, si bien, y visto lo acontecido en el primer encuentro, y en otros de esta misma temporada, nadie en la grada se fiaba lo más mínimo. Al minuto 30, 69-63.
Puso Laso en cancha a Campazzo y Llull juntos. El equipo pareció funcionar bien con este sistema. Un parcial de 28-3 lo corroboró. Pegó en estos minutos un acelerón Campazzo, que se hizo el amo del encuentro, así en defensa como en ataque. Terminó el argentino con 35 de valoración, 12 puntos, 15 asistencias y 7 faltas recibidas. Minuto 40, 75-94, 19 arriba, victoria concluyente. Tercer puesto conseguido.
Por la mañana, nuestro equipo Junior conquistó, de manera brillante, por segundo año consecutivo, el título de Campeón de Europa, al imponerse al Mega Bemax Belgrado, por 95-76. Mario Nakic fue el MVP, con 41 de valoración, 33 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias. Sobresalieron igualmente Sylla y Garuba, con el resto de componentes del equipo rindiendo a su habitual gran nivel. ¡Enhorabuena a los chavales de Mariano de Pablos!
Sin solución de continuidad, y en una nueva cacicada de la ACB, el martes nos enfrentamos al Valencia, que no se juega nada, mientras nosotros debemos ganar para confirmar la primera plaza.
Buenos días a todos. HALA MADRID.
Fuente: elcarrildel2: tirando a dar