Un articulo de: @susanaurue
Querido Real Madrid:
Te escribo estas líneas desde la indignación que siento desde el sábado.
He crecido en una familia madridista, amando a este club, sintiendo estos colores, sufriendo con cada derrota y celebrando cada victoria sintiéndola como mía.
Desde el funesto partido contra el Barça, algo ha cambiado en mí, habéis roto mi ilusión, me habéis hecho sentir avergonzada, no merecéis esta camiseta ni ese escudo que lucís en vuestro pecho.
Sois culpables de mi tristeza. Vivís endiosados, creéis estar por encima del bien y del mal, no os importa nada, salvo vosotros mismos.
Basta ya de culpar a otros, sólo vosotros y quien os lo consiente sois los culpables.
El problema no es el entrenador de turno, son vuestros egos, esos que no os permiten vivir con los pies en el suelo, como simples mortales, os creéis dioses, vivís en una guerra permanente por quién es más rico, más guapo o más famoso.
Dejad de jugar con ese sentimiento que es el madridismo, el que tenemos cada uno de nosotros, de los millones de personas que viven y respiran algo de lo que vosotros parece que carecéis, las señas de identidad de este club: lucha, casta y entrega.
No quiero extenderme mucho más, os escribiría muchas cosas pero sólo quiero deciros una última, que reaccionéis, que no volváis a bajar los brazos, que peleéis cada balón como si fuese el último, recordad dónde estáis, en el mejor club del mundo, después del Madrid, no hay nada.
Quiero pensar que estas líneas, escritas desde la rabía y la tristeza, os harán ver el sentir del madridismo, ojalá al final de temporada deba tragarme mis palabras.
Sin más que deciros, me despido y lo hago con ese grito que es el nuestro y debería ser el vuestro.
¡¡Hala Madrid!!