El OjO Al Blanco del Real Madrid 80 – 73 Fenerbahce: El espíritu de Fernando

Una cronica de: @Javirodespi – planetacb.com

12278061_10207209983102235_1459299195_n

¿Cuántos de los aquí presentes vieron jugar a Fernando Martín? Lo siento por aquellos que no tuvieron el placer, seguramente no sería el más alto, ni el más fuerte, ni el que mejor tiraba, ni el que más reboteaba, pero había algo que nunca le fallaba, el espíritu de lucha, de superación ante la adversidad, de no dejar jamás de pensar en la victoria, seguramente por eso y su muerte prematura, le hicieron ganarse un puesto en el olimpo del madridismo. Pues eso, en el día que se cumplía el 26º aniversario de su fallecimiento, vimos en los jugadores del Real Madrid, sin excepción alguna, de ahí nuestro título en este largo preámbulo de nuestro OjO Al Blanco, un día que estuvo presente “el espíritu de Fernando”.

Rudy estuvo en el banquillo  

Casi a la vez que comenzaba el partido, el Real Madrid emitía un comunicado del éxito de la operación del alero mallorquín y él tuiteaba que estaba dispuesto a ver sus compañeros desde su cama de hospital, señal de que la noche empezaba bien.

El efecto Datome

Nada menos que 28 puntos recibió el Madrid en el primer cuarto, y de ellos 9 llevaba la firma de Gigi Datome, sencillamente espectacular en esos diez minutos donde Fenerbahce optó por una defensa aguerrida y un baloncesto sencillo basado en penetrar y doblar ante una defensa madridista que era incapaz de recuperar a su par o de que saltara una ayuda. Con ello dejaba tiros francos que, afortunadamente, no siempre encontraron el camino al aro, pero cuando se llegaba hasta el fondo (un mate de Datome nos dejó a todos boquiabiertos) o se encontraba el acierto en el triple, ponía la cosa muy cuesta arriba a los blancos, tanto como diez puntos de desventaja.

12325348_10207209969981907_738407382_n

Dos jovenachos y un viejales

Evidentemente, algo tenía que cambiar si no quería Laso que la afición se fuera con cara larga una vez más, y tiró de juventud con una mezcla de veteranía que, en ningún caso, era rancia, Luka Doncic nos volvió a mostrar su descaro al aro jugando de base y buscando a sus compañeros, a pesar de las insistentes defensas ordenadas por Obradovic que le atacaban una y otra vez a su bote para crearle inseguridad, mientras que, en el lado contrario de su posición, Willy Hernangómez daba, por fin, una prueba inequívoca de su fortaleza física mostrando su capacidad reboteadora. Pero claro, esos son los jovenachos al que falta un viejales, un tal Chapu Nocioni que volvió a recordar sus tiempos de MVP y con dos soberanos gorrazos dejó sentado al jugador que por allí se acercara, eran los momentos de la remontada no exenta de épica, ayudados en gran medida por gente con Sergio Rodríguez o Jaycee Carroll que dieron otro ritmo al partido.

Del cielo al infierno

El Real Madrid tocó el cielo y volvió a un juego eléctrico, vibrante, con el descaro de Doncic y Willy, con la defensa de gente como Taylor o con la casta de Felipe+Nocioni, pero de repente, volvió a bajar al infierno, Obradovic usó sus piezas inteligentemente con un base como Dixon que manejaba el tempo del partido y el equipo blanco, tras fallos en sus ataques, la aparición de la ansiedad con técnica incluida y una desconcentración en defensa, volvió a dejarnos otra vez con el Fenerbahce mandando en el marcador y con todo el trabajo anterior, tirado a la basura.

Mi nombre es Yon, A-yón

Es probable que los focos vayan a la tremenda segunda parte de Sergio Llull, o al trabajo defensivo de Jeffery Taylor en esa apuesta de Laso en jugar con cuatro pequeños, pero nosotros nos vamos a ir al hombre grande de la película, Gustavo Ayón fue absolutamente decisivo para dar tranquilidad al Real Madrid en sus tiros, con su colocación en la zona, con su lucha denodada en los rebotes, con sus bloqueos y continuaciones al aro, cierto es que enfrente tenía un imberbe como Yurtseven que estaba en una película que no era la suya, pero eso no quita el tremendo trabajo que hizo bajo los aros y que le sirvió al Madrid para lo que vino después.

12335946_10207209946101310_906297829_n

El espíritu de Fernando

No hubo ningún homenaje a Fernando Martín en el aniversario de su fallecimiento, pero él estuvo en el Barclaycard Center, porque si no, es difícilmente explicable la segunda parte que hizo el Real Madrid dejando en 28 puntos (los mismos que metió en el primer cuarto) al Fenerbahce con una defensa asfixiante, o como Sergio Llull, después de mostrar una vez más su renqueante estado y quedarse sin anotar en la primera mitad, fuera capaz de llegar nada menos que a 17 puntos en la segunda (con mandarina inclusive), o que Datome, desapareciera del panorama tras lo que vimos al principio, o que Maciulis con un trabajo “sucio” en la zona, no tuviera su recompensa con algún lanzamiento de los tres que dispuso, o que Carroll se atreviera a saltar y a coger rebotes delante de los pívots turcos. Todo eso nos resulta difícil de explicarlo sin la intervención de una mano divina por el Palacio, algunos lo llamarán épica, otros suerte, nosotros nos quedamos con lo dicho: El espíritu de Fernando que no entendería, bajo ningún concepto, que este equipo quedara fuera del Top 16.

Nada más, el domingo otra cita, esta vez contra UCAM Murcia nuevamente en el Barclaycard, allí estaremos con un equipo que sigue muy vivo, pero mientras tanto, aquí os dejamos con las mejores jugadas.