por Una cronica de: @Javirodespi – planetacb.com
Podríamos empezar diciendo que el Real Madrid está de vuelta, o que las aguas vuelven a su cauce, o…, mil refranes tópicos para decir que el equipo de Laso vuelve a su nivel habitual, tal y como ha demostrado hoy ante Herbalife, en igual medida que hizo ante Bayern, UCAM Murcia o la segunda parte de Fenerbahce, pero como todavía nos queda un “pequeño” escollo en forma de Estrasburgo, digamos que en el partido de hoy nos vamos a quedar que vemos el camino iniciado y sin visos de abandono, como el título de nuestro OjO Al Blanco.
Del sentido minuto de silencio al honroso Herbalife
Aunque no teníamos noticia del minuto de silencio por los dos policías fallecidos en el atentado de Kabul, no queda por menos que sentirnos dolidos por la barbarie terrorista tal y como hicieron las 8.015 almas que había hoy en el Barclaycard Center y que fue el preludio de un partido en que Herbalife mostraba en sus inicios mucha solidez en su ataque, lanzando sin fallo alguno y con un Madrid al que le costaba encontrar el ritmo, quizás fruto del cansancio de Múnich o quizás pensando en lo que le viene en un futuro cercano y que tuvo su colofón en el final del primer cuarto con la falta no pitada a Jaycee Carroll que le hizo soltar toda la ira acumulada teniendo como primer objetivo al colegiado Sánchez Montserrat que le sancionó con dos técnicas que le dejaron camino del vestuario y con el torso desnudo.
Un Real Madrid tocado
De la acción de Jaycee Carroll podemos sacar una conclusión clara, el Madrid se quedó afectado por la circunstancia y empezó a jugar los ataques de forma poco clara y sin ideas muy determinadas, ocasionándose pérdidas de balón, malos ataques y no excesivamente buenas defensas que permitían al Herbalife mostrarse más sereno y tranquilo, con una buena circulación de balón y con un reparto muy coral en las acciones como muestra que, con la excepción de Kevin Pangos, todos los jugadores ya habían anotado al descanso quedándose un resultado muy abierto para la reanudación (39-37).
Chacho Time
Poco había que salvar de ese cuarto, si acaso Willy Hernangómez que va creciendo día a día y va quitándose esa bisoñez que tenía al principio, mostrándose un jugador duro y rocoso a la hora de cerrar su rebote, pero el verdadero talismán de que el partido se acabara en el tercer cuarto, tuvo nombre y apellidos, Sergio Rodríguez se echó al equipo a su espalda y dio un verdadero recital ofensivo, ya fuera en 1×1 (una jugada con Pangos puso en pie al Palacio), ya fuera asistiendo de una forma que solo sabe él, dejando a su compañero solo en la canasta, o lanzando algún triple que rápidamente encontró la red. Todo ello fue demasiada prueba para un fallón Gran Canaria que se había dejado la inspiración en el vestuario y que no era capaz de quitarse “la tapadera” que le habían puesto en el aro (palabras de Aíto García Reneses).
Dos obreros de primera y un capataz
Sin embargo, no seríamos justos si echáramos todo el peso de la victoria sobre Sergio Rodríguez, estuvo acompañado de dos obreros que, aunque uno luce más que otro, su trabajo de “construcción” cada día se ve más en los cimientos, el primero fue Gustavo Ayón que ya se atreve a robar balones a jugadores más rápidos que él (y lo logra) o se pelea de igual manera en 1 x 1 con Sitapha Savané o, sencillamente hace lo que le da la gana en pista porque cada día está mejor. El otro es Jonas Maciulis, que ya le hacía falta salir en “los números”, tal y como ha dicho Pablo Laso, gran partido el suyo y que ha tenido su reflejo en la hoja de estadísticas con 9 puntos, 5 rebotes y un 13 de valoración. Pero nos falta el capataz, Jeff Taylor no tira mucho, pero golpea el aro sin piedad de tal forma que las defensas se ven incapaces de pararle cuando entra al aro, sacando qseis faltas que le ha supuesto ir diez vez veces a la línea de tiro libre para meter ocho a lo que se suman dos mates de gran belleza plástica.
El intento de espectáculo de Luka Doncic
No todo los días van a salir las cosas bien a Luka Doncic, sin embargo, está creando en el Palacio una atmósfera que solo tienen aquellos que hacen magia con el balón y que dejan al público sabiendo que algo va a ocurrir, puede ser un pase de espaldas, una asistencia con un balón atravesando la pista, o una entrada con rectificado incluido. En el día de hoy le hemos visto hacer todo eso y unas veces ha habido acierto y otras no, pero nos vamos a quedar con esa sensación que hay cuando tiene el balón, sabedores de que algo nos espera “al otro lado”.
Poco más le vamos a contar hoy, si acaso, reflejarles que Maurice Ndour debutó en ACB con 4 puntos y 4 rebotes en 9.48 de juego, buenos números pero que todavía le dejan un poco lejos de estar en dinámica de equipo, con errores de colocación lógicos. Pero bueno, el aficionado pudo disfrutar de un soberano tapón que es probable que vean en las mejores jugadas de la semana.
Así terminamos, la próxima semana ya saben, llega el último partido de la fase regular de Euroliga, será el jueves a las 20.45 horas, el tiempo de los valientes ha llegado.
