Un articulo de: @luismanper
El pasado domingo finalizó una Liga que se nos ha hecho eterna a los madridistas, porque se torció desde las primeras jornadas por diversas razones (entre ellas la falta de actitud para afrontar muchos partidos) y cuyas opciones de pelearla se escaparon definitivamente en el Clásico perdido en vísperas de Navidad, desde entonces la Liga ha sido un víacrucis repleta de partidos sin nada en juego en el que los propios jugadores transmitían en el campo que eran partidos que les estorbaban y cuya única utilidad era preparar las eliminatorias de Champions, que nos han permitido llegar hasta a la final que es la única opción reals de salvar la temporada.
Nos la prometíamos muy felices el pasado mes de agosto cuando tras ganar las Supercopas de España y de Europa goleábamos al Deportivo de la Coruña en el estreno de Liga, pero pronto se iban a torcer las cosas pues la sanción impuesta a Cristiano Ronaldo por lo sucedido en la Supercopa, unido a la expulsión de Ramos en esa primera jornada en Riazor, a lo que hubo que sumar las lesiones de Vallejo y Varane, nos obligó a recibir al Valencia en la segunda jornada con Nacho y un central reconvertido como Casemiro, a pesar de que el Real Madrid empezó perdiendo aquel partido, Asensio se echó al equipo a la espalda y remontó el marcador él solo pero el Valencia marcó el segundo en la recta final del partido y Benzema nos desesperó a todos fallando lo imperdonable para haber puesto el 3-2 en el marcador, por lo que ya en agosto el equipo perdía sus primeros puntos en Liga.
Pero lo peor estaba por venir en un mes de septiembre repleto de lesiones que desembocó en malos partidos que alejaban la Liga irremediablemente. En primer lugar, el Real Madrid no fue capaz de ganar al Levante en el Bernabéu por lo que el equipo ya se había dejado 4 puntos de 9 posibles, a pesar de que en la siguiente jornada consiguió ganar en Anoeta con dos goles de Mayoral pocos días después el equipo daría otro paso atrás perdiendo en el Bernabéu contra el Betis en un partido en el que tras fallar innumerables ocasiones de gol, el equipo andaluz marcó en el 93 para vencer en el Bernabéu después de 20 años. Por lo que el Real Madrid ya se había dejado 7 puntos en 5 jornadas, que alejaban bastante la Liga a pesar de que el Real Madrid consiguió ganar las 2 jornadas siguientes venciendo 1-2 al Alavés en Mendizorroza con doblete de Ceballos, y luego venciendo 2-0 al Espanyol en un partido en el que lo que menos se pensaba era en fútbol, debido a los hechos sucedidos en Cataluña el 1 de Octubre día de la disputa de ese partido.
A la vuelta del parón de selecciones de octubre, el Real Madrid encadenó otras dos victorias consecutivas ganando al Getafe en el Coliseum por 1-2 y al Éibar por 2-0 en el Bernabéu, aunque las sensaciones que transmitía el juego del equipo no eran nada buenas, como se vio en el Coliseum donde se sufrió mucho y el gol de la victoria llegó en los últimos minutos, por medio de Cristiano cuya sequía goleadora en Liga a causa de que le costó coger el ritmo competitivo tras la sanción de 5 partidos que arrastraba desde la Supercopa, tuvo mucho que ver en ese pésimo comienzo de Liga en el que el Real Madrid perdió todas sus opciones de luchar por el título, como se demostró la semana siguiente en uno de los partidos más patéticos que ha cuajado el equipo en esta temporada, cuando cayó derrotado por 1-2 por un recién ascendido como el Girona en la primera visita del Real Madrid a Montilivi, en un partido en el que desde el gol inicial de Isco, el equipo se desconectó por completo del encuentro, el Girona remontó y el Real Madrid ni siquiera incordió al rival buscando el empate, por lo que el equipó siguió alejándose de un Barça que una semana antes se había dejado sus primeros puntos en el Wanda.
Aunque el mes de noviembre empezó con una goleada a Las Palmas en el Bernabéu recordada por el impresionante misil que clavó Asensio en la escuadra en el que probablemente será el mejor gol madridista de toda la temporada, tras otro parón de selecciones llegó el derbi frente al Atleti en el que no fuimos capaces de pasar del empate a 0 ante el Atleti en un arbitraje muy polémico de Fernández Borbalán, en el que perdonó una expulsión a Savic por una entrada escalofriante al tobillo de Kroos y por un penalti perdonado a Lucas, quien dentro del área partió la nariz a Ramos ante la pasividad del árbitro. Después llegó la victoria en el Bernabéu ante un Málaga que llegó al Bernabéu como colista y aun así nos hizo pasar las de Caín para ganarles por 3-2, en un partido en el que las intervenciones de Kiko Casilla que llevaba mes y medio sustituyendo a un Keylor que se había lesionado con Costa Rica, reaparecido para jugar contra el Tottenham en Champions y después había vuelto a recaer, por lo que el portero catalán tuvo que suplirle durante muchos partidos en las que demostró que su nivel no está a la altura de lo que exige el Real Madrid.
El mes de diciembre empezó con un nuevo paso atrás para acercarse al Barça en Liga que había empatado dos partidos seguidos ante Valencia y Celta, pero no aprovechamos la ocasión para apretarles ganando en San Mamés, porque en otro partido lleno de imprecisiones y de falta de actitud el Real Madrid volvió a empatar a 0, una semana más tarde el equipo intentó espantar los malos fantasmas goleando al Sevilla en el Bernabéu por 5-0, manita completada en el primer tiempo y en el que otros recién llegados como Achraf y Vallejo dejaron buenas sensaciones, especialmente el marroquí que marcó su primer gol oficial como futbolista blanco, pero 2 semanas después y tras proclamarnos campeón del Mundial de Clubes en Abu Dhabi, llegó el golpe de gracia a la Liga en forma de derrota en el Clásico del Bernabéu por 0-3, en un partido igualado en la primera mitad que pudo desnivelar Benzema con un cabezazo al poste, pero la espantosa temporada que ha desarrollado el delantero francés no se iba a arreglar en este partido, y en la segunda parte un fallo de Kovacic no encimando a Rakitic en un contragolpe, acabó en un gol de Luis Suárez que descompuso al Real Madrid y provocó que el Barça nos pasara por encima a partir de ese momento, hasta el punto de que Carvajal se autoexpulsó intentando evitar un gol azulgrana con la mano que derivó en penalti y expulsión que significó el 0-2, y que luego redondearía Aleix Vidal en el descuento rematando un pase de Messi.
Ese Clásico desterró las escasas opciones de competir la Liga que le quedaban al Real Madrid, pero los dos últimos partidos de la primera vuelta acabaron de enterrarlas, cuando empatamos a 2 contra el Celta en Balaídos, un partido en el que el equipo vigués se adelantó, conseguimos remontar con doblete de Bale que el equipo volvió a desaprovechar pues el Celta empató en los últimos minutos de partido con una indignante pasividad defensiva que aprovechó Maxi Gómez para marcar el 2-2, finalmente acabamos la primera vuelta perdiendo ante el Villarreal en el Bernabéu en un partido similar al que perdimos contra el Betis, en la que el equipo dispuso de muchísimas oportunidades de gol que no consiguió transformar, lo que aprovechó el Villarreal para marcar en un contraataque al final del partido, con una preciosa vaselina de Fornals que culminó la peor primera vuelta del Real Madrid en muchos años a causa de la escasa pegada que le quedó al equipo tras la marcha de Morata y Mariano solo compensada con la llegada de Mayoral, por lo que cuando llegaron las malas rachas de Cristiano y Benzema y la enésima lesión de Bale, la efectividad goleadora del equipo se secó lo que unido a las numerosas lesiones que asolaron al equipo y varias decisiones arbitrales como mínimo dudosas unido a un Barça que había perdido muy pocos puntos hasta entonces, provocó que el Real Madrid acabase más lejos que nunca del Barça en la primera vuelta, convirtiendo la segunda vuelta en un suplicio en el que cada partido era un estorbo.
Continuará…