CRÓNICA | EL OJO AL BLANCO | El orgullo se demuestra: Panathinaikos 82 – 89 Real Madrid

Una crónica de: @Javirodespi planetacb

El Real Madrid sacó el orgullo y empató la eliminatoria cuando mucha gente ya le daba por muerto ganando en un OAKA abarrotado por 82-89.

Cambios en quinteto

Estaba claro que algo tenía que cambiar el Real Madrid antes de salir al OAKA y lo primero que hizo Laso fue cambiar el quinteto del primer partido en lo que se refiere al juego interior, Ayón y Thompkins tomaron el relevo de Tavares y Randolph.

Diferente salida, otras sensaciones

Jeff Taylor salió con una misión clara, tenía que parar la producción de Calathes en lo que se refería al juego colectivo (y con alguna licencia en ataque como podemos ver), para ello, la defensa ciega sobre el griego era la solución. La cosa parecía funcionar pero PAO volvió a lo que tanto éxito le dio en el inicio de la serie, llevar el juego a lo más físico posible con una presión asfixiante que ocasionó pérdidas blancas pero con una lectura positiva, el rebote ofensivo era blanco y permitía acabar el primer cuarto en desventaja casi mínima (21-16) y con dos hombres marcados por sus dos faltas, Mike James y Luka Doncic.

Un plomazo emocionante

Vale, el partido tenía su emoción y esas cosas, pero era un peñazo insufrible, los equipos rivalizaban en fallos, muchísimas faltas cometidas por PAO sobre los jugadores blancos y donde Rudy sabía leer con inteligencia el juego desde el exterior y Felipe Reyes desde el interior, aunque, eso sí, a costa de llevarse muchas magulladuras en sus brazos para conseguir ir a la línea de tiro libre, ello nos dejó un marcador de 40-36 con todo abierto para la segunda parte y donde solo podemos destacar la contundencia de Payne y un triple, por fin, de Jaycee Carroll.

La batalla de dos viejos

Dos ancianos fueron los que le dieron un tercer cuarto esplendoroso al Real Madrid, el mayor de ellos, Felipe Reyes, fue un absoluto ejemplo de lo que debe hacer un capitán para echarse al equipo encima, siendo una absoluta molestia para el rival, cogiendo rebotes en medio de manos, golpes y empujones griegos, metiendo dos triples consecutivos ante la pasiva defensa del PAO y, siendo el mejor amigo de un Jaycee Carroll que sacó su metralleta a pasear y que también fue pieza básica para dejarnos un marcador en franquicia blanca por 61-68.

Tremendo

Un 7-0 de parcial nos puso los nervios a flor de piel y, lo peor de todo, el partido empatado y nos ponía a todos con el corazón en un puño.

En estos momentos, llegó la madurez del Real Madrid, porque eso se da cuando uno comete menos errores que su rival, ahí los blancos fueron mejores, aprovechando las oportunidades que tuvo, con un gran Trey Thompkins, con Randolph y Tavares sin jugar ni un minuto y, a pesar del rifirafe final entre Antetoukoumpo y Rudy Fernández, con victoria para el equipo madrileño y con el 1-1 en la eliminatoria.

Así terminamos hoy, nuestra próxima cita nos lleva el miércoles al tercer partido a jugar en el WiZink Center, el que gane tendrá el primer match ball, mientras eso llega, ya saben, sigan sonriendo.