Una cronica de: @luismanper
Llegaba el clásico de los Clásicos, entre amenazas yihadistas y excepcionales medidas de seguridad y el Real Madrid decidió inmolarse (permítanme la metáfora), cuajando un partido espantoso en el que nadie hizo nada bien, desde Benítez con un planteamiento fallido hasta Cristiano Ronaldo, que no parece él sino su hermano gemelo porque ya no mete ni los mano a mano. De este penoso partido no se sabe qué es peor, si la repugnante imagen que el equipo transmitió siendo goleado por un Barça sin Messi o que el Barça se distancie en la clasificación a 6 puntos en noviembre.
Salió Benítez con el teórico equipo de gala, que sólo había podido poner una vez esta temporada en la manita al Betis, alineando a Keylor en la puerta, Danilo y Marcelo en los laterales y Varane y Sergio Ramos de centrales (quien forzó su maltrecho hombro por enésima vez), en el mediocampo estuvo el gran error de la alineación pues Benítez sentó a Casemiro, en quien tanto confiaba hasta hoy, para volver a poner a Kroos de cierre cuando clama al cielo que el alemán es una rémora para el equipo y está a años luz del equipo que nos deslumbró a todos el pasada año. Al mediocampista alemán lo acompañaron un desaparecido Modric y un James que no era titular desde agosto, y en la delantera jugaron unos erráticos Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo.
Empezó el partido con alguna internada aislada de Cristiano y de Bale, especialmente del portugués que tras irse de Mascherano con un autopase puso el pase de la muerte para que remacharan Bale y Benzema que estaban en boca de gol pero Claudio Bravo se adelantó y nadie estaba preparado para disputar el rechace. Pero esta ocasión no fue más que un espejismo porque el Barça era el dueño y señor del partido y hacía lo que quería con la posesión del balón, en esos rondos humillantes llegó el primer gol del partido cuando tras una jugada combinativa culé de 24 toques en 58 segundos, Suárez pilló la espalda a Ramos y Danilo rompió el fuera de juego, por lo que el extraordinario delantero uruguayo superó a Navas con un sutil toque con el exterior.
Pero lejos de reaccionar y buscar el empate, el equipo se partió completamente y ni siquiera la lesión de Mascherano, evitaba continuas pérdidas de balón causadas por la precipitación, una pérdida de James desembocó en una falta al borde del área en la que Neymar buscó el palo largo de Keylor, pero el tico pudo atrapar el balón. Sin embargo, el segundo gol se veía venir porque el Real Madrid estaba siendo engullido absolutamente por el Barça, ya que el equipo era un sindios táctico con una enorme distancia entre líneas que causaba que el equipo no fuera capaz de mover el balón más de medio minuto.
En una de las largas posesiones que el Barça disfrutaba a su antojo, a Iniesta le dejaron meterse hasta la cocina y sirvió en bandeja el segundo gol a un solitario Neymar al borde del fuera del juego, pero en posición legal gracias a que Ramos se había quedado atascado, el crack brasileño solo tuvo que introducir el balón por debajo del cuerpo de Keylor para anotar el 0-2 en el marcador al filo del descanso, y pudo ser aún peor porque en el descuento de la primera parte Neymar llegó a la línea de fondo de Keylor como Pedro por su casa, y puso el pase atrás que fue rematado a placer por Suárez, pero que pudo ser sacado por Marcelo sobre la línea de gol.
Ya se avecinaba la debacle posterior pero Benítez no cambió a nadie en el descanso para cambiar la dinámica del partido, que pudo ser muy diferente si tras una gran jugada personal de Marcelo que desbordó a Sergi Roberto y a Piqué hubiera dado el pase de la muerte a Benzema y James que solo tenían que empujarla, sin embargo el estupendo lateral brasileño decidió jugársela en solitario y el balón acabó estrellado en el lateral de la red. Al igual que en el primer tiempo, la oportunidad de poner emoción al partido se desperdiciaba y las sensaciones del partido no cambiaban y cada vez se veía más cerca la humillación que estaba por llegar, y que llegó enseguida con una gran jugada colectiva del Barça que desembocó en un balón que quedó manso en la frontal del área a los pies de Iniesta y que el fantástico mediocampista manchego colocó en la escuadra con un impresionante latigazo, ante el que nada pudo hacer Keylor.
No iba ni una hora de partido, cuando el Real Madrid se despeñaba perdiendo 0-3 ante un imponente Barça, que jugaba sin su máxima estrella, en ese momento llegaron los cambios ¡A buenas horas mangas verdes! y un Benítez completamente perdido sacó a Isco en lugar de James y a Carvajal por un Marcelo que se fue con problemas musculares y cuya imagen llorando en el banquillo abrirá mañana muchas noticias, sin embargo las ocasiones culés seguían llegando como un goteo sin fin y obligaban a Keylor Navas a sacar una mano prodigiosa en una falta directa lanzada por Neymar y a Sergio Ramos a sacar milagrosamente con el tacón un remate de Suárez que ya había superado al portero costarricense.
Poco después salió Messi y culminó la masacre con una gran jugada personal en la que desbordó a varios madridistas para acabar sirviendo en bandeja el balón a Luis Suárez, que había ganado la espalda a los centrales por enésima vez y que volvía a estar en posición legal porque Ramos se volvía a quedar clavado rompiendo el fuera de juego, el delantero uruguayo exhibió gran sangre fría y a pesar de que Keylor no se venció fácilmente, no tuvo problemas en batirle enviando el balón al palo contrario para cerrar el marcador con un sonrojante 0-4… y gracias porque el Barça habría completado una goleada histórica si no hubiera sido por las 2 ocasiones que falló Munir cuando lo tenía todo a favor, el canterano marroquí del Barça había salido poco antes sustituyendo a Iniesta, que hoy salió ovacionado del Bernabéu, ya que le reconoció la exhibición que hoy demostró el mediocampista manchego.
El partido murió con algunas ocasiones de la BBC, que intentaba revolverse para al menos marcar el gol del honor, pero Claudio Bravo demostró el porterazo que es paraando con la cara un mano a mano que Cristiano tiró al muñeco y sacando 2 manos sublimes ante sendos cabezazos de Cristiano y de Benzema, y un remate del portugués al poste fue anulado por fuera de juego. Después de eso y para culminar el desastre, los dos madridistas que menos culpa tenían de la humillación sufrida hoy, porque salieron cuando ya estaba todo el pescado vendido, perdieron los papeles con dos fortísimas patadas a Neymar que a Carvajal le costó amarilla y a Isco la cartulina roja, que le impedirá estar el domingo que viene en Ipurúa.
En definitiva, el Real Madrid hoy ha perdido algo más que 3 puntos, el equipo ha perdido la dignidad y Benítez derrochó la credibilidad, al seguir apostando por un irreconocible Kroos en vez de seguir apostando por Casemiro o incluso por Lucas Vázquez o Kovacic, que tendrán menos calidad que los que jugaron hoy pero que al menos no se rinden y bajan los brazos ante el primer revés como lleva ocurriendo ya durante varios partidos. Y es que mucho más que los 6 puntos que nos sacará el Barça a partir de esta jornada, duelen la horrible imagen que el Real Madrid ha demostrado en los partidos grandes en lo que llevamos de temporada y del nefasto papel de la BBC y del mediocampo mejor hablamos otro día.