Una cronica de: @luismanper
Afrontaba el Real Madrid el último partido de la Champions como un mero trámite para la clasificación pero un partido en el que recuperar las buenas sensaciones de principios de temporada, aparte de conseguir que Cristiano Ronaldo bata su récord de rigor, que esta vez consistía en convertirse en el máximo goleador de la historia de la fase de grupo de la Champions. El Real Madrid consiguió hoy todos sus objetivos sin despeinarse ante un equipo flojísimo, de los que te preguntas que diablos hacen jugando la Champions mientras equipazos como el Liverpool, el Dortmund o el Ajax están fuera de la competición.
Salió Benítez sin apenas rotaciones para ser un partido absolutamente intrascendente, con Kiko Casilla en portería, Danilo en el lateral derecho y Arbeloa en el izquierdo, el lateral salmantino debutaba esta temporada en el Bernabéu, la defensa la completaron Pepe y Nacho como centrales, en el mediocentro jugó un apercibido Casemiro como pivote, quien de haber visto una amarilla se habría perdido el partido de ida de octavos, de interiores jugaron Isco y Kovacic y en la delantera James y Cristiano en las bandas y Benzema como delantero centro.
En el partido de hoy sólo hubo un equipo, y ello se vio desde los primeros minutos ya que Cristiano tuvo varias ocasiones que no aprovechó, incluida su habitual intento fallido de chilena, antes de dar a Isco el pase de la muerte para que marcara el primero, sin embargo el disparo del malagueño fue sacado por un defensa sueco en la línea de gol y el rechace lo cazó Benzema para abrir el marcador, poco después un centro al corazón del área de James fue cabeceado por Benzema al fondo de las mallas situando el 2-0 cuando apenas se llevaban 20 minutos de partido.
En ese momento, empezó la exhibición de Cristiano en el día de hoy, en primer lugar marcando por fin un gol de falta directa que botó delante del portero del Malmoe, después llegó el descanso y tras la reanudación llegó la única intervención en todo el partido de Kiko Casilla cuando repelió con los puños un potente disparo desde la frontal del área de un jugador del Malmoe, después llegó la reaparición de Marcelo que entró en lugar de Pepe, pero sobre todo nos trajo la exhibición del astro portugués que marcó otros 3 goles en 12 minutos, en primer lugar enchufó el enésimo balón que la defensa del Malmoe dejaba muerto en su área, los 2 siguientes goles de Cristiano fueron de delantero centro nato, el tercero en su cuenta particular lo anotó cazando un balón que quedó muerto en el área tras una mano clara que un jugador del Malmoe había sacado para interceptar un disparo de Benzema que el árbitro no pitó, y su último gol de la noche lo marcó Cristiano rematando un pase al área pequeña de Jesé, que minutos antes había sustituido a James.
Después llegaría el primer gol de Kovacic con la camiseta blanca, cuando empalmaba el enésimo balón que quedaba muerto en el punto de penalti para poner el 7-0 en el marcador, que cerraría Karim Benzema culminando su hak-trick particular cuando en un contraataque Isco le filtró un gran pase, y el delantero francés dribló a su defensa y superó por su palo corto al horrible portero sueco. Los últimos 20 minutos fueron un mero trámite en que el Real Madrid pudo ampliar su renta con otra ocasión de Cristiano, quien tras un jugadón impresionante de Isco se encontró el balón en el punto de penalti y lo mandó alto, después serían el propio mediapunta malagueño y el extremo ruso Cheryshev, que minutos antes había salido en lugar de Kovacic, quienes rozaron el noveno gol con 2 disparos lejos cada uno, especialmente peligroso fue el disparo del ruso que rozó levemente el poste del Malmoe.
Hoy el Real Madrid ha dado síntomas muy esperanzadores, pues ha estado activo los 90 minutos lo cual no se venía en los últimos tiempos, sin embargo, no podemos olvidar que el Malmoe es un equipo que en España tendría problemas para mantenerse en nuestra Segunda División, por lo que es necesario que el equipo confirme esta mejoría en campos más difíciles y ante rivales más serios, porque de poco servirá haber igualado el récord de la mayor goleada en Champions que tenía precisamente el Liverpool de Benítez, cuando goleó al Besiktas 8-0 en la temporada 2007-2008, si el domingo no somos capaces de ganar en el Madrigal.